El legado búho. Parte 47. Una vieja amiga

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Lucia y Stanley habían llegado a aquella ciudad donde vivía la pequeña azula, luz comenzó a buscar el nombre de la calle donde vivía. Ella había guardado la dirección que le envió una vez, así que debía buscar donde era.

Stanley: entonces...¿quien es esta azula de la que tanto te preocupas?

Lucia: era mi mejor amiga, vivía en un orfanato y cuando se la llevaron me sentí muy sola. Nos comunicábamos por internet, pero su madre le prohibió hablar conmigo por mis gustos de brujeria y nunca más pude hablar con ella

Stanley: eso se escucha mal niña, escucha, creo que es tu deber ir sola, yo esperare cerca. Se nota que es algo muy personal tuyo.

Ambos habían llegado hasta la calle donde se encontraba la casa de la pequeña azula.

Stanley: bueno, creo que ahora te encargas tu

Lucia: gracias Stanley

Lucia envió a Stanley de regreso a la cabaña del misterio. Ahora lucia se quedaría esperando cerca de la casa a que apareciera la pequeña azula para esperarla. Las horas pasaron y nadie entraba ni salía. Lucia no quería entrar sin invitación, pero aun así quería verla. Siguio esperando, en eso vio que unas chicas se acercaban a la casa, tocaron y esperaron, sus padres las vieron y se llevaron a azula, al parecer le fueron a buscar para jugar juntas.

Lucia poco a poco las siguió desde lejos, las chicas estaban sentadas en una banca en el parque, ambas conversaban y reían. En eso lucia pensó en un plan. Hizo que batsi fuera hasta allá, a azula le gustaban las cosas aterradoras. Todas las chicas se asustaron, pero azula no lo hizo. Las chicas querían que ese murciélago se alejara de ellas, pero azula no quería alejarse de él, lo había encontrado lindo. Azula se puso de pie y comenzó seguir a ese murciélago que caminaba hasta un arbusto mientras las chicas la observaban con una mirada extraña. Azula entro al arbusto y lo sujeto

Azula: te tengo

Lucia: oye, él es mi amiguito

Azula observo que ahí estaba lucia escondida

Azula: ¿luz?

Lucia: hola azula

Azula: ¿de verdad eres tú?

Lucia: así es, vine a verte

Azula: pero... ¿como llegaste?

Lucia puso a batís en el enganche de la patineta donde estaba sentada y comenzó a flotar

Lucia: azula, la magia es real, ahora soy una bruja.

Azula se había impresionado, rápidamente fue a decirles a sus amigas que jugaría con el murciélago que había encontrado. Ahora podría juntarse nuevamente con lucia a solas.

Lucia: azula, ¿estas bien?

Azula: perdón luz, mis papas-

Lucia: lo sé, no te preocupes

Azula: pero no pude despedirme

Lucia: descuida, ahora estoy aquí, de hecho, ahora soy libre y hago lo que quiera, como azula en el libro

Azula: yo...me alegra verte otra vez. Pero mis papas son muy estrictos, no quieren que me relacione con brujería y esas cosas. Por eso me prohibieron hablar contigo otra vez

Lucia: yo...ya lo sé. Pero solo quería saber de ti. Eres mi amiga azula y de verdad te extrañe

Azula: yo también, ahora tengo una vida, pero mis papas la pasan controlándola y no me dejan hacer nada

El Legado BúhoWhere stories live. Discover now