Capítulo 6

1.1K 81 22
                                    

Pero a la hora de regresar cada uno a su casa, Tsukishima y tú tuvisteis que volver juntos. Durante los primeros cinco minutos mantuvisteis un silencio incómodo, hasta que tu te atreviste a hablar.

-"Oye, ¿estás bien? ¿Qué te pasa?"

El silencio se volvió a hacer presente durante unos segundos.

-"Me molestó... Me molestó cuando el maldito gato me arañó y tú simplemente te quedaste mirando mientras los demás se reían de mi" Dijo él.

-"Lo siento... Te prometo que en ese momento no estaba en este mundo, estaba pérdida en mis pensamientos y no me di cuenta cuando eso sucedió" Te disculpaste con una expresión facial triste.

Seguisteis andando en un nuevo silencio hasta llegar a tu casa. Ambos os detuvisteis para comenzar un breve intercambio de palabras.

-"Adiós" Fue lo único que dijo Kei.

-"Sí, adiós" Dijiste tú seguidamente.

Kei comenzó a avanzar en dirección contraria y, al ver cómo se alejaba de esta manera, se te destrozaba el corazón. Realmente le apreciabas y no querías estar mal con él, así que no pudiste evitar correr en su dirección y abrazarle por la espalda, a pesar de vuestra diferencia de altura.

Cuando realizaste esta acción, el rubio dio un pequeño pero notorio salto en su sitio causado por la sorpresa que le provocó tu acción. Al girar su cabeza para verte, te encontró sollozando y con pequeñas lágrimas en los ojos. Por lo que, para tu sorpresa, giró su cuerpo y te abrazó también. Su expresión facial apenas cambiaba, pero no te importaba. Recibir un abrazo de parte de Tsukishima era algo que imaginaste muchas veces, pero nunca pensaste que se llegase a cumplir.

Cuando os separasteis, miraste a los ojos a Tsukishima y le dijiste:

-"Lo siento..." Intentaste retener las lágrimas, pero no fuiste capaz.

-"Da igual, solo no llores" Dijo mientras apartaba la vista y se sonrojaba levemente.

-"Gracias" Dijiste mientras una sonrisa se hacía presente en tu rostro. Te hacía realmente feliz que el rubio, de una manera u otra, se preocupase por ti.

Después de esto, finalmente os despedisteis y cada uno se fue a su casa.

Al día siguiente, fuiste a comprar unas cosas que necesitabas para clase de dibujo y, al volver, viste algo que habías querido ver desde hacía un tiempo. Eso que querías ver era, sin dar más rodeos, a Alba y a Tadashi líandose. La verdad no sabías por qué prácticamente nunca se daban muestras de afecto cuando estaban contigo y con Tsukishima, pero no era momento de pensar en eso. Lo que hiciste fue, tomarles una foto y enviarsela a Alba de inmediato.

Cuando Tadashi y Alba terminaron de hacer lo que estaban haciendo, Alba miró un momento el móvil y, en cuanto vio tu mensaje, te llamó. Hablasteis un rato mientras ella se moría de la vergüenza y te dijo que fueses a donde estaban ellos y comenzasteis a hablar.

-"Oye, al final mañana tenéis partido?" Preguntó Alba.

-"No, al final se suspendió porque el Fukurodani no iba a poder asistir, aunque desconozco la razón" Respondiste.

-"Pues me fastidia bastante, ya que a mí me cancelaron la práctica mañana e iba a poder asistir al partido. Pero lo bueno es que como mañana es tu cumple, nos podrás invitar a los tres ¿no?" Sugirió Alba

-"Supongo que sí" Contestaste.

El resto del día pasó como cualquier otro, hablaste con Alba, estudiaste, leíste y demás cosas.

Pero lo realmente importante es lo que sucedió al día siguiente, el día de tu cumpleaños. Este día estuvo realmente lleno de distintas emociones.

Alba, Tadashi, Tsukishima y tú quedasteis para veros y, mientras ibas al punto en el que os ibais a encontrar, viste a Tsukki a lo lejos. Ibas a saludarlo cuando te percataste de que estaba con alguien más, para ser más específicos con una chica.

Si no recordabas mal, era una chica de primer año, al igual que tu. No iba a tu misma clase, pero la conocías. Su nombre era Yachi y realmente nunca te has juntado con ella. No te parecía mala persona, pero simplemente te sentías mejor con tu pequeño grupo de cuatro.

