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La casa del Doctor Choi se sentía excesivamente grande luego de vivir unas semanas en su nuevo departamento con Chaeryeong. Lia intentaba no mal interpretarse pero en ese poco tiempo había notado que la mitad de las cosas que tenía en su antigua casa eran totalmente innecesarias luego de comenzar a vivir con lo justo. Estando ahí, en medio del comedor atiborrado de decoraciones extranjeras todo se sentía como mucho.

Jisu odiaba estar sola en la casa de su padre, aquello le daba tiempo de observar sus alrededores en exceso y así mismo comenzaba a cuestionarse algunas cosas. Notó una fotografía de Yuna junto a su padre usando traje de buceo y se preguntó si ella sería buena para bucear ¿Hubiera sonreído igualmente su padre si en vez de Yuna estuviera ella?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el inesperado abrazo que le dio su hermana menor, no había avisado su visita por lo que le había tomado por sorpresa a la menor.

—Cuando me dijeron que estabas aquí no lo pude creer. —Era poco común para ellas reunirse en la casa de Yuna, básicamente porque Lia siempre se sintió extraña en ese lugar. Habitualmente su hermana menor solía ir a casa de Jisu o sencillamente optan por juntarse en algún lugar público. Ver a Lia ahí sin previo aviso era por lo bajo peculiar.

—¿Está papá en casa? —Esa pregunta terminó por aumentar su curiosidad, ya era extraño ver a Jisu en su hogar pero todavía más extraño era verla ahí en búsqueda de su padre y no por querer compartir con su hermana.

—¿Pasó algo? ¿Está todo bien? Debería llegar pronto. —Yuna se preocupó de inmediato, pero su hermana se veía bien y si bien llevaban un tiempo sin hablar no creía que nada extraño pudiera estar pasando.

Ambas se sentaron en el sofá que estaba en la sala de estar y Jisu sonrió, haciendo que aquello calmara los pensamientos de su hermana menor.

—Necesito hablar con papá, quiero pedirle un favor, ugh. —Ese último ruido de reproche salió de sus labios sin realmente pensar y sin duda llamó la atención de Yuna.

—¿Ugh?—.

—Ya sabes, es difícil para mí hablar con él. —A veces para Yuna entender que la visión del mismo hombre que era su padre podría ser diferente. Realmente nunca habían hablado del tema pero a medida en que la más alta comenzó a crecer, también comenzó a entender y notar ciertas cosas. No había tenido la oportunidad de hablarlo con su padre o con la misma Lia pero se daba cuenta.

—¿Pasó algo? Estoy segura de que te dará todo su apoyo. —La sonrisa de la menor la calmó ya que seguramente para ella no era fácil toda la situación.

—Me fui de casa. —La boca de Yuna formó una perfecta "O" al ser incapaz de emitir una reacción en palabras. De hecho, cuando estaba apunto de responder fue interrumpida por la voz masculina y fuerte de su padre.

—Y ni idea qué estabas pensando cuando tomaste esa decisión—.

Ambas levantaron sus cabezas para ver a su padre quien tomaba asiento en uno de los sofás individuales, su mirada fija en la mayor de sus hijas.

—Padre ¿Tú sabías? —Preguntó Yuna, quien estaba asombrada de ser la única en esa habitación que pareciera desconocer lo que sucedía con su hermana. Su padre asintió y Yuna se sintió algo decepcionada de que nadie tuviera la dignidad de contarle que su hermana estaba pasando por dificultades.

Yuna pensó en salir de ahí y dejarlos solos para conversar, pero la mano de su hermana seguía tomada a la suya y tomó aquello como una señal de que la quería ahí por lo que decidió quedarse y escuchar en silencio lo que fueran a decir.

Amor entre telas.  / YEJISUWhere stories live. Discover now