Mangel abrió la puerta de la casa con una pequeña sonrisa al ver que sus suposiciones eran ciertas, no se había querido arriesgarse a preguntarles directamente ya que no eran tan cercanos pero si Luzu y Alex que eran los que los conocían más le decian eso entonces ya no habían dudas.

Vegetta y Willy conocían a Rubius y Rubius había vivido en Karmaland.

Camino hacia la cocina encontrando a Lolito cocinando el almuerzo y a Rubius ya cambiado con ropa seca leyendo la versión en braille del libro que le había recomendado Luzu.

– Mi niña, llegas a tiempo estoy a punto de terminar – dijo Lolito que fue el primero que se percató de su presencia a lo que asintió y se sentó a la par del híbrido.

– ¿Estuviste fumando? – preguntó el teñido olisqueando un poco el aire sabiendo ya la respuesta.

– Lo sigo intentado – se excusó rápidamente levantando las manos.

– ¡Todo listo! – dijo Lolito sirviendo los platos al frente de cada uno para que comenzara a almorzar la lasaña que había hecho.

Comenzaron a comer tranquilamente entre una que otra anécdota graciosa hasta que el pelirrojo se dio cuenta que Mangel casi no había probado bocado y el teñido sintió por su olor que algo lo preocupaba y detuvieron la charla.

– ¿Hay algo mal con la comida? – dijo Lolito tomado la mano de su esposo a lo que este negó inmediatamente.

– La comida está perfecta como todo lo que tu haces mi niña, es otra cosa... – dijo viendo disimuladamente al teñido que lo miraba preocupado.

– ¿Qué pasa? – pregunto este sintiéndose observado por la pareja que susurraba bastante bajo para que no lo lograra escuchar.

Después de un largo silencio en el que los nervios del híbrido solo incrementaron Mangel habló.

– Puede...que hayamos descubierto algo de tu pasado – dijo despacio Mangel analizando la cara de sorpresa del teñido al escuchar esas palabras.

El teñido analizaba lo que acababa de escuchar, se sentía aterrado y emocionado por partes iguales. Después de 4 años de buscar algo de su vida  antes del "accidente" por fin tenía algo a lo que aferrarse no le importaba que tan pequeño fuera ocupaba saberlo.

– ¿Qué..es? – su voz tembló más de lo que esperaba y se acercó a la pareja tomando una mano de cada uno sintiendo como su pulso temblaba.

– Viviste en Karmaland....no estamos seguros de cuánto tiempo o en qué momento pero creemos.....que Vegetta y Willy te conocen de antes del accidente – el teñido soltó las manos de los contrarios y se dejó caer en su silla y una sonrisa se apareció en su rostro, había sido más de lo que esperaba obtener.

Sintió como si todo tuviera sentido al fin, el porque conocía tan bien esas calles, el porque el lugar le traía nostalgia, el porque podía escuchar a los Dioses siendo un extranjero, el porque ese lugar le traía por alguna razón una sensación de calidez, como si depues de mucho tiempo por fin hubiera llegada a casa.

Lágrimas de felicidad comenzaron a caer por sus costados y su sonrisa no hacía más que alargarse hasta que recordó un pequeño detalle que hizo que su emoción se detuviera, Vegetta y Willy lo conocían, Vegetta y Willy lo ignoraban, Vegetta y Willy evitaban hablarle siempre que podían, Vegetta y Willy no querían estar con él.

¿𝚀𝚞𝚒é𝚗𝚎𝚜 𝚜𝚘𝚗? | RuwigettaWhere stories live. Discover now