Hermione Granger y El Príncipe Mestizo

Capítulo 7

La verdad brota de la discusión entre amigos

- David Hume

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Cuando Ron Weasley, la noche del lunes escuchó que el agujero del retrato se abrió, levantó la vista de su tarea, echó una mirada a Hermione Granger, y soltó una carcajada antes de gritarle desde lejos: "¿Y qué has estado haciendo?"

Hermione hizo una mueca al decirle adiós a Neville y se cruzó hasta la mesa de Ron en la sala común. La Profesora Sprout les había pedido a ella y Neville que fueran a ayudarle después de la cena. Uno de los Snargaluff , por desgracia había muerto y por ello la profesora Sprout se había visto obligada a llevar otro al invernadero. Necesitaba estudiantes que entendieran bien cómo contener y aplacar a la planta cascarrabias; y por eso llamó a los dos más brillantes estudiantes de EXTASIS. Sabiendo que iba a ser un trabajo extenuante y sucio, Hermione se vistió apropiadamente, pero ahora sabía que tenía que ser todo un espectáculo. Se había recogido el pelo en coletas que ahora se estaban deshaciendo terriblemente, sus pantalones de mezclilla estaban manchados de barro, y su vívida camiseta naranja ahora tenía una rasgadura en la manga izquierda. Ron se inclinó hacia adelante para tomar el dobladillo de la camisa entre sus dedos con una gran sonrisa, mientras, Neville los observaba cuando se dirigía a cambiarse en el dormitorio de los chicos. "Bonita camisa", bromeó con buen humor.

Ella cambió la expresión de su cara. Ron le había regalado esa camiseta en la Navidad de cuarto año: Una camiseta de Quidditch de los Chudley Cannons, de algodón y brillante color naranja. Parecía infinitamente contento de que ella la llevara. No sabía que durante el verano, cuando estaba en casa y lo extrañaba terriblemente, siempre se ponía esta camiseta. Ella, por supuesto, se aseguraba de tener el cuidado de usarla en los días que sabía que ningún muggle vendría a su casa, pero Hermione siempre se las arreglaba para encontrar el momento de observar la camiseta, sonreír y pensar en Ron.

"¿Ya se fue Harry con Dumbledore?" preguntó para distraerse del hecho de que Ron estaba todavía tocando el borde de su camiseta. Una visión muy traviesa de Ron rasgándole la camisa amenazaba con invadir su imaginación, y no quería ir allá todavía; no tenía el tiempo para perderse en un sueño.

"Sí. Se acaba de ir hace unos minutos". Ron deslizó su silla más cerca para poder permanecer sentado y seguir tocando la tela de la manga, rozando el desnudo hombro de Hermione en el proceso. "Querrás arreglar eso", aconsejó con esa sonrisa terriblemente maravillosa que permanecía en su rostro. "Con eso de que es tu camiseta favorita y todo el asunto."

"Sí, por supuesto, es por eso que la llevaba esta noche, sabiendo que iba a ser atacada por arbustos y plantas," dijo Hermione con sarcasmo, de alguna manera manteniendo seriedad en su cara. Ron no tenía absolutamente ninguna idea de los muchos estragos que su simple gesto había causado en el estómago, corazón y las hormonas de Hermione.

Ron finalmente decidió que ya era suficiente y deslizó la mano por su brazo. Por un emocionante momento, Hermione pensó que iba a tomar su mano, pero en cambio, dejó los dedos en su muñeca para poder guiarla hasta la silla vacía que se encontraba a su lado. "Ya era hora de que llegaras", le dijo con severidad fingida. "Ese ensayo de Encantamientos es una pesadilla y no tengo al 'Príncipe' para que me ayude -" Él se apresuró a continuar cuando captó la mueca de desaprobación de Hermione ante la mención del Príncipe Mestizo. "Así que, realmente necesito su ayuda."

"No puedo", intervino Hermione en tono de disculpa. "Tengo que estar en la fiesta de Slughorn a las ocho y media. Probablemente llegaré tarde." Una punzada de irracional culpa la asaltó al ver que la cara de Ron decayó con honesta decepción. "Pero te puedo ayudar cuando regrese -"