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Pasaron algunos meses después de su ida a Jeju, todo había marchado con normalidad a su regreso, las empresas, amigos, salir algunas veces con Jane e incluso, algunas miradas furtivas a algunas personas.

Pero...

No se hablaban más.

Ellos no se hablaban más.


— Señor Opas-aimkajorn, ¿Me está poniendo atención? Estaba hablando sobre la nueva casona.– le llamó.

Parpadeó un par de veces— Lo siento, Señora Yu, estaba pensando en cosas del empleo.–

Ella asintió y retomó su asiento— Como decía, su hermano, el Señor Zee, está planeando expandir la casona principal, donde usted vive– señaló– Para poder tener más espacio para futuras generaciones, poniendo en cuenta que el Señor Zee y la Señora Mild esperan un primogénito.–

Por un par de segundos pareció pensarlo, analizaba bien la situación.

Zee algo quería, pura mierda que estaba intentando "expandir la casa a futuras generaciones", él lo sabía, sabía que jodidamente algo quería.


— Seguro, ¿Y yo qué? No quiero ser grosero, pero, ¿Donde estoy yo en esos planos?– preguntó.

La mujer acomodó sus anteojos y prosiguió— El Señor Zee ha pensado que el Señor Win podría sentirse incómodo en ese lugar, lleno de hombres trabajando o haciendo ruido, por ello le ha pedido vivir temporalmente en su casa.–

Un ruido sordo hizo a la mujer saltar en su asiento en cuanto terminó de hablar, sujetando fuertemente el portafolio a su pecho.

— No.– soltó, fuerte y firme cuando el silencio después del golpe que dió a la mesa, se formó.

Ella titubeó— Cre-Creo que es algo que debe de consultar con el Señor, yo sólo vine a avisar.–

Bufó, pasando una mano por su cabello castaño— Pues vaya y avísele que dije no, tengo suficiente edad para decidir que hacer y que no.–

Se levantó de su asiento, hizo una pequeña reverencia— Lo que diga, Señor.– y se fue, caminando a pasos apresurados por el temor que todos los Opas-aimkajorn daban.


Botó el aire retenido en sus pulmones, desplomandose en una silla del comedor, cómo pidiendo descanso.

Era jodidamente abrumador todo lo que estaba pasando, necesitaba un descanso incluso si bien, acaba de llegar de una semana entera de relajación.

Esta vez, no sabía donde buscar su alivio pues si bien, Singto era quien le mimaba cuando se sentía así, ya no estaba...

Sintió sus ojos escocer bajó sus propios párpados pero se negó a llorar, porque tal vez, ya no quería seguir siendo débil y tal vez, estaba pensando con seriedad la idea de irse a vivir lejos de todos.































Zee pasó una mano por el suave cabello del chico, admirando su suave belleza.

— No puedo creer que tengas a tu amante en mi cama.– la dura y enojada voz de Mild le hizo alzar la vista.

No, no se sorprendió ni tampoco salió corriendo.

Tampoco él, el chico simplemente rió con sorna mientras gateaba hasta sentarse en las piernas del mayor, logrando molestar más a quien es la esposa legitima.

— Querida, bien deberías saber que Nat no es ningún amante casual, él me ha acompañado desde que llegaste a mi vida.– exclamó, sus dedos paseandose por la sedosa y lechosa piel de las caderas del menor— Además, ¿No fue sino tú quien me rogó quedarme contigo cuando nos miraste juntos? Reordena tus prioridades.–

Nat volvió a reír con más fuerza, Mild por su parte puso sus manos en su hinchado vientre de cuatro meses, jurando por lo bajo que su esposo se las pagaría y que definitivamente, no iba a dejar que su hijo naciera en tan deplorable matrimonio.

— Recuerda, Nat, que la esposa sigo siendo yo, la que manda y ordena soy yo, la que si dice te vas es porque te largas y si yo quiero, te mueres.– gruñó.

Zee sonrió, bueno, al parecer algo de si mismo se le había pegado a la mujer.

Nat gimoteó y se pegó a Zee en busca de protección.

— Y tú, Zee, te juro que más pronto de lo que crees te voy a quitar lo que más amas, no, no soy yo, ni soy tu hijo, deberías de pensar bien tus jodidos movimientos.– escupió, antes de salir de la habitación echa una furia.

Entonces Zee soltó una carcajada que hizo saltar a Nat de su lugar, mirando con un poco de miedo la cara de locos que su amante estaba poniendo en ese momento.

— ¿No tienes miedo? Ella dijo cosas serias.– murmuró.

Zee puso sus manos sobre las piernas del menor — Para nada, Mild es jodidamente débil.–





Mild soltó un suspiro ahogado cuando escuchó las palabras de su marido y de pronto, los gemidos de placer que aquel tipo daba.

Los odiaba con lo más profundo de su ser, porque la humillaban cada que estaban juntos y lo sabía, sabía que Zee estaba perdidamente enamorado de Nat y por eso nunca se dejaban, por eso aunque ella amó a Zee, seguía siendo él.


Sus lágrimas comenzaron a bajar rápidamente pero no le impidió salir de la casona, pidiendo las llaves de su auto a la sirvienta.

— Señora, ¿Está usted bien? No le vaya a afectar al bebé.– dijo amablemente, mientras le daba los metales.

Ella negó, sorbiendo su nariz— Nada en este mundo va a dañar a mi hijo.–

Salió a paso fuerte de la casa, por el camino de piedras hasta la cochera iba más rápido de lo que una mujer embarazada y con tacones de aguja debería.

Que más da, hoy era el jodido día en que Zee dejaría de ser el puto amo y ella, ella sería la reina de las reinas.

Hoy, le contaría todo a quien se merece la verdad.



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NOOO Y AGARRENSE QUE VIENE MÁS DRAMA AKDBSKJSSJ

YA SÉ Q DIJE Q NO SÓLO IBA A ESCRIBIR BW PERO - 😔😔😔😔 AKBFSLJW NO PUEDOOO ES Q PIENSO EN ALGUNA TRAMA Y DIGO "KQDHSKJ MIRA ES BRIGHT/WIN" qkdbskj

equis denle amorcito a mi nueva historia, se llama "Yoru ga akaeru" reconocen el nombre? akjfks 🙏🙏🙏

equis les amo mis priches 🖇️

BabiisMew 🐤

FADÓ ©Where stories live. Discover now