Era gracioso, Hermione pensó cuando se sentó en silencio junto a Ron. Tantas cosas habían cambiado desde la última vez que había estado bajo este árbol. La noche en el Ministerio les había cambiado de manera irrevocable, y se había cambiado el curso de la guerra también. Pero gracias a Merlín que algunas cosas nunca cambian, como Ron siendo un Patán, o sus sentimientos hacia él. Algunas cosas eran demasiado perfectas, demasiado correctas como para cambiar.

Ron no se había percatado de su presencia, y seguía mirando a lo largo de las plácidas aguas del lago. Su dedo estaba cavando en el suelo y ausente extraía trozos de tierra que lanzaba hacia el lago. A Hermione le recordó la forma en que Harry había clavado tan violentamente sus dedos en el borde de su colchón, la primera vez que lo había visto después de su accidente. Los dedos de Ron estaban ahora cubiertos de polvo y suciedad, y Hermione no pudo contenerse de cerrar el puño alrededor de su muñeca en una súplica silenciosa para que parara. No creía que estaba en lo correcto si hablaba todavía, algo le dijo que se mantuviera en silencio hasta que Ron se sintiera listo para romperlo. Ron se puso rígido a su tacto, y después de un largo momento de fijar la vista en los dedos sobre su muñeca, tiró para liberar su mano, pero no enterró sus dedos en la tierra nuevamente.

"Realmente comenzó ¿no es así?" Ron finalmente habló.

"Sí" respondió Hermione en voz baja.

"Quiero decir, yo sabía que había empezado, obviamente", continuó Ron, "pero yo..." calló y miró suplicante e impotente hacia ella. "¿Me entiendes?"

"Sí" repitió Hermione

Ron miró hacia el crepúsculo, su mandíbula apretada con fuerza. Hermione quería apoyarse en él como lo había hecho a menudo en las noches que se había quedado hasta tarde en el ala del hospital o como cada vez que durante el día dejaba su cama para sentarse en el borde de la de ella, para poder tener una conversación normal y poder mirarse el uno al otro; gritar por encima de la cortina que dividía, les molestaba al extremo. Pero no podía, todo lo que había ocurrido en el ala del hospital le había parecido casi como un sueño. No era real porque toda la situación había sido tan terrible y surrealista. Encajaba en el libro de reglas no escrito de la buena-forma-de interactuar-de-Ron-y-Hermione, el que sólo debiera sentarse en silencio con él y ser una buena amiga apoyándole. Así que eso es lo que hizo.

Ron finalmente se relajó un poco. "Vamos a ganar, ¿verdad?" dijo con una voz llena de esperanzado optimismo que Hermione casi no tuvo el corazón de romper. Pero al mismo tiempo, no podía mentirle. "Quiero decir, tenemos a Harry, y la Orden, y todo, y vamos a estar bien, y ganar esta cosa, ¿verdad?" Hermione mordió la parte interior de su labio y bajó la mirada hacia su regazo. "Vamos a ganar, ¿verdad?" Ron repitió desesperadamente. Hermione finalmente tuvo el coraje de mirar hacia arriba, pero la seriedad, la expresión de súplica en su rostro detuvo las palabras que iba a decir y las transformó en silencio, abriendo y cerrando la boca. "Dime que vamos a ganar", ordenó Ron.

"No puedo", Hermione por fin habló de mala gana. "No sé si vamos a..."

"¡Tenemos que hacerlo!" Ron intervino con tanta fuerza que Hermione estaba un poco más que desconcertada. Ron se miró al instante algo decepcionado consigo mismo, y de hecho enterró el rostro en sus manos, con sus dedos agarrándose el pelo.

"Oh, Ron" suspiró. No pudo evitar acercarse más y frotarle la espalda en tranquilizadores círculos. Esto le dio tiempo para frasear cuidadosamente en su cabeza lo que quería expresar a su mejor amigo. "Ron, yo no voy a mentirte. No sé si vamos a terminar ganando esta guerra. No puedo decir que vamos a ganar. Pero no puedo creer que no lo hagamos. He visto a lo que nos hemos enfrentado y creo que podemos apostar a lo que tenemos a nuestro favor. Contamos con Harry, tenemos a Dumbledore, tenemos la Orden, y hay personas como tú y como yo que están dispuestas a llevar esto hasta el final," Hermione dejó de frotar a Ron, pero mantuvo su brazo presionado contra su espalda. "Mientras tengamos esas cosas, la esperanza, la fe, y la confianza en nosotros mismos, entonces lógicamente, debemos ganar. Voldemort no tendrá ninguna oportunidad". Hizo una pausa. "Eso es lo que yo creo que va a suceder."

Hermione Granger y El Príncipe MestizoWhere stories live. Discover now