CAPÍTULO 28 | DEFINITIVAMENTE NO ES UN JUEGO |

Start from the beginning
                                    

— ¿te molesta qué este aquí?

— no — respondí de inmediato, ni siquiera lo pensé. Soy tan idiota.

— ¿por qué?

¿Qué le digo? ¿qué le digo? jehová, alá, zeus, armagedón, poseidón... ¡todos! ayudenme.

— porque — suspiré mirandola, sus ojos negros me consumían y me hacían hablar estúpideces reales — porque me gusta estar contigo, jamás me molestaría ni me aburriría estar contigo

¿Eso lo dije yo?

Ella sonrió en silencio y me abrazó automáticamente, al principio me tensé, pero luego relaje el cuerpo y la abracé apegandola más a mi. Está chica podía hacer que pasara de todos los estados de ánimo haciendome sentir un maldito bipolar.

— buenas noches — susurré en su oído.

Ella se estremeció sonriendo.

— ¿no apagarás la luz?

— te da miedo la oscuridad — me burlé.

— no ahora idiota — rió.

Reí soltandola y estirando mi brazo hasta apagar la luz.

— ¿ahora si?

— si — dijo dandose vuelta y dandome la espalda.

La abracé por detrás apegando mi pecho a su espalda y ella se acomodó en mi cuerpo haciendome sentir qué la estaba protegiendo.

Desperté de espalda mirando el techo, quise moverme y reaccione a que estaba con ________, ella estaba abrazandome de lado y yo tenía mi brazo izquierdo por debajo de su cabeza ¿en qué momento llegamos a está posición?

La miré dormir por un rato ¿era bueno encariñarme así?. Después de un rato abrió sus ojos mirandome, le sonreí en silencio.

— buenos días — susurré mirandola.

— buenos días — dijo sonriente.

_________ se sentó en mi cama para luego destaparse acalorada.

— ¿todo está bien entre nosotros? — pregunté temeroso.

Ella volteó a mirarme y se sentó como indio a mi lado.

— si — sonrió.

La mire en silencio y como algo automático la acerqué a mi abrazandola, ella rió abrazandome. Luego nos separamos y se sento a horcajadas sobre mi, pero yo aún estaba con las sábanas encima de mi cuerpo.

— a veces me gustaría que todo fuese así entre nosotros — confesó mirandome.

— puede ser así — sonreí.

— no será asi — dijo convencida.

— entonces jugaremos a qué si — enarqué una ceja.

Ella rió.

Entrelace mis manos en su espalda acercandola a mi, al estar sentados así era mucho más fácil tenerla cerca. Sus piernas estaban abiertas encima de las mías, en realidad de mi miembro, pero quise ignorarlo para que no despertara ninguna hormona en mi, ya qué una sabana nos separaba.

— tom

— dime

— ¿realmente crees qué me gusta Louis? — preguntó muy directa.

— si — fruncí el ceño.

Ella rió mirandome.

— pero no me costará sacarlo de tú cabeza

Ganar perdiendo | Tom HollandWhere stories live. Discover now