La noche que te conocí©

Tres años después

Nathan

Eran las diez de la mañana cuando llegué a casa, un piso pent-house del edificio Palace en Manhattan, Nueva York. Me serví otra cerveza y después me desplomé en un sillón con la televisión encendida. Iba cambiando los canales frenéticamente en busca de algo interesante, pero no había nada que llamara mi atención, ni siquiera estaba seguro de qué exactamente quería ver. Cuando me detuve en una película, mi padre apareció frente a mí, agarró el control remoto y apagó el televisor.

—Eso fue grosero —dije.

—Acabas de causar el peor de los escándalos en público y tú te pones a mirar la tele.

Bebí de mi cerveza.

—Y apareces amanecido, en lo que te parece una hora bastante respetable para regresar a casa, mientras que yo debo aguardar toda la noche pensando cómo solucionar tu siguiente cagada.

—De acuerdo, está claro que quieres hablar del asunto. Dilo.

Sabía que esto iba a pasar. Me constaba que esta sería una buena, porque estábamos a mitad de semana, y soy Nathan Akerman el hijo pródigo, que ha participado en una importante emisora de radio y, para mi mala suerte, la entrevista ha sido un completo desastre. Como siempre.

Toda la escena volvió a mí como una película...

El programa tuvo más oyentes que cualquier otro solo porque yo era el invitado y aun así han tenido el descaro de intentar ponerme en ridículo frente a todos.