¿𝚀𝚞𝚒é𝚗𝚎𝚜 𝚜𝚘𝚗? | Ruwigetta

¿20?

– ¿Ya me van a decir qué les ocurre o tengo que seguir fingiendo que no están actuando extraño? – dijo Luzu en un tono tranquilo ocasionado que Vegetta y Willy casi se ahogarán con el té y el café que estaban tomando respectivamente.

El castaño los había invitado a tomar algo a su casa, sabían que algo estaba tramando pero no podían negarse sin una buena razón, también esperaban que preguntara algo así pero nunca que esté fuera tan directo.

– ¿A qué te refieres Luzu? – dijo el albino con una sonrisa y una tranquilidad fingida dándole golpes en la espalda al azabache que todavía seguía tosiendo.

El castaño alzo una ceja volviéndolos a ver y dejando su té en la mesa – ¿De verdad creen que no me doy cuenta? Los demás podrán ser depositados pero Mami Luzu lo ve todo – dijo cruzando sus brazos esperando una repuesta.

– Perdona Luzu, pero todavía no sé a qué te refieres – dijo el azabache juzgando con sus manos, estaba bastante nervioso porque según el estaba actuado como siempre.

– Bueno seamos más directo, ¿Qué tienen con Rubius? – dijo viendo como el azabache desviaba la mirada y el albino se quedaba tranquilo como si no entendiera de que hablaba. 

– ¿Qué ocurre con Rubius? – contestó el albino tomando de su café, con una expresión de tranquilidad que le daba un poco de miedo, muy contrario al azabache que estaba jugando con sus manos mientras evitaba mirarlo a los ojos.

– Eso es lo que quiero saber, en un principio pensé que les caía mal por como lo trataron, en especial tu Vegetta – el azabache lo volvió a ver con toda la intención de negar lo dicho pero se cayó al instante recordando lo sucedido en la misión de exploción, realmente se avergonzada de su actitud y más por qué nunca pudo disculparse.

– Pero después pasó lo de la Hermandad y la aptitud de ustedes dos fue sumamente extraña, Willy estaba en un inicio extrañamente nervioso y después miraba a Rubius de forma sospechosa y Vegetta estaba demaciado preocupado y no me digas que era simple preocupación como líder porque Lolito y Mangel me contaron de la extraña escena en la que parecían que se iban a besar – el albino volvió a ver a su pareja con el ceño fruncido y el azabache parecía pez fuera del agua mientras sus mejillas se teñían de color rojo.

– ¡Eso no fue así, Lolito y Mangel están exagerando! – soltó una risa nerviosa recordando ese momento exacto y sientiendo como su novio lo mataba con la mirada.

– ¿Algo que quieras decirme, cariño? – dijo el albino con una sonrisa y el azabache volvió a reír nervioso.

– No te hagas el inocente Willy, que se que eres tú el que lleno la casa de Fargan de minas cuando esté amenazó  con explotar la nueva casa de Rabis – el albino se tenso levemente pero rápidamente sonrió y tomo un sorbo de su café.

– ¿Tienes evidencias de que fui yo? – dijo muy tranquilamente con una sonrisa en su rostro.

– Willy, tu eres el responsable del 85% de las explosiones en el pueblo, todos los sabemos – el albino simplemente se acomodó en su asiento y murmuró un "Siguen sin tener pruebas" antes de tomar un poco de su café.

– Se que no es bueno obligarlos a hablar pero su extraño comportamiento está afectando al equipo – dijo el castaño ya algo enojado, sabía que no tenía que meterse en los asuntos personales de sus amigos pero Merlon le había dicho que dentro de poco podían tener una misión un poco peligrosa y no podía dejar que eso afectará el rendimiento del grupo.

– Luzu, agradezco tú preocupación pero no entiendo porque tan estresado, si actúe mal en un inicio pero creo que eso es todo – dijo el azabache ya un poco más tranquilo y con ganas de terminar esa conversación.