"DIECISÉIS"

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"La niña"


"Te amo"

Esa simple y poderosa frase. Misma frase que no pudo decirle a la joven a quien el ahora ama, ¿Pero por qué se le era tan difícil decírsela? Solo era decir "_____ te amo" pero para ello ya era demasiado tarde para decírselo.

Ella había muerto. Ella al igual que Nadja murió y el no pudo hacer nada para evitarlo, porque tuvo que abandonarla, le sucedió lo mismo que a ella, al besarla ella murió... ¿Acaso él no podía ser feliz?

El dolor que el sentía no había comparación... Dos veces... Le había pasado dos veces, cada vez que él amaba alguien, ese alguien moría...

- ¿Gowther? Estas con nosotros-el hablar de Merlín lo había sacado de sus pensamientos, estaba tan sumido a estos que no presto atención a lo que le decía hechicera. El solo asintió sin saber de qué hablaban-Decía que ya estamos por llegar.

La azabache no le protestó ya que sabía lo que le sucedía al muñeco. Hace ya unas semanas se habían enterado del ataque de los demonios en el pueblo e la tuerta, y todo empeoró al enterarse que de aquella masacre no había ningún sobreviviente.

La mujer solo suspiro decaída y dejo al mueco quien ya se encontraba sumido en sus pensamientos nuevamente.

A todos los pecados les dolía la perdida de la hibrida, a pesar de no llevarse bien con ella, jamás hubieran querido que muriese y cuando se enteraron de la tragedia el dolor y la angustia los rodeo, pero los más afectados por la noticia habían sido Gowther, Merlín y Meliodas...

(...)

En un intento de escapar del capullo Meliodas abandona sus sentimientos y el modo ataque aparece, Merlín en un movimiento rápido encerró a Meliodas junto a Escanor, que intentaría derrotarlo a pesar de la gran diferencia de poder.

Mientras un combate se originaba entre ellos, a lo lejos el resto de los pecados lidiaban con Melascula-el mandamiento de la fe-quien estaba convertida en una serpiente gigante.

Gowther se distrajo del combate al sentir otra presencia igual o más poderosa que el mismísimo Escanor, pero aquella presencia no era la de su capitán, esta era diferente, el con solo sentirla causaba un escalofrió en su ser... Hasta que encontró al dueño e aquel poder devastador.

A fuera del cubo perfecto se hallaba una pequeña niña que no parecía tener más de diez años, era una pequeña de unos ocho o siete años, de alguna forma se le hacía bastante familiar aquella pequeña quien observaba la batalla, cuando la pequeña, volteo a verle ahí la reconoció, era la misma niña a quien hace ya varios siglos le había borrado la memoria, pero era imposible que aquella niña siguiera con vida.

Hasta que se dio cuenta del gran parecido que tenía la pequeña con su amada, "¿_____?" murmullo al reconocerla.

- ¡Gowther! -el llamado auxiliar de Merlín lo devolvió a la batalla desviando la mirada de la pequeña, pero cuando la regreso para verle de nuevo, está ya no estaba- ¡¿Estas o no con nosotros Gowther?!

El muñeco dejo de lado el tema de la niña y ataco a Melascula desactivando todo su sistema nervioso. Ya derrotada dirigió su mirada hacia a donde había visto a la niña, y ahí estaba ella, la pequeña apoyaba a gritos al rubio, al verle mejor el cuerpo de la pequeña se percató de una marca en su pecho, era la del mandamiento del reposo... Acaso _____ era ahora un mandamiento, ¿Cómo era eso posible? Pero al parecer no era el único en notar la presencia de la niña, ya que King y Diane lo notaron también al igual que la marca.

- ¡Imposible! -exclamo sorprendida Merlín.

(...)

La batalla entre Escanor y Meliodas continuaba sin arar, teniendo como público a una pequeña niña quien apoyaba al rubio a todo momento.

