𝘾𝘼𝙈𝙋 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈 [Pausada, editando]

Capítulo 12: Sangre

N.O.

-Yo...- No sabía que responder. Se retractaba por lo que había dicho antes.

-Olvídalo- Interrumpió Kai-, no quiero... seguir hablando del tema. Hagamoslo cuando salgamos de este infierno.- Suspiró, tal vez rogando por algo.

-Nuestra única posibilidad es que alguien nos ayude y Mira se quedó en orientación.

-Entonces observa esto, chico lindo- Alzó algo, era como un rectángulo pero no podía ver nitidamente lo que era-. Recién recuerdo que lo tenía, mejor tarde que nunca.

-¿Qué es?

-Un wokitoki, ella me lo dio antes de irnos...

Adam sintió un escalofrío. Ya no confiaba en Mira, se había comportado muy raro, haciéndole pensar que ella forma parte de los demonios del campamento. Pero era imposible, ella no tiene recuerdos como para saber de qué se trata exactamente... ¿o él se habrá equivocado?

Pero ahora, el hecho que le dio eso a Kai le hace pensar que tiene un rastreador. Es lo más lógico.

-¿Confías en ella?- Preguntó, y él contrario no respondió. Probablemente le molestó.

Escuchó unos repitequeos que producía Kai con el aparato en manos. Alzó una especie de antena metálica y rezaba a los dioses que allí adentro agarrara la señal para contactar con ella.

-¿Hola?- Hizo una pausa, esperando una respuesta del otro lado, teniendo miedo por si algo le habrá pasado mientras no estaban. Y no sólo porque ella podría salvarlos, estaba descubriendo algo. Un sentimiento- ¿Mira, estás ahí?

La señal se cortaba pero pudo escuchar unas palabras, muy a la distancia y robóticas- ¿Están... Kai... ayuda...- Se alarmó al escuchar la última palabra.

-¡Mira! ¿Estás bien? ¿Qué sucede?- Preguntó alarmado pero el cansancio en la voz se hacía inolvidable.

-No... ¿Dónde... dam... favor.- Otra vez, cortado y casi inentendible. Malditas cuatro palabras.

-Necesitamos ayuda- Prosiguió Kai, haciendo caso omiso a lo que había preguntado-... estamos en los baños de chicas. Encerrados en un casillero. Ayudanos, por favor.

-Ya... ado... ¡en- Sintió que la señal se restablecía, colocó el aparato contra la puerta de ojalata, chocando su pecho con el rostro de Adam, pero no le dio importancia-...camino!

Kai suspiró, aliviado de manera- Ten cuidado, hay soldados merodeando.

-A... entonces... yo... Skeet.

El pelirrojo frunció el ceño de nuevo. Probablemente eso fue una despedida, así que deberían de esperar. Además que luego de hablar, no se oyó nada más del otro lado.

-Me estas ahogando.- Pronunció apenas el mayor, alejando a Kai con sus manos.

-¿No quieres cambiar puestos? De verdad me hartas con tus quejas.- Dijo irritado, con el ceño fruncido y suspiró de nuevo.