Capítulo 7: Emboscada

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N.O.

Adam rió- ¿Donsella?

-Sí, ya sabes. Por dios, es mi frase, yo la digo como quiera- Frunció el ceño, mirando a Adam-. Es mi forma de decirle que irá con nosotros aún cuando no le agrade la idea.

-Está bien, entiendo. Cuéntanos tu plan.

Kai prosiguió. Al parecer le gustaba crear estrategias. Vanessa se mantenía callada. Ahora salieron de la cabaña y caminaron agachados a hacia otro callejón un poco más cercano al centro del campamento. No había tanto ruido como hace una hora, cuando todo empezó.

Habían cuerpos de adolescentes y niños por el suelo, llenos de sangre, la tierra absorbió in poco. Lo más seguro es que luego vengan a recogerlos.

-¿Ves esos tres que están por allá?- Apuntó Kai a un tipo armado que tenía a dos chicos atados de las manos y con una bolsa de tela en la cabeza, que los llevaba a quién sabe dónde- Ellos seremos nosotros.

Adam asintió y Kai lanzó una roca cerca de la entrada en donde estaban. Tan cliché que funcionaba a la perfección. Un... soldado, llamemosle, se acercó curioso y justo cuando se giró a verlos Adam se abalanzó hacia él y lo jaló hacia atrás, haciendo un sonido sordo al caer contra el piso de tierra. Le dolió toda la espalda y piernas que lo amortiguaron a él y al hombre de encima.

Ahora el pelirrojo precedió a sacarle el casco negro y llevó un paño mojado hasta su boca y nariz. La persona logró entender e hizo fuerza para salir. Se estaba resistiendo muy bien, hasta que tuvo que respirar y cayó en un sueño profundo. Adam se preguntó en dónde consiguió eso, pero ya daba igual.

Kai procedió a sacarle la armadura y la ropa al hombre ido, para luego entregársela a Adam, quién, dudoso la tomó. Vanessa y el chico se dieron la vuelta para darle las espaldas al moreno para cambiarse con tranquilidad pero sin sacar el factor de que debía de apresurarse.

Unos segundos más faltaron para que estuviera listo y diera la señal que ahora podían seguir el siguiente paso: obligar a Vanessa que se cambiara de atuendo y se colocará la de Adam. Ya que, cualquier consejero se daría cuenta que es ella si usara la ropa extremadamente violeta, y peor si la veían que estaba de rehén con un soldado que ni soldado era.

Ya estaba todo listo.

Gracias a dios. Exclamó Kai para sus adentros. Le entregó a Vanessa una bolsa de tela y esta se la puso resignandose un poco. Para luego él mismo ponerse una en la cabeza y pedirle a Adam que atara sus manos con un nudo simple, como por si cualquier cosa pasara puede sacarse el agarre de inmediato.

Salieron del callejón. Los tres sudaban frío. Kai podía sentir la punta del arma que usaba Adam contra su espalda, y se sintió tan estúpido por ponerse así de vulnerable. Si Adam no es de los suyos, le dispararia o algo peor, que era adentrarse a la casa de consejería. Él se había dado cuenta que los últimos campistas que allí entraban, no salían. Pero se le hacía necesario que él estuviera en ese puesto, ya que era el que asimilaba la altura y postura de los soldados. Mientras que el moreno era el más nervioso de todos, tenía que actuar como tal, saber adentrarse en su papel de persona sin corazón. Tenía miedo de disparar sin querer el AK-45 que sostenía en sus resbalosas manos y encajar la bala en la columna vertebral de Vanessa o de Kai.

𝘾𝘼𝙈𝙋 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈      [Pausada, editando] Where stories live. Discover now