Tenerte cerca » Jumin Han x MC, Mystic Messenger

Capítulo 3

Capítulo 3 > A pleasure

Nueve en punto de la mañana, apenas iba despertando. No me sienta tan motivada para empezar el día. Más aparte hoy era la junta con C&R. Me levanté de la cama y me prepare un café. Pensaba llegar a la C&R yo sola. No quería ir a la oficina.

Cheque mi teléfono y tenía tres llamadas perdidas de Yoon. Desde las siete y media de la mañana.

Le regrese la llamada a lo cual contesto enseguida.

—¿Sí?

—¿Por qué carajos no contestas mis llamadas?

Fue lo primero que dijo.

—Tiene un rato que me desperté —esa fue mi excusa.

—Son las nueve de la mañana, hace una hora tenías que estar en la oficina.

Me reclamó.

—No tenía ánimos de ir, pero nos veremos en la junta de las cuatro.

—De acuerdo.

Se rindió muy fácil.

Hablamos un poco más y después colgamos la llamada ya que tenía que preparar documentos para la junta.

Decidí escoger mi ropa para tener todo listo. Pero no me decidía por cuál.

Una semana antes de que Jen se fuera. Me dijo que tenía que remodelar mi guarda ropa, ahora todo era tan formal pero elegante, sinceramente me gustaba. Pero no sabía que escoger.

Al final escogí una prenda de ropa formal, era un pantalón de vestir color negro, una camisa de manga larga con cuello en V. Lo complemente con una abrigo de cuello en V color negro, para al final ponerme unos tacones que hicieran juego. Arregle mi cabello como normalmente lo hago.

Claro que no había mucho que hacerle ya que lo tenía un corte de cabello bastante corto, con unos mechones largos al frente. Me v en el espejo y parecía alguien más, hace unos años llevaría ropa más colorida y mi cabello largo con flequillo.

Me gustaba, me siento a segura y muy tranquila.

Eran las doce de la tarde, aún faltaba algo de tiempo para la junta.

Una llamada de Skype estaba entrando desde mi laptop, v el nombre y era Jen. Contesté su llamada, y ahí estaba mi hermano, sonriendo como siempre lo hacía. De su parte ya estaba oscureciendo.

—MC.

Fue lo primero que dijo y me sonrió mucho más.

—Jen —le sonreí de vuelta— ¿Cómo va tu segundo día en Los Ángeles?

—¡Maravilloso! —exclamó aún sonriendo—, todo es grandioso, los orientadores, los profesores y mis demás compañeros.

—Me gusta oír que te estés adaptando fácilmente.

Me hubiera gustado no haberlo mandado tan lejos.

—Aunque me hubiera gustado tener un compañero de cuarto —lo noté un poco molesto con la decisión que había tomado sobre eso.

—Si gustas, puedo hablar con los orientadores, para que te asignen un compañero si tanto quieres uno —sus ojos se iluminaron y sonrió.