Cap. 27

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La tarde era completamente aburrida, una película de medio había hecho temblar tu cuerpo temblar entre los brazos de Justin. Una risa tan malévola de su parte te hizo pegarle con el cojín, y a su vez el hizo lo mismo cayendo ambos al suelo sin dejar de golpearse el uno al otro como niños chiquitos.

Un almohadazo en tu espalda te hizo doblarte tomando así otro cojín y dándole a Just...in en la cara, este soltó de las manos aquello que tanto amenazaba con volver a hacer y tumbarte al suelo. Tomo su cara con ambas manos, estaba claro uno de los botones de la funda le había pegado lo suficientemente fuerte. Te acercaste para ver que le pasaba y sus ojos rojos te veían como si estuviese herido. Preocupada lanzaste ambos cojines a un lado y con ambas manos subiste su cara para verle mejor pero encontraste la malicia y venganza en aquellos ojos y fue justo en ese momento cuando el de un grito hizo estremecer tu cuerpo.

Saliste corriendo mientras el te perseguía, era mucho mas veloz, a pesar de que saltabas de mueble a mueble, la casa de campo era lo suficientemente grande, la parte del jardín estaba cerrada, hacia muy mal tiempo y estaba nublado. Corriste por las escaleras cayendo. Pero enseguida levantaste con agilidad y no detenías el paso, el te había dado chance de pararte, eso era seguro.

Entraste a la sala de juegos, si era un lugar lo bastante amplio, te escondiste debajo de una de las mesas, al lado estaba la de juegos como domino o ajedrez y fue justo al terminar de escabullirte por el suelo que se abrió la puerta, rápido y atraído por el juego vio y sin encontrar nada salió en tu búsqueda dejando la puerta abierta, sentiste como entro en la siguiente habitación y salía hacia la otra, viste tu oportunidad de bajar nuevamente a la sala y esperarle en el mueble con aire divertido, Y así fue como después de salir de la habitación bajaste las escaleras sintiendo como Justin revisaba cada cuarto

Subía al tercer piso, a su cuarto, el que habían compartido una vez, hundiéndose en el deseo prohibido. Al bajar luego de algunos minutos te vio tan dulcemente parada en el mueble riéndote con picardía se acerco como aceptando la derrota y te observo con tanto aprecio, los días que pasaban juntos no eran aburridos, en lo absoluto, el la pasaba de lo mejor a tu lado. Te tomo por la cintura haciéndote caer en el mueble y el arriba tuyo haciéndote cosquillas.

Tantas cosquillas te hacia mientras permanecías indefensa sin poder defenderte, reías tanto que ya tenias los ojos aguados, tantas cosquillas hizo como pudo, pero vacilo al verte con tanta intriga como siempre, aquel brillo en tus ojos que le cautivabava. Se acerco lentamente besando tan suave y delicadamente tus labios. Te cambio poniéndote encima y jugaste un poco haciéndole cosquillas a el, sabiendo que la inocencia de aquel juego los había llevado mas allá de cualquier otro juego que no involucrase los besos apasionados que ambos se daban

Al morderte un poco los labios te separaste gruñendo un poco pero este te quería acomodar de nuevo al mueble para hacer mas cosquillas y en ese momento escapaste de sus manos. Liberándote subiste al tercer piso con el pisándote los talones. Te tomo por la cintura elevándote por el pasillo, dirigiéndose a la habitación donde rápidamente se vieron encerrados. Tratabas de escapar pero ya una vez en sus brazos te resultaba imposible, aquella fuerza no competía con tu cuerpo frágil y débil.

Te recostó en la cama con tanta delicadeza como con la agilidad que insospechadamente tenía. Le viste suavemente con la mirada tierna que jamás habías tenido ante el, sus ojos brillaron en la oscuridad de la habitación donde las cortinas mantenían todo a oscuras. Sus besos te hacían temblar, el modo en que acariciaba tu piel te estremecía y así tomaste su cuello con fervor y besaste intensamente rasgando desde su cabello hasta su espalda.