Te quedaste observando lo que pasaba y, para tu sorpresa, viste como Yachi se acercaba a Tsukishima y le daba un corto beso en los labios para que después Tsukishima le dijera algo y la chica se fuese corriendo. Esto te dejó perpleja pero, como habías quedado, tuviste que acercarte a él y fingir que no habías visto nada.

El resto de la tarde pasó muy rápido y, a decir verdad, te lo pasaste bastante bien, pero la tristeza y frustración no se iban. Cuando os despedisteis, Tsukishima y tú os encontrabais volviendo a vuestros respectivos hogares cuando, de repente, Tsukishima te tomó de la mano y empezó a andar rápidamente a otra zona.

Cuando te quisiste dar cuenta, os encontrabais en una zona que tenía unas escaleras. Solo habías estado allí un par de veces, ya que ese era un lugar muy poco transitado. El rubio se sentó, por lo que tú imitaste su acción y el anteriormente mencionado dijo:

-"¿Qué te pasa?"

-"Tú sabrás" Respondiste enfadada.

Hubo un silencio incómodo entre vosotros, hasta que Tsukishima continuó hablando.

-"¿Es por lo de Yachi? Me di cuenta de que estabas allí"

No respondiste, simplemente dejaste tu mirada clavada en el suelo, lo que dio a entender a Tsukishima que estaba en lo cierto. Sin poder aguantar más empezaste a llorar y él, ignorando esto por completo, te dijo:

-"¿Por qué se supone que te molestó eso?"

-"¡¿Qué coño te importa?!" Le gritaste, ahora sí, mirandole a los ojos.

-"Si no me lo dices no puedo hacer nada, joder. Ahora dime qué narices te pasa. ¡¿Por qué te has puesto así por solo ver cómo Yachi me dió un puñetero beso?!"

-"¡Porque me gustas, joder!"

Después de esto, y antes de que pudieras darte cuenta, Tsukishima te tomó del mentón y giró tu cabeza, para que quedases así, mirandole directamente a los ojos. De repente, acercó sus labios lentamente hacia los tuyos, hasta que se acabaron juntando, haciendo así que acabaseis fundidos en un tierno y delicado beso.

En ese momento, la sorpresa que sentías era demasiada. Habías deseado que este momento llegase desde hacía mucho tiempo, pero no podías creer que realmente esuviese sucediendo.

Por otra parte, la alegría que sentías era también enorme, por lo que, dejando todas las preocupaciones y demás de lado, decidiste simplemente concentrarte y disfrutar de este dulce momento.

Al principio, el beso era tierno, tranquilo y muy suave también, pero, de un momento a otro, el beso se intensificó y se formó una batalla en la que participaban vuestras lenguas para ver quién lograba tomar el control. Esta batalla acabó ganándola Tsukishima, cosa que a (T/N) realmente no le importó.

De repente, Tsukishima mordió ligeramente tu labio inferior, lo que provocó que, involuntariamente, dejases escapar un leve gemido. Tu reacción provocó una pequeña risa pervertida en el rubio, por lo que él sujetó tu cara con ambas manos para intensificar aún más el beso y tener un mayor control de ese. Después, el rubio repitió la acción anteriormente realizada, pero esta vez mordió tu labio de una manera más intensa, lo que provocó tu misma reacción.

Realmente no querías, pero tuvisteis que separaros a causa del (maldito) oxígeno. Al separaros, acabasteis ambos mirandoos el uno al otro, con vuestros rostros totalmente rojos y con vuestras respiraciones agitadas.

-"Tu también me gustas, idiota" Te dijo él, y después de esto, no dudaste ni un segundo en abrazarle por el cuello y hundir tu rostro en su pecho. Él te abrazó también, y apoyó su cabeza sobre la tuya, quedando así, ambos disfrutando de la compañía del otro.

Después de que te calmaras, decidiste atreverte por fin a preguntar lo siguiente:

-"¿Quieres ser mi novio?" Dijiste sin apartar tu cabeza de su pecho.

-"No hacía falta preguntarlo, pero sí" Respondió a la vez que atraía más tu cuerpo hacia el suyo.

Stay With Me [Tsukishima Kei x lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora