Tras un robo en la taberna "El sombrero del Jabalí" es encontrado el octavo pecado capital, pecado el cual solo era conocido por Merlin y Meliodas....
Tras al aparición de este octavo pecado el rumbo de la historia cambio conceptualmente....
El muñeco pelirosa observó con detenimiento a la tuerta, luego de salir de su encantamiento y de fallar en su intento de escape, veía como la joven se echaba la culpa por la muerte de sus compañeros, se acercó a esta, confundido por como se insultaba a ella misma la cargo entre sus brasos a estilo princesa, colocó su mano en la frente de ella haciendo que se durmiera y dejara de pensar en la ocurrido.
El no lograba comprender sus acciones, pero cargo a la joven tuerta hacia el castillo, seguido por el rey y la princesa, estos iban con el sólo para solicitar ayuda para sus amigos.
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La castaña había despertado, ella se tocó su ojo hueco, había perdido el ultimo de sus ojos de cristal que le había obsequiado Merlin, suspiro agobiada y colocó una venda sobre este ocultando el agujero.
Observó confundida su cuerpo el cual estaba al desnudo, con algunas vendas en este, chasqueo la lengua molesta, tomó las sábanas y las puso alrededor de su cuerpo, ya no tenía ropa, y estaba demasiado cansada como para conjurar algo de ropa.
Y con las sábanas rodeándo su desnudó caminó por los pasillos del palacio hacia a donde ella lograba sentir la presencia de sus amigos, esperanzada ingreso a la habitación encontrándose a todos, vivos, heridos estaban, pero con que estuvieran con vida era suficiente para ella.
- ¿Z? ¿Que haces tapandote con una manta al igual que Gowther? -preguntó pícaro Meliodas subiendo y bajando las cejas.
-Estamos desnudos-respondieron ambos al unísono, a diferencia que a Gowther que mostró su cuerpo desnudó, ella ya tenia energía suficiente y conjuro su ropa, al percatarse de que Gowther estaba desnudo y exhibiéndose, desvío la mirada sonrojada y conjuro algo de ropa para el muñeco.
-¡N-No puedes mostrar tu cuerpo así!-le reprendió la castaña, todos rieron por la acción de la ojicafe.
Gowther ladeo la cabeza a un lado al no comprender los actos de la chica, le parecía curioso como actuaba, y había algo en aquella tuerta que hacía no poder dejar de verla.
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