VI★Sakamaki Kanato

3.3K 219 12
                                    

-Eh? -abrí mis ojos lentamente, mire a mi alrededor-. ¿No me había dormido en el escritorio?

Extrañamente había aparecido en mi cama, cubierta con mis sábanas.

-No recuerdo haber caminado hasta aquí -susurro extrañada para mi misma-. Podría ser... No... Es imposible...

La sola idea de que algún hermano me pasará a mi cama me causaba gracia, no tenía heridas recientes en mi cuello, sólo las que Reiji me había hecho ayer en su habitación.

Cansada me cambie de ropa y salí al jardín, las rosas negras estaban completamente abiertas mientras que las rojas estaban algo cerradas, mire al cielo, parecía ser por ahí de las 5:00 p.m, pero las nubes grises no me decían nada con exactitud.

-¿Qué haces aquí? -me sobresalte al escuchar a alguien detrás de mi, mire hacia atrás encontrandome con Kanato.

-Casi me das un infarto...

-Oye, Teddy, ¿no crees que Konoe está siendo grosera? -le pregunto a su oso en un susurro, se me erizo la piel al verlo de esa forma-. Oye, Konoe, recoge unas rosas y sígueme.

-¿Qu...?

-Sólo has lo que digo -chasquee la lengua molesta, mientras cortaba un puñado de rosas y seguía a Kanato.

Comenzamos a caminar en silencio, hasta que llegamos a un cementerio.

-Deja las rosas aquí -me acerque a la tumba leyendo claramente "Cordelia de Sakamaki".

"Así que no me has olvidado"

-¿Es... Tu madre? -pregunté insegura, Kanato asintio-. ¿Qué le sucedió?

-No preguntes cosas innecesarias -mencionó algo furioso-. Oye, Teddy, ¿no crees que Konoe es una chica entrometida?

-¿¡Qu...!?

-Sólo has lo que digo -bufe molesta y deje las rosas sobre la lapida y pase por el lado de Kanato molesta.

-Con permiso.

-¿Dónde vas?

-Ya no tengo nada que hacer aquí -mencione molesta.

-Así que eres igual que todos -le escuche susurrar-. Sólo viniste por interés...

-¡No me digas esas cosas!... ¡Vine aquí obligada por ti! -lo interrumpí molesta.

-Eres igual a los demás... Simplemente... deberían... ¡¡¡¡MORIR!!!! -tomo el ramo de rosas y comenzó a golpear la lapida, trate de detenerlo, pero sólo me empujo con su hombro haciéndome retroceder-. Oye Teddy, ¿no crees que debemos castigar a Konoe? -se volvió hacia mi con una mirada de sicopata, comencé a retroceder asustada, Kanato se acercaba más a mi una vez que dejó a Teddy sobre una lapida, sin darme cuenta tropecé contra una rama y caí al suelo-. Jajajaja!!!... ¡Qué patetica eres, Konoe! -comenzó a reír-. Sólo una tonta caería sobre sus propios pies.

-Tks... -bufe molesta, le iba a responder de mala manera, pero mis ideas se vieron borradas al ver a Kanato encima de mi.

-Creo que tendré que educarte adecuadamente ¿no crees, Teddy? -me hizo acostarme completamente contra el suelo mientras él se posicionaba encima de mi-. Oh! Espera... -paro de repente, lo mire confusa-. Se supone que ahí que hacer sentir bien a las chicas -dijo mientras acariciaba mi cabello-. También ahí que darles un beso -lo mire aterrada mientras me cubría los labios-. Al parecer a Konoe no le gustan los besos, Teddy -me miro con una sonrisa mientras se acercaba a mi cuello, puse mis manos sobre sus hombros, pero eso no impidió que mordiera mi cuello y comenzara a succionar mi sangre.

-No... Alejate... -trate de alejarlo, Kanato siguió degustando de mi sangre-. Ka... Kanato... -susurraba, mis parpados cada vez más pesados-. De... Ten... Te... -susurre al momento es que todo se volvió negro.

★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★

-Mmmm... ¿Qué sucedió? -me pregunté a mi misma mientras abría mis ojos, me encontraba en una habitación un tanto extraña.

-Al fin despiertas, Konoe -me sobresalte al escuchar a Kanato hablar-. Oye Teddy, ¿no crees que Konoe sería una buena muñeca? -mi sangre se helo al escuchar la palabra "muñeca", sin duda este chico estaba muy mal de la cabeza.

Mire a mi alrededor, había varios maniquies vestidos de novia, parecían reales, tan reales que me causaban escalofrios, Kanato se acerco a mi de manera siglosa pero rápida, provocando que me sobre saltara al estar cerca de mi.

-¿Te gustan? -lo mire aterrada-. Eran las antiguas novias, pero ninguna de ellas sobrevivió -soltó una pequeña risa-. Yo las hice mis muñecas.

"Ese es mi canario~"

-Me pregunto que debería de usar... -me miro fijamente, para después soltar una pequeña risa-. Podría usar onix para tus ojos, peinaría tu cabello todos los días, dime Konoe ¿quieres ser mi muñeca?, estoy seguro que Teddy estará feliz de tener una nueva amiga.

-Ni que estuviera loca -respondí amenazante, aunque estaba completamente segura que no sería bueno hacerlo.

-No te dolera, simplemente tomaré toda tu sangre y así dormiras para nunca más despertar -me acorralo contra una pared para después bajar el escote de mi blusa levemente y morderme sin soltar a su oso.

-No... -trate de safarme, pero Kanato rodeo mi cintura con una de sus manos intentando que no pudiera huir.

Sentía como cada vez mi conciencia era débil, como varias imágenes venían a mi, estaba a punto de desmayarme.

-Oí, Kanato... -escuche una voz a la distancia, no reconocía de quién era-. Reiji te está llamando...

-Justamente interrumpiste cuando estaba a punto de terminar -la otra voz no respondió por un rato, Kanato me soltó provocando que cayera al suelo, mi visión era borrosa y no tenía fuerzas en mis piernas.

-Sólo ve pronto, sabes que a Reiji no le gusta esperar.

-Sí.

Kanato desapareció de la estancia, fue en ese momento que sentí como todo mi mundo se volvía negro, me sentía asquerosamente débil, sólo espero que quién me salvo, no se le ocurra beber lo que queda de mi sangre...

Dark Fate [Diabolik Lovers]Where stories live. Discover now