La noche que te conocí©

Qué jodida loca

Beatriz

A las tres en punto de la tarde, entré a la oficina y vi a Darleen parada junto a mi escritorio, ella estaba vestida con un elegante vestido blanco y el pelo en una corona de trenzas.

—Te he escrito esta lista para que puedas repasarla después —dijo, tendiéndome una hoja de papel—, te explica casi todo lo que necesitas saber acerca de las necesidades del joven Nathan, y contiene números de mis antiguos contactos. —Señaló con el dedo—. Si tienes alguna duda, mejor que lo consultes todo con Gretta desde ahora.

Eché una mirada a la lista.

—De acuerdo —dije.

Darleen suspiró.

—Ten. —Me entregó una tarjeta personalizada con su nombre—. Ese es mi nuevo número, por si necesitas llamarme —dijo—. Me dedico a tener una vida cuando no estoy aquí, así que preferiría que no me llamaras... Pero no dudes en hacerlo hasta que te sientas segura.

La miré.

—Gracias —dije con amabilidad.

—Como sea. —Se encogió de hombros—. Es un poco revoltoso, cómo ya lo sabes. Vas a tener que ser dura con él en ocasiones si quieres darle una buena impresión a su padre.

—¿Por eso pagan tan bien?

—Por supuesto que sí. Nadie da nada gratis. —Darleen me sonrió, quizá, por primera vez desde que entré a la editorial—. Estás en un buen puesto. Y deberías saber que, si lo haces bien, podrías ganarte uno nuevo e incluso uno mucho mejor que este ¿Entiendes?

Asentí con la cabeza.

—Como tu nueva tarea, deberás hablar con el joven Nathan acerca de la cena con los nuevos inversionistas —explicó—. Lo haría yo misma pero ya no hay tiempo, ahora deberás encargarte tú.

—¿Deberé de encargarme de organizarlo todo?

—Para que no digas que soy malvada, ya he hecho la reservación en el restaurante Yonkers.