-Es divertido pelear contigo humano. Pero no quiero matarte, no estando mi hermanita aquí presente-decía bloqueando cada ataque que le daba e humano, el rubio saludo a la niña que se hallaba fuera apoyándole-Así que ríndete o tendré que matarte y no quiero hacerlo. No en frente de ella-espeto con firmeza.

-Me sorprende que te preocupes por una devilu...-aquello fue la gota que derramo el vaso para Meliodas. Que sin dudarlo le ataco para matarlo atravesándolo con su espada clavándosela en el pecho.

-No se te ocurra volver a llamarle de eso modo a mi hermana-le susurró al oído sacando la espada de su pecho-Lamento que hallas tenido que presenciar esto-se disculpó acercándose a una de las paredes para así poder hablar mejor con la niña quien mantenía su mirada neutral sin demostrar sentimiento alguno-Pronto regresare con ustedes, así que eres libre de irte-la pequeña solo asintió y desapareció entre la oscuridad.

(...)

La castaña regreso a Camelot regresando así a su forma original, el azabache y el albino veían a la joven como leía atenta un libro. Ambos veían a la joven atentos esperando a que ella les contara lo sucedido, pero ella se mantenía atenta leyendo aquel libro.

Ya hacia unas semanas que la joven se le había concedido el mandamiento de la pereza, aquel hecho fue gracias a que la joven se encontraba sumida en la oscuridad, y aprovechando aquello la joven es ahora un mandamiento, pero para que aquella joven fuera absorbida por completo por la oscuridad, perdió su ojo el cual hacia que no perdiera sus sentimientos y su humanidad, ahora era aquel ser lleno de maldad que vio el rey demonio en ella cuando apenas era una beba. Y ahora utilizaba una venda para cubrir el vació de su mirada, pero a pesar de no tener ojos podía ver.

El carraspeó del albino provoco que ella desviara la mirada de su lectura y viera a sus hermanos quienes la veían con el ceño ligeramente fruncido. No podían molestarse con ella, después de todo ella era su única hermana.

-Meliodas está en modo ataque-respondió tranquila, pero sabía que aquello no era suficiente para ellos-Y esos pecados vencieron a Melascula y se dirigen hacia acá-explico restándole importancia al tema.

Ambos asintieron gustosos, de una forma u otra el "traidor" llegaría a ellos.

- ¿Cómo fue posible que viviéramos sin tu ayuda hermanita? -alago a la joven apretándole el cachete.

La joven cansada de utilizar aquella ropa que le había robado al muñeco, con un ademan de su mano su vestimenta cambio despareciendo así a la blusa que utilizaba cambiándola a unas vendas que cubrían sus pechos sin las botas y solo con el pantalón negro largó, que le quedaba como decía la palabra, largo. Pero a quedar con aquellas prendas que no tapaban mucho termino recibiendo reprimendas por parte de sus hermanos.

- ¡Cúbrete! -le gritaron ambos al unísono.

Ella solo rodo los ojos y desapareció en la oscuridad.

Camino entre la oscuridad hasta que llego a una sombra en el sombrero del jabalí, desde allí ella controlaba lo que estos hacían, aquello había sido un mandato de su hermano.

Quien aprovechaba la habilidad de ella de movilizarse atraves de las sombras sin que alguien note su presencia en el lugar, utilizándola así para que ella vigile cada movimiento que hacían los pecados.

Y aquello le molestaba, se había unido a los mandamientos para no volver a verle a la cara aquellos quienes la abandonaron en aquel bosque y pese a ello la muerte de su abuela fue asegurada.

- ¿Díganme que no fui el único que vio una niña fuera del cubo? -se atrevió a preguntar King. Quien temía que la respuesta a su duda fuera positiva.

-Me temo a decir que si-respondió Merlín-La niña a quien supongo que todos vimos era..._____...-al escuchar aquel nombre un escalofrío recorrió por el cuerpo de todos los presentes-Y no solo es que ella aún vive...Ella ahora es miembro de los diez mandamientos, el reposo...

¡El Lobo Del Rencor!        "Gowther X Tu"On viuen les histories. Descobreix ara