— ¡No es lo mismo! Ellos no soltaron la plaga más grande del mundo. — Me alzo de hombros y ella se encoje en su lugar. — ¿Cómo los veré a la cara ahora? ¿Por qué nunca me lo dijeron? — Se abraza a si misma asustada y luego me mira aterrada. — ¿Eso significa que si mataste hace cuatro años?

— ¿Qué?

¿Cómo ella sabe eso?

— Hace cuatro años, pasaron una noticia sobre una chica que abrió vivo a dos políticos, y ahora qué me cuentas sobre tu familia, las mafias, y la gente del poder... tiene sentido qué ocultaran tu delito y no te arrestaran. Aunque lo de la mafia lo sabía de antes, tu familia tiene demasiado dinero.

Asiento.

— Pues si te estoy diciendo la verdad, si, fui yo. Y los otros seis de estas últimas semanas, también fui yo.

Alice deja de mirarme asustada y frunce ligeramente el ceño.

— ¿Y por qué los mataste tú?

— Porque nadie más quería hacerlo. — Tomo la jarra de zumo y me sirvo más viendo como el vaso se va rellenando.

— ¿Qué hicieron?

Dejo la jarra y le doy un trago a mi vaso mirándola a los ojos. 

Ella quiere creer que soy su amiga, y qué si hice eso, fue porque era lo correcto, quiere creer que entre toda la mierda que le acabo de contar, hay un poco de calma.

Asique le cuento. Le cuento lo qué ocurre hace años, antes de qué siquiera naciéramos, sobre la maldad humana y cómo habiendo gente con la capacidad de detenerlos, solo miran hacia otro lado. Le cuento sobre cómo me afecto personalmente, y para mi sorpresa, ella se pone a llorar tomándome una mano mientras me dice que soy fuerte por haberlo superado.

Las palabras de Henry vienen a mi mente mientras hablo con la rusa. ¿Realmente lo supere está vez?

Cuando vives mierdas así, todos te dicen que lo superaras, qué miraras hacía atrás y ya no sentirás dolor. ¿Y cómo logras eso sabiendo qué millones están pasando por eso al igual que tú?

Luego de lo que pasó con los cuatro, Ian me dio la charla sobre los hombres malos, hombres qué le hacían cosas horrendas a niños, porque estaba enfermos, me dijo que lo que pase yo, era la realidad de millones de niños alrededor del mundo... nunca entendí si quería hacerme sentir peor, o tratar de qué entendiera que yo no tenía nada de malo.

La cuestión, es que se me quedo eso metido en la cabeza, con diez años solía meterme a internet y buscar noticias sobre redes de tráfico infantil y lloraba. Ya no era solo mi dolor, era el de millones que no contaban con la suerte que yo, millones de indefensos que no tenían a un Derryl qué fuera por ellos, millones de niñas que murieron durante violaciones en vez de quedar estériles, y a los dieciséis supe qué debía hacer algo al respecto.

Hable con Ian, con Derek, pero ambos me dijeron que las redes de tráfico infantil estaban en un nivel tan oscuro dentro de nuestro mundo, qué ni siquiera nosotros podíamos hacer algo al respecto, y cuando le pedí a papa que hablara con La Elite, qué les pidiera que acabaran con eso... ellos le dijeron; "Hay un equilibrio en nuestro mundo, y ese equilibrio no puede verse afectado de ninguna forma".

A ellos no le importaban esos niños, y papá no podía hacer nada por su cuenta, ya qué cómo representante de la mafia, debía respetar todos los negocios por igual, sin importar su opinión sobre ellos.

Me rendí.

Al conocer a He, le pedí qué eliminara paginas relacionadas con todas esas mierdas, y me dijo; "Señorita Morgan, esa es una de las primeras cosas qué hago todas las mañanas mientras bebo un café". Y otra vez tuve esperanzas.

Buscando el Paraiso (+21)Where stories live. Discover now