(En proceso)
Lastimada, con muchas inseguridades creadas por una relacion tóxica y sumida en una gran tristeza, Emma no cree volver a enamorarse.
Todo se complica cuando se rencuentra con el amor de su infancia, el cual nunca supero.
Alex esta de nu...
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Prov's Emma
Cuelgo mi morral de mi hombro justo luego de que mi última clase acabará, estaba agotada y estaba casi segura de que debía volver en taxi a casa ya que Emi dijo que saldría con Clare después de salir de la universidad.
Me mezclo entre las personas hundidas en sus propios mundos al igual que yo y camino hacia la entrada del lugar, tranquilamente recorro el jardín delantero y algo dentro de mi pide que asegure de tener dinero en m cartera antes de llamar a un taxi, así lo hago.
—Mierda —Susurro enfadada y confundida. Mi billetera está vacía, algo raro por que nunca salgo sin algo de efectivo. Abro uno de los cierres buscando aunque sea monedas y encontrando las suficientes para tomar el bus.
Reanudo mi caminar tranquilamente luego de guardar todo otra vez en mi morral, miro el cielo que se encuentra despejado y un poco eclipsado por el atardecer. Tranquilamente te podría tomar un taxi y pagarlo en casa, pero no tenia apuro para llegar y el día estaba bonito.
Las voces de mis compañeros y personas que no conozco se mezclan con el ruido de las calles que rodean el campus, veo como varios grupos muy mixto en personas caminan a las distintas paradas de autobús.
Llego a una de las más alejadas en donde solo hay dos personas que no logro ver bien, ambas llevan capucha y me dan la espalda. Me siento en uno de los bancos de la parada y pongo mi morral sobre mis piernas.
Me abrazo a mi misma cuando en un cambio drástico el clima lo torna frío, entra por debajo de mi pantalón deportivo y no le importa que lleve un buzo grande, me hace temblar. El cielo se oscurece y no se bien si por mal tiempo o por que comienza a anochecer.
Como si los dioses quisieran ayudarme a lo lejos veo el bus aproximarse a mi parada y suspiro un poco arrepentida por querer tomar el transporte público.
Saco el morral de mis piernas para levantarme y justo antes de que pueda siquiera pensar en hacerlo una palma se posa en mi hombro imponiendo la suficiente fuerza en este para que me quede en mi lugar. Lentamente mis ojos van a la mano que toma fuerte mi hombro.
—E-eh —Mi cuerpo comienza a temblar cuando las únicas dos personas que estaban cerca de mi suben al bus. Mis ojos recorren rápidamente la calle notando que todos los que estaban desaparecieron.
—Quedate quieta —Mi piel se estremece al igual que todos los órganos en mi interior cuando su voz llega a mi, mi labio inferior tiembla y mis ojos se llenan rápidamente de agua.
Volvió...
La precion en mi hombro cesa y el bus frente a mi se mueve, mis ojos lo dejan en cambio atravesando la calle y mi cuerpo se termina de congelar cuando siento su mirada sobre mi, allí estaba él del otro lado, solo mirandome.