Narra _______

En ese momento me olvide de todo, del rencor, de la ironía que tenia todo aquello, de Matt y de Rebecca, todo su cundió en ese tiempo, solo éramos nosotros dos. Nada podía evitarlo. Aquellas cosas negativas que me hacían repelerlo ya no estaban conmigo. Solo los besos. Cuerpo a cuerpo. No existía la ira de que nos habían juntado por un compromiso con tan solo un año de edad. Mis manos se deslizaban por su espalda como las suyas por mis piernas. Enterrado en la pasión, porque no era solo sexo, por lo menos para mi fue amor, sentía tanta pasión, tanta que no creía sentir amar. El era aun más delicado que aquella vez en el mismo lugar. Y así fue como entre nosotros hicimos el amor, eso había sentido, eso había querido. Y lamentablemente lo había disfrutado tanto como si el fuera mi destinado amor esperado.

Acostados en la cama, sus brazos me cubrían tan sublimemente que creía estar en un cuento, era la primera vez que comparaba mi vida con un cuento. Yo no creía en los finales felices. Y ahora entre sus brazos después de tanta pasión creía que quizás podría llegar a ella.

Soñaba con poder encontrar algún día el amor, el verdadero amor, el que nace desde el corazón y no es obligado a marchitarse por un trato, después de todo le tenia cariño a Justin pero no evadía de mi aquellas ganas de amar tanto a una persona que el miedo no me hiciera mas que pensar en el. Dar todo sin medida, adorar querer y apreciar con tanta sinceridad. Quería querer y sentirme protegida y que esa persona también se sintiera así, era claro Justin y yo no ocupábamos ese lugar. Aunque en ese momento lo hubiese creído. Tenia que ser realista después de todos hasta el amor era solo parte de los cuentos que nuestros padres se empeñan en inculcarnos desde muy chicos para luego ver como nos caemos tratando de buscar algo que solo es una ficción.

Ante todos mis pensamientos sentía dudas, amaría alguna vez, viviría yo acaso tanto como para saber que era el verdadero amor. Había imaginado, pensado y asimilado tantas cosas, cosas que se vieron opacadas por el sonido del timbre. Justin susurro en mi oído medio dormido un «te quiero» que me hizo levantarme de golpe.

-Justin, Justin, levántate y vístete - le grite poniéndome mi ropa

Justin: a caso esta temblando

-va a temblar, tenlo por seguro

Justin: por que dices eso

-a caso es que no recuerdas quienes vienen hoy, a caso no se te ocurre que son ellos quienes tocan la puerta

Justin: y que pasa - decía aun acostado arropado en las sabanas

-levántate ya mismo antes de que de paso a Rebecca Black

Justin: Rebecca - dijo con los ojos bien abiertos, incorporándose en si

-y Matt claro esta, que viene a su lado, la sala es tuya, mía la oficina que tengo en el segundo piso, el tercer piso no deberán pisarlo ellos, a menos que tu y yo estemos juntos

Justin: esa regla por que, no esta mi casa

-se muy bien que tienes tu novia como yo mi novio, pero te dije, nuestra cama será respetada, si quieres tener algo con Rebecca lo harás en mi ausencia - sonó de nuevo el timbre mientras yo me cepillaba el cabello

Justin: claro señorita De Barbie, sus reglas son mis ordenes

-no es broma, yo no hare nada con Matt

Justin: y dudo que lo hayas hecho

-a caso tu y Rebecca...

Justin: estarías celosa

-por supuesto, moriría al tan solo pensarlo - le decía con ironía y la vez con sinceridad, con aquella sinceridad que me temía el notase

Justin: obedeceré, no te preocupes - y con un tono burlón me tomo por la cintura mirándome con malicia; a caso había notado mis celos. Me apretó a el besándome fugazmente, como si fuera el ultimo, luego lo torno delicado, no sentía poder detenerlo si no que mas bien hice que se prolongara.

El sonido del timbre por tercera vez hizo que se separara de mi y riera con picardía

Justin: no eh dejado de pensar en ti ______, lamentablemente no me llenan los besos de otra persona ni me apasionan tanto como los tuyos, incluso cuando te los robo yo. Al simple rozo, siento mi corazón arder

Dicho aquello bajo rápido por las escaleras dando paso a nuestra visita, la primera visita de los que ahora serian nuestros amantes.

¿YO?¿Casarme?¿con el?Where stories live. Discover now