Cap. 25

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Era Justin, entraba a buscar sus sabanas y su almohada. Me vio aferrada a ella y agarro otra sabana para hacer un reemplazo de esta. Cerré mis ojos para que no se diera cuenta de que seguía despierta y en esa condición, a pesar de que pensé tantas veces en decirle no quería que me tocase de nuevo después de haberme llamado regalada.

Se acerco a mi tan pensativo y lentamente que sentí... morir en su traslado de 10 pasos. Al llegar trate de no moverme pero mi cuerpo temblaba y los ojos me ardían debido a las lagrimas que querían salir e inundar la cama. Me arropo tal como yo lo estaba intentado y vio mi cuerpo temblar tanto que se apresuro a tocar mi cuello viendo así mis lágrimas. Se sentó en la cama acariciándome el cabello

Justin: ________ - me decía dándose cuenta de que estaba muy mal

-que - le susurre disimulando todo. Lo que me fue completamente inútil porque al girarme hacia a el me vio los ojos cristalinos y como quebrados lleno de tantas lagrimas que el nunca me había visto derramar. Con un total impulso me abrazo a el dándome el calor de su cuerpo que tanto el mío frio necesitaba. Su beso en mi frente, sus labios cálidos que prácticamente se quemaban con mi frente hirviendo de seguro por la fiebre.

Justin: _______ te voy a llevar a un medico

-esto es tu culpa - aun estaba abrazada a el temblando y llorando, lloraba aun mas que hacia unos minutos

Justin: lo se, lo siento, por que no me dijiste que estabas tan mal

-no podía

Justin: el orgullo te queda grande

-no podía hablar, lo intente

Justin: lamento haberte dejado sola todo el día, estas enferma no debí - sonaba realmente preocupado - yo pensé que te habías quedado dormida

-si pero luego ya no podía dormir y me empecé a sentirme mal hasta que ya no podía mas y...- las lagrimas seguían cayendo, parecían no terminar

Justin: yo tenia que venir a revisarte y no lo hice, vamos levántate que yo te llevare al medico

-no tengo fuerzas Justin - intentaba apretarle el brazo pero ya ni eso podía, el se dio cuenta y muy alarmado me recostó con total cuidado. Busco ropa y la puso a mi lado en la cama, se quito la de el quedando solo con un short.

Justin: te llevare a la ducha - el sabia que no iba a ningún lado sin ducharme

-Justin, por primera vez ni eso puedo

Justin: tu te bañaste tempranito pero eres muy mañosa así que vamos - me cargo en sus brazos y me metió en la regadera junto a el, yo me sostenía de su cuello con muy poca fuerza y contra la pared. El estaba ahí lavando mi cuerpo y no sentía pena, el lo conocía después de todo. Me resbale y el me tomo rápidamente en sus brazos quedando muy cerca de besarnos, tomo la toalla apartándose de la situación y me tapo dándome un beso en la mejilla. Me vistió y bajo tomando un taxi, en el cual iríamos a una clínica.

Y así fue como por horas estuve acostada en una cama, el doctor exigía que me quedara pero yo quería irme, prefería mantener reposo en aquella casa que en ese lugar. Justin pasó la noche conmigo acostado en un mueble que estaba a un lado de la cama. No pego un ojo en toda la noche

-puedes ir a la casa y dormir tranquilo

Justin: en la salud y en la enfermedad señorita de Barbie

-gracias

Justin: tienes frio linda

-algo - cerré mis ojos dispuesta a dormir al fin cuando sentí aquello brazos cálidos cubriendo mi cuerpo, abrazados a mi con delicadeza, emanándome calor y ya no me sentía sola. A pesar de las peleas, y de si se sentía o no culpable solo me importo que el estaba justo a mi lado, cuidando a la niña débil con la que le obligaron a casarse

Justin: te dije que siempre te protegería - susurraba en mi oído - te quiero ______ si algo te pasa asegúrate de llevarme contigo porque igual iré mas atrás.

-estás loco, que pasaría con Rebecca - le hablaba con muy poca voz

Justin: sabes, cuando te fuiste salí a buscarte como un loco. Una vecina me dijo que te vio montarte en un taxi y llame a un amigo el cual me llevo por todos los lugares de aquí, luego recorrimos los turísticos y nada, me había pasado todo el día de ayer buscándote con tanta desesperación. Y no porque seria mu culpa si no aparecías, si no porque si algo te pasara no sabría que seria de mi.

-te matarían mis padres y amigos, incluso Ryan

Justin: si - me beso el cabello que pegaba su nariz - pero si algo te pasara no me lo perdonaría a mi mismo. Me odiaría, me encargaría de morir

-no digas eso, quien me cubriera con tanta calidez

Justin: alguien, serias libre incluso, pero nadie como yo - me apretó mas a el haciéndome sentir protegida - mi débil esposa siempre me tendrás aquí para ti

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Dos días y me encontraba levantándome en la cama de aquella casa y no de aquel hospital. Sonreí al ver a Justin a mi lado, ya llevábamos una semana aquí, 7 días, regresaríamos en 5 días. Ya yo estaba mejor, y me sentía con un poco mas de fuerza.

El día paso saliendo a hacerme una revisión, el medico me dijo que estaba mucho mejor y que tendría que ir en 3 días, para el verme antes de irme y justo cuando llegamos a la casa Justin me desvistió alistándome para un baño de burbujas, ya podía caminar hasta el baño pero el quería seguirme cuidando. La tina era inmensa como para 4 personas, estaba perfumada llena de pétalos de flores.

-Justin hiciste esto para mi

Justin: si quieres algo mas solo dilo - dicho esto me señalo una caja de chocolates al lado de una que otra velita

-claro - le sonreía agradeciéndole todo lo que había hecho por mí.

Y justo en la tina inmensa bajo las luces destellantes de las velas, él esta a mi lado abrazándome tan delicadamente acariciando el cabello que aun no sumergía en el agua. Me sentía mucho mejor que aquella noche. Era confortable estas a su lado y saber que por una parte estaba protegida.

Aquello que tanto envidiaba. Lo que Matt decía querer. Me apreté a su cuerpo con tan poca fuerza que me arrimo a el dándose cuenta, no me negaba su pecho para consolarme, estaba dispuesto a tenerme justo entre sus brazos cabizbaja, sabiendo que le podía ofender en cualquier momento. Mire su cara dulcemente y acaricie su mejilla, le estaba dando las gracias por todo el lo sabia, no hacían falta las palabras, mas sin embargo le agradecí cada cosa que había hecho por mi y el me dijo que no tenia que agradecerle nada y menos tales cosas, y diciendo aquello me abrazo fuertemente sin lastimarme de alguna manera dándome un beso tan delicadamente que sentí atravesar el mundo de cuentos de hadas donde existían los finales felices

Aquel final feliz en el que yo no creía.

¿YO?¿Casarme?¿con el?Where stories live. Discover now