Capítulo 8

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Al llegar a tu casa, tu madre de dijo que vayas a la cama, que ahora te daría el termómetro para que te tomases la temperatura. Tenías fiebre, pero era poca, era tan sólo 37.6 y para el dolor de cabeza, las náuseas y tu estómago tomaste una pastilla, la cual hizo efecto bastante rápido.

Unos diez minutos después de las 14:15, la hora a la que acaban las clases, oíste el timbre de tu casa sonar, por lo que, según lo que oíste también, tu madre fue a abrir la puerta. Al cabo de unos segundos, viste como alguien abría la puerta de tu habitación. Esta persona era Alba, la cual venía a traerte un poco de comida que su madre le dijo que te la trajera cuando se enteró de que estabas enferma.

Aunque no lo dijeses, estabas un poco decepcionada de que esa persona que había venido a tu casa no fuese Tsukishima, cosa que no decías por no ofender. Pero tal parece que tus ojos hablaban por sí solos.

-"Lo siento por no ser Tsukishima" Dijo Alba, dejando escapar una leve risa al final de la oración.

-"¿Tanto se me nota?" Preguntaste. Intentabas disimular lo mejor que podías, pero tal parece que no estabas consiguiendo tu objetivo.-"Lo siento".

-"(T/N), no te preocupes"-Prosigió Alba-"Eso que te pasa de querer ver a Kei en todo momento, que el sea el que siempre se preocupa por ti, o que sea el que más veces viene a visitarte, es normal. Con Yamaguchi, aunque no lo parezca, me pasa lo mismo, eso probablemente sea porque no quieres perderle, no quieres que te abandone, y a veces ser un poco posesiva está bien siempre y cuando no sea demasiado"-Se rió"-Más tarde, Tsukishima va a venir, no quisimos venir todos a la vez por el hecho de que estabas enferma y por no agobiarte. Pero a mi el hecho de que estés enferma no me impide hacer esto"-Te abrazó-"Ni esto tampoco" Te dio un golpe en la cabeza.

-"Tú eres subnormal" Dijiste riéndote.

-"Si somos"-Respondió Alba-" Bueno, me tengo que ir, Tadashi vendrá luego y Tsukishima después. Adiós puerca"

-"Adiós puerca" Concluiste la conversación.

El trato que os dabais entre vosotras era una auténtica mierda, pero a vosotras no os importaba, os tratabais así sin importar lo que pensase la gente. Sois amigas, pero hay ciertos momentos en los que no lo parece, en fin, la hipotenusa.

Aunque no lo admitieses, estabas ansiosa por que llegase Tsukishima. Tal y como dijo Alba, querías que todo su tiempo fuese ahora tuyo, poder pasar miles de horas con él a tu lado, porque te había costado mucho llegar a tener esta relación con el rubio y, a decir verdad, no te arrepientas de nada de lo que había pasado anteriormente.

Tal y como estabas deseando, Tsukishima entró por la puerta. Le saludaste con una sonrisa, gesto que él imitó.

Estuvisteis un buen rato hablando, riéndoos, haciendo algunos deberes juntos, repasando el tema e incluso leyendo. Ahora mismo te encontrabas tumbada, reposando tu cabeza sobre el regazo del contrario mientras recibías suaves caricias sobre tu cabeza proporcionadas por Tsukishima.

El ambiente que había presente en tu habitación era tan cómodo y tranquilo que sentías que en cualquier momento caerías dormida, ya que era como si pudieses hacer o decir cualquier cosa sin que nadie te juzgara. Porque, aunque no lo parezca, tenías muchísima confianza con Kei, al igual que él tenía mucha confianza en ti.

Estabas tan tranquila que, antes de caer dormida, susurraste un: "No me dejes nunca, por favor" El cual fue lo suficientemente alto como para que el fino oído de tu novio lo escuchase, y su respuesta fue:

-"Nunca lo haré, te lo prometo" Y seguidamente te dio un suave beso en la sien.

Cuando te despertaste, Tsukishima aún estaba en tu casa. Estaba en la misma posición que antes de dormirte, solo que ahora no estaba sentado, sino que estaba tumbado en tu cama con tu cabeza sobre su regazo. La imagen del rubio mientras dormía era tan tranquila y tan sincera que no pudiste evitar el hacer una captura mental del momento, para así poder conservarla para siempre.

Estabas tan concentrada observando su  expresión facial, que no te diste cuenta de cuando despertó. Él, al darse cuenta de esto, puso una pequeña sonrisa sobre su rostro y, seguidamente, puso su mano en tu frente.

-"Ya no tienes fiebre" Fue lo que dijo.

-"Gracias" Dijiste, con una gran sonrisa.

Os quedasteis un rato abrazados, disfrutando de la calidez del otro y, de vez en cuando, hablando de algo. Estuvisteis así hasta que tu madre dio unos suaves golpes a la puerta de tu habitación, indicando así que iba a pasar.

Antes de que pasara, os separasteis y os sentasteis en la cama, como si tan sólo estuvierais hablando.

-"¿Qué tal estás?" Preguntó, dirigiendose a ti.

-"Mucho mejor, ya no tengo fiebre y la cabeza me duele algo menos" Respondiste.

-"Me alegro. Tsukishima, si quieres puedes quedarte a cenar y, si no es así, cuando te vayas avisame, por favor" Comentó tu madre.

-"Muchas gracias. Y sí, cuando me vaya te avisaré" Contestó .

Realmente te gustaba la relación que tenían tu madre y Tsukishima. Ellos ya se conocías antes de que fuerais nada y, por eso, aceptó vuestra relación en el momento en el que lo supo.

Al final, el rubio se quedó a cenar y, como se entretuvo ayudandos a tu madre y a ti a lavar los platos, se le hizo tarde y su madre prefirió que, a poder ser, se quedase a dormir en tu casa.

Obviamente, tu madre dijo que no había problema. Ya estabais acostumbradas a que Tsukishima pasase la noche en vuestra casa, y a ambas os parecía bien. Tu padre, aunque no solía estar en casa por la noche por causas laborales, también permitía la estancia de tu novio en vuestro hogar, siempre y cuando fuese bueno para ti.

Stay With Me [Tsukishima Kei x lectora]Where stories live. Discover now