—¡Vaya, ni siquiera me lo digas! Camila y yo vimos la película ayer y nos quedamos hablando hasta tarde, tanto tiempo que no hacíamos eso.

—Y no me llamaron por qué motivo, ¿Eh? — Preguntó terminando los sándwiches de sus hijas.

—¡Te fuiste a dormir, mujer! — Los ojos de Emeraude se entrecerraron, haciendo reír a Michelle. — Hazme un sándwich también. — Pidió su esposa.

—Abusada. — Michelle se rió mientras la más joven le hacía el sándwich.

—Pero como decía, es tan madura en las conversaciones, ha crecido mucho y esta distancia de su universidad me mata. — Suspiró tristemente ante el hecho.

—Lo sé, Mi, pero es necesario. Pronto volverá y estaremos más juntas.

—Eso si su nueva novia se va, ¿No? — Picó la mayor.

—Michelle, hemos hablado de esto. Intenta controlar tus celos, esta es la primera vez que nuestra hija está feliz y enamorada, vamos a apoyarla, ¿Vale? — Emeraude puso el sándwich de su esposa en un plato y se lo dió.

—Necesito conocer a esta chica, no quiero que nadie lastime a Camila, sabes más que nadie que tiene inseguridades y no quiero que se vuelva a cerrar. — Emeraude se sentó junto a su esposa.

—Lo sé, amor, pero tenemos que dejar que ella decida eso, que ella experimente eso, lo único que depende de nosotros en este momento, es estar con los brazos abiertos para cuando lo necesite. Ya sea con el corazón lleno o roto — Dijo mientras la otra mordía el sándwich. — Ya es adulta y tú misma dijiste que está madurando, estoy segura de que no traería a nadie a nuestra casa si no fuera de fiar y responsable.

—Tienes razón. Es solo que es difícil ver a mi princesita crecer y ser vulnerable a lastimarse con alguien.

—¡Qué protectora es esta mujer, Dios mío!

Michelle se rió levemente mientras terminaba de comer y luego se acercó al fregadero.

—¡Sabes que siempre estuve celosa de Camila y cuando empezamos a salir tú también lo estabas! Incluyéndome a mí. — Dijo mientras lavaba el plato. – Seguías diciendo que quería robarte a tu hija.

—¡Qué mentira, Michelle! — Se levantó. — Yo nunca dije eso. ¡Solo dije que siempre quisiste mimar a la chica porque así pediría verte!

Michelle se rió. Eso era cierto. Le encantaba darle regalos a la pequeña y ver su hermosa sonrisa de felicidad dirigida íntegramente a ella. Sin embargo, mimarla también trajo puntos positivos con Emeraude, quien era la mujer que le interesaba mucho en ese momento y a quien le costaba convencerla de que estuvieran juntas, ya que decía que era heterosexual.

—El mundo le pertenece a los inteligentes, cariño.

Emeraude se rió del rostro de su esposa y la besó rápidamente con afecto. Michelle apretó la cintura de la mujer frente a ella y terminó con un mordisco en los labios. Incluso después de años juntas, Michelle seguía tan enamorada de Emeraude como al principio de la relación, quizás incluso más que antes, ya que nunca había vivido un amor tan fuerte y puro.

—¿Prometes que te comportarás cuando llegue Lauren? — Preguntó la esposa en forma de pregunta.

—Prometo intentarlo.

—Michelle...

—Te lo prometo, amor. Voy a esforzarme en darle crédito, ¿De acuerdo? Pero eso no significa que no podamos asustarla un poco... Solo por diversión.

—¡Eres terrible, Michelle Cabello! — Emeraude le arrojó el paño de cocina.

—Cambiando de tema, amor, ¿Qué piensas hacer para el nuevo año? — Michelle aprovechó el trapo para secarse las manos mojadas.

Strangers (Camren) - TraducciónWhere stories live. Discover now