CAPÍTULO 25 | TERRITORIO PROHIBIDO |

Comenzar desde el principio
                                    

Lo quede mirando y me subí encima de el también boca abajo, mi pecho tocaba su espalda.

— no duermas — dije acercandome a su oído.

El se estremeció y sonrió abriendo su ojo izquierdo.

— me estás asfixiando — bromeó — que pesada eres...en todos los sentidos

— ¿a quién intentas enamorar con esos piropos tan romanticos?

— a ti preciosa — respondió haciendo su voz grave.

Solte una carcajada mirandolo.

Estuvimos conversando un largo rato así hasta que volteó a mirarme y yo quede encima de el mirandolo.

— ¿sabes? nunca pensé en que estaríamos asi

— ¿así como? — pregunté confundida.

— llevandonos bien, pensé qué ibamos a llevarnos mal hasta el termino del campamento

— yo también

— eras desagradable — bromeó.

Entrecerre mis ojos mirandolo y el me abrazó casi asfixiandome.

Sonreí mirandolo en silencio y el también a mi. Sus ojos eran tan adictivos y sus labios me tentaban..El tenía esa sonrisa qué alegra tú día y una personalidad que no se encuentra en todas las personas, esa personalidad qué aunque este con los peores problemas en su vida siempre está sonriendo y haciendo bromas...no sé qué es lo qué me sucede. Lo único qué sé es qué no me quiero alejar de él. Al principio solo quería irme y no verlo más, pero ahora sólo quiero pasar tiempo con él.

Tom acarició mi cabello mientras lo ponía detrás de mi oreja, sonreí en silencio sin dejar de mirarlo. Su mano se apoyo en mi cuello y me acerco a el hasta rozar nuestros labios.

— ¿qué ¡?me hiciste? — susurro mientras nuestros labios se rozaban y nuestros ojos se entrecerraban.

No dije nada y lo besé. Él de inmediato me correspondió el beso hasta qué nos separamos para tomar aire. Nuestras miradas chocaban, encendían llamas. Por primera vez en la vida no tuve miedo, me sentía tan segura a su lado qué estaba en la cima reinando el mundo.

Tom siguió mirandome por unos segundos para luego besarme, está vez efusivamente y con pasión. Me gustaba esto.

Sus manos bajaron a mi cintura acomodandome sobre su cuerpo. De un momento a otro Tom se sentó con sus piernas abiertas y yo sobre el de frente y con mis piernas por encima de las suyas.

Sus manos en mi espalda baja me acercaron a el cautelosamente. Mis manos estaban en su cuello y cabello.. De verdad lo quería y lo deseaba.

En un segundo mi polerón estaba fuera de mi cuerpo, ambos sabíamos donde llegaríamos si no nos deteníamos.

Tom me deposito con delicadeza en el suelo y el de rodillas con ambas piernas en mi entrepierna haciendo que yo estuviera con las piernas abiertas.

Sus besos bajaron a mi cuello y apego su miembro a mi entrepierna haciendo presión, logrando un indefinido placer por encima de nuestra ropa. El se saco su polera con agilidad, dejandome ver su tonificado cuerpo y poco cansancio. Mi polera desapareció en unos segundos.

— Tom — susurré mientras el besaba mi cuello lentamente.

Él se detuvo encontrandose con mis ojos.

— ¿qué pasa? — preguntó con despreocupación.

— confio en que no dirás nada

— no juego con el territorio prohibido — sonrió de medio lado.

Sonreí en silencio y el continúo muy seguro.

Ambos estabamos en ropa interior bajo la frazada, estabamos jugando a quién soportaba más la situación al parecer...su mano bajo a mis bragas con una sonrisa coqueta, mi estómago se apretó ¿de verdad iba a hacer esto? Los bajo lentamente para luego retirarlos, tomo una de mis manos y la apoyó en el costado de su boxer.

— no voy a hacerte daño —susurró con su voz grave y un poco agitada, haciendo qué me estremeciera por completo.

Pude fijarme en que estaba a punto de explotar como yo por haber tocado su miembro. Mis manos bajaron su boxer con ayuda de el hasta que ambos estuvimos desnudos. Seguía besandome y rozandome sin adentrarse en mi haciendo qué mi cuerpo se tensara y provocandome aún más. Sus manos bajaron a mi trasero haciendo qué me levantara un poco, luego el de rodillas entro en mi con seguridad y confianza. Aquel dolor ya no existía.

No sé qué estaba haciendo, pero se sentía bien y no iba a detenerme.

Quizás desde ahora en adelante todo cambie.

(...)

— ________, despierta — susurró una voz en mi oído, Cole.

No quería despertar. La noche con Tom fue muy intensa y había quedado muy cansada y con ganas de dormir. Nos vinimos a eso de las diez de la mañana.

Abrí los ojos chocando con los de Cole.

— ¿qué pasa?

— Cheryl está llorando y no quiere hablar conmigo — contestó preocupado.

Desperté en seguida.

— ¿donde está?

— en su habitación

Me puse de pie rapidamente y camine hacia la habitación de mi amiga. Golpeé un par de veces sin conseguir alguna respuesta y entre sin pedir permiso dejando a Cole afuera y cerrando con llave. Ella estaba acostada con la cabeza hundida en su almohada aunque estaba vestida.

— ¿Cheryl? — dije acercandome lentamente.

Ella levantó su mirada y me abrazó con fuerza mientras lloraba.

— ¿qué pasó? — pregunté confundida y asustada a la vez.

___

Hola! siento la demora, estuve con asuntos familiares pero volvi y esperando actualizado pronto.

Ganar perdiendo | Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora