Capítulo 12

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Trataste tan duro ser alguien,

Que te olvidaste quién eres,

Trataste de llenar algún vacío

Hasta que tu sombrero se derramó,

Ahora todo está tan lejos

Que no sabes dónde está.

Tú eres

Todo lo que quieres,

Y todo lo que tienes,

No parece ser mucho

Para que lo puedas retener,

Para que lo puedas retener

Para que le puedas pertenecer...

"Hold On" Jet

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"- y Ron me envió un perfume para Navidad!"

"¡¿Un perfume? ¿En serio?"

"¡Lo sé! Eso significa que vamos en serio. "

"Definitivamente, el perfume es un regalo muy íntimo."

"Lástima que huele a hipogrifo húmedo..."

Hermione Granger mantuvo la mano congelada en el pomo de la puerta, pero soltó el baúl que había estado arrastrando por las escaleras. De repente, no tuvo absolutamente ningún deseo de entrar en el dormitorio.

Con sumo cuidado hizo su baúl a un lado para que nadie se tropezara con él, y comprobando que estaba cerrado con llave, se retiró por las escaleras. Aún estaba vestida con su ropa de invierno, así que se colocó la bufanda sobre su hombro y salió de la sala común; se dirigió a las puertas principales y no fue hasta que salió al fresco viento de enero, que dejó escapar un largo suspiro. Se detuvo y miró hacia el cielo.

Así que Ron le había comprado un perfume a Lavender. Después de que él le había comprado su perfume la Navidad pasada. Ron había reciclado ideas; debió habérselo imaginado antes: es el tipo de cosa que un imbécil insensible haría. Otro suspiro forzado sofocó cualquier lágrima que pudiera querer surgir. No más. No iba a llorar por él por más tiempo, había aceptado que tenía que hacer esto por alguna razón. Tal vez esa razón era que, él era un completo imbécil que no merecía a alguien como ella, pero aún así debía respetarlo, si él quería actuar como si tuviera doce años, estaba bien por ella; ya lo superaría… con el tiempo.

Era bueno que sus guantes fuesen tan gruesos; los puños los apretó con tanta fuerza que, normalmente, sus uñas hubieran dejado algunas marcas en forma de media luna sobre su piel. Hermione dejó que el fuerte viento invernal despejara sus pulmones y sus pensamientos por otro momento, antes de salir caminando rápida y furiosamente. Era difícil caminar por la profunda nieve, pero Hermione se las arregló para llegar hasta la cabaña de Hagrid en un tiempo récord. De pronto sintió la desesperada necesidad de una amigable compañía.

"¡Hermione!" Hagrid sonrió cuando abrió ligeramente la puerta para ver quién era. Tiró de la puerta dándole el ancho suficiente como para permitirle pasar. "¡vamos, entra!" Hermione obedeció y se dio cuenta que él miró a su alrededor en la nieve para ver si alguien más se les uniría. Tal vez tenía la esperanza de que Harry y Ron la acompañaran, aunque ella lo visitaba de vez en cuando por su cuenta. Hagrid cerró la puerta detrás de ellos. Después de darle una cariñosa palmadita en la espalda que casi envió a Hermione contra la pared, Hagrid se dirigió a la mesa para recuperar la tetera de agua. "¿Te gustaría algo de té?"

Hermione Granger y El Príncipe MestizoWhere stories live. Discover now