Mia Adams es una chica de 17 años que cruza su último año en el instituto, su vida pasa a estar fuera de la rutina cuando por negocios sus padres se van de viaje y la dejan con el poco interesante de Logan Morgan.
Logan Morgan es el hijo de los mej...
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Me levanté y fui a saludar a quienes recién habían llegado Dylan y Carla.
— Cuánto tiempo — dije dándole un abrazo a Carla, hacía semanas no la veía.
— He estado ocupada con todos los trámites para la universidad.
— Oh, claro, — dije y saludé a Dylan casual, con un gesto de mano y los invité a que pasaran.
Ellos siguieron y saludaron a los chicos, Logan y Dylan apenas si cruzaron miradas. Jean volvió detrás de ellos, traía dos cajas de cerveza.
— No me digan que ¿la torta tiene una vela de pene? — pregunta Carla algo sorprendida.
— Sí, la tiene — responde Jean en lo que toma asiento — Tengo entendido que es comestible y tiene relleno por dentro.
— ¿Cómo es posible que una vela en forma de pene se coma? — pregunto.
— La evolución del hombre.
— Lo siento, pero no comeré eso, no quiero intoxicarme.
— No hay problema, pero yo si quiero probarlo — comentó Mark.
— Deberías probar esto — susurro Logan entregándome una especie de galleta con una mezcolanza en la parte superior.
— Yum — suspiré, estaba muy rica. No fue un suspiro suave, solo salió y todos se quedaron viéndome — ¿Que?, está muy rico.
— Sonó muy raro — dijo Ela.
Todos empezaron a coger cosas para comer, fue muy agradable todo, no hubo problemas con ninguno.
•••
Logan
"Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, feliz cumpleaños Mia, que los cumplas feliz"
Mia estaba enfrente del pastel, tenía una sonrisa amplia en su cara. Nunca la había visto así de feliz, todos cantamos la canción e hicimos la cuenta de su edad, por último, sopló la vela (algo rara por cierto).
Mi regalo para ella estaba arriba en mi armario, por eso lo de no verme mientras me vestía. Pensé que no se iba a voltear; pero al final terminó haciéndolo.
Ela partió el pastel y puso los trozos en platos de papel, su amigo Jean sirvió sodas en vasos y Mark ayudó a repartir. Antes de eso les ayude tomando algunas fotos que pidieron.
— Estás muy untada de pastel y chocolate — le dije a Mia cuando se hizo junto a mí.
— Está todo muy bueno.
— Pero no comes por las mejillas o ¿sí?
— No tienes algo con lo que pueda limpiarme.
— Traeré toallitas húmedas.
— ¿Te espero?
— Si, no tardó — respondí y fui al baño de la primera planta para sacar algunas toallitas húmedas y un poco de papel.
Cuando llegué, Mía estaba abrazando a Dylan y luego dio un beso en su mejilla como especie de agradecimiento. Tenía en su mano una bolsa de regalo, se alejó de él para dejar el regalo en la mesa donde estaba el pastel.
— ¿Quieres? — me ofreció un trozo de fresa con algo de chocolate.
— No gracias — respondí amable en lo que me sitúe frente a ella — estás más guapa que nunca — halague y espere a que terminara de comer para empezar a limpiar alrededor de su boca, dónde tenía chocolate y de más — hasta en la nariz tienes, pareces una niña pequeña cuando comes golosinas.
— Aún no me he tomado la leche del día — que intenso — además solo hace un momento que me ensucie, no es mucho.
— Pero por qué antes de las fotos te limpiaste.
— Buen punto, después de esto, ¿podemos tomarnos una foto?, es que eres la única persona con la que me falta y...
— Sí, no hay problema, ya casi termino.
— ¿Si quieres podemos leer en la noche?
— Me encantaría, claro está que si no hay mejores cosas para hacer pues leeremos — termine de limpiar sus mejillas y bese sus labios para avisar de que ya todo había finalizado.
— Le diré a Ela que tome las fotos — dijo y fue por ella.
» Toma, ya sabes — dijo entregando el móvil — cárgame — pidió y eso hice, la cargué, para sostenerla ubique mis manos en la parte posterior de sus muslos, cerca a su trasero.
Ela tomó algunas fotos, Mía bajo y se hizo enfrente de mí dando la espalda, volteo un poco su cabeza y ambos reímos, estábamos a punto de besarnos. Esas fueron las fotos, Ela tomó una normal, Mia y yo abrazados mientras sonreímos, esa foto sería para nuestros padres.
— ¿Logan, vas a tomar? — preguntó Mark tendiendo una cerveza.
— No, gracias.
— Yo sí, de aquí beberemos los dos — dijo Mia y la destapó, se le derramó un poco al destaparla.
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