Capítulo 1: Refugio

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Le habían dado el título de delegada por supuesto, posiblemente para que así ella pudiera tener su propia habitación para ayudar con los planes de la Orden. O tal vez era para que ella tuviera cierta libertad para encerrarse ella misma en la biblioteca por la noche con las esperanzas de ayudar a la causa. O alomejor era porque ella era la infame amiga de Harry Potter y se suponía que tenía que proporcionar un símbolo de esperanza a las pobres almas que acechaban Hogwarts. Fuera lo que fuera, ella se sentía agradecida de poder ayudar, pero habría preferido quedarse con Ron y Harry.

Michael Corner era delegado, pero ella nunca averiguó porqué había sido escogido. Alomejor era solamente porque había sido prefecto y miembro del Ejercido de Dumbledore, pero dudaba que el estuviera haciendo mucho de cara a prepararse para la Orden. Ella podría haberle preguntado a él, por supuesto, o incluso intentar tener una conversación con cualquiera de los otros estudiantes, pero la única persona que la que realmente hablaba estos días era McGonagall. Estaba demasiado ocupada, demasiado inmersa en su desesperación por ayudar.

Su dormitorio de delegada se sentía vacío. Hueco.

Cerca de la torre Gryffindor, estaba su habitación, con una pequeña cocina, un pequeño espacio habitable, el baño y otra habitación. Habitación que Harry probablemente habría ocupado si hubiera sido elegido delegado. Corner tenía su propia dormitorio cerca de la torre Ravenclaw y ella se sentía agradecida por ello. Si se iba a sentir enfadada o ansiosa sobre el estado del mundo, no quería que nadie más salvo Harry y ron lo supieran.

Pero, como había notado tantas veces, ellos no estaban aquí. Ellos le enviaban una carta cada quincena, con cuidado de no enviar demasiadas lechuzas en caso de eso alertara a Voldemort de su caza de Horrocruxes.

Asi que, sí. Las cosas estaban mal. Notablemente mal.

Tan mal que las palabras que tenía delante se deslizaban sobre su cerebro escapando de su atención. Había pasado medianoche cuando hizo su camino hasta la biblioteca para su investigación de los Horrocruxes otra vez, estimulada por su insomnio apasionado.

Eran fácilmente las dos de la mañana ya. El lugar estaba obviamente vacío, y solamente el débil resplandor de su Lumos daba alguna indicación de vida entre el laberinto de estanterías de libros. Ella se frotó sus ojos depravados de sueño e intentó concentrarse en las letras borrosas y formas, pero era difícil.

''Bien'', murmuró para sí misma, arrastrando las yemas de los dedos bajo la frase para mantener firme su mirada. ''El primer mago conocido en crear un Horrocrux fue Herpo el asqueroso, y solamente pueden ser... ''

Mierda...

Ella ya había leído esa frase dos veces.

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''Estás loco'' le espetó duramente, deteniéndose en seco. ''No sé cuál de tus disparatadas pociones te has bebido, pero no hay manera de que yo vuelva aquí''.

''¿Y supongo que tienes una mejor idea?'' Snape se giró lentamente para enfrentar a su compañía, mirando al joven con impaciencia.

''¿Te has olvidado de lo que hicimos allí?'' le preguntó, alzando su mano temblorosa de furia indicando la escuela tenuemente iluminada. ''Me matarán en el maldito lugar si pongo un pie en ese sitio''.

''No tenemos tiempo para estas discusiones, Draco'' dijo el exprofesor con cara de desprecio, agarrando la parte trasera del cuello del joven mago. ''Hice un voto para protegerte y este es el único lugar donde estarás a salvo''.

''¡Suéltame!'' siseó, luchando contra el agarre según Snape marchaba hacia Hogwarts. Intentó cavar sus talones en el suelo y quitar la mano de su túnica, pero fue inútil. '' ¡Tú, escoria, traidor a la sangre!''.

ISOLATION | Dramione - TraducidaWhere stories live. Discover now