Empezó a llover, ya eran las 9 y 46 de la noche y cada gota caí lentamente para luego caer de forma pesada y rápida como una estrella fugaz. Me estaba mojando sentada en aquella banca de las mil y un formas. Tenia las piernas arribas tomadas por mis manos, estaba tan tranquila como podía. Como si no estuviese lloviendo y estuviese muy soleado. Sentía frio pero me encantaba. Estaba despejando cada parte de mi mente. Visualice el teléfono con 80 llamadas perdidas, si todas de Justin. Pero a que darle importancia, ahora si se preocupaba

Solo estaba así porque sabe que si no aparezco será su culpa. Sabe que si me pasa algo todo será su culpa. Seguía lloviendo fuertemente y yo seguía sentada, sabiendo que podía coger un resfriado, pero me era más importante poder pensar todo bien.

Un abrigo cayó por mi espalda y un paraguas detuvo las gotas que se deslizaban en mi cara. Mire rápidamente para saber quien me interrumpía mi momento y lo vi con la cara algo roja, según lo que pude ver porque estaba oscuro, se estaba mojando por cubrirme y con un tono severo me dijo - vámonos - me extendió su mano para que la tomara y yo me levante sola haciendo caso omiso de aquella mano dispuesta a tomarme.

Justin: acércate, ya mas no te puedes mojar

-no quiero, o me pagaras para que me meta contigo en ese paraguas

Justin: _______ lo siento, no era mi intención ofenderte

-bien que lo has hecho - fuimos en el paraguas hasta llegar a la casa - me metí en la ducha muy rápido y salí cubierta tanto como pude, hasta 3 bufandas tenia. El estaba en la cocina con dos tasas grandes de Te. Me dio una y busco la jarra donde traía más.

Justin: te tomaras mas de 1

-gracias - dije casi replicando

Justin: no quise darte a entender que eras

-una regalada

Justin: si

-tranquilo - me tome 3 tasas de te, estaba muy sabroso, me levante directo a la cama para poder dormir - sabes Justin entiendo todo lo que me dijiste, pero tienes que entender, yo no me arrepiento de lo que te dije, eres un poco hombre, pero eso ya lo sabia yo, te lo dije una vez, para mi siempre serás una Barbie y nada ni nadie te lo quitara.

Justin: _____ - me grito, pero ya era demasiado tarde. Estaba entre las sabanas, cubriéndome la cara - te parece que soy gay

-por supuesto. Ahora déjame dormir y soñar que mañana estaré divorciándome de ti

Justin: que mal que pienses todo eso de mí

-si, yo no necesitare dinero, ni tú de mis servicios - le dije enojada apagando la luz de la mesita de noche.

Aquella noche Justin durmió en el mueble. Era mejor así, yo solo había pasado un día terrible. Lo que arrastraba desde mi cumpleaños 17 no era nada bueno, ahora con 18 no podía esperar que las cosas mejoraran

________________________----

3 días después y estoy muriéndome con el resfriado que agarre. A parte me ha dado una gripe para morirse. Justin me ha dado de todo. Y por encima de todo ha cuidado de mí. Estoy tirada en la cama envuelta en 2 edredones que ni siquiera me dan calor.

Justin: como sigues - decía entrando con un plato de sopa

-igual

Justin: no mejoras para nada

-ya se me quitara, solo me queda esperar unos días - y con el plato ya sobre la cama le di las gracias

Justin: todos los días dices que es mi culpa, ahora hasta que no te cures no podre dejar de hacer todo. Ayer parecía cenicienta limpiando toda la casa.

-debes estar acostumbrado a usar vestidos

Justin: JA muy graciosa - me daba pequeñas cucharadas de sopa, yo estaba débil y el me daba la comida en la boca

-a poco me lo negaras, vamos Barbie es quien mas tiene ropa y la mayoría son vestidos

Justin: claro - me dio otra cucharada con la cual me queme y se la escupí en a cara.

-ups

Justin: ________ pero que haces - se secaba la cara rápidamente con un trapo - yo quiero castigarte por decirme gay con la sopa caliente y salgo castigado yo, me la escupes en la cara

-jajaja lo siento muchísimo - de verdad lo sentía, no me enseñaron a comportarme así - pero igual y te lo merecías, ya sabes cuestiones del karma

Justin: el karma es lo que no te deja curarte

-Yo no tengo ningún karma Barbie

Justin: no me digas Barbie - se levanto enojado, por suerte ya me había terminado la sopa si no me la hubiese echado toda encima.

-que, que no te diga lo que eres, acéptalo

Justin: que, que acepto

-que eres gay, sal del closet, vamos las muchachas no te violaran

Justin: cállate - se acerco a mi cara de forma brusca tomándome para darme un beso

-cada vez que te digo gay te da tanta rabia que vienes a mi como el hombre mas bruto a tratar de besarme y que, crees que con eso cambiare de opinión, tuvimos sexo Justin, y si eso no me hizo cambiar de opinión esto no lo hará

Justin: _______ - se acerco a mi oído de forma imponente y monumental como siempre, mostrando su talento a la hora de conquistar una chica - te deseo - susurro en mi oído haciendo que se me erizara la piel, abría los ojos como platos

-aléjate de mi. No me gusta tenerte cerca y menos saber que me deseas, acaso piensas que soy hombre

Se acerco a mis labios susurrando en ellos la frase " te quiero mas de lo tu piensas" salió de la habitación. Y así pase mi día tirada en aquella cama, muriéndome literalmente, me sentía demasiado mal. El cuerpo me temblaba, esta caliente muriéndome de frio. El dolor de cabeza simplemente era demasiado horrible como soportarlo. Tenía demasiadas ganas de llorar y eso era muy raro en mí, yo siempre reservaba mis emociones y no lloraba, era muy raro, desde la muerte de mi abuela me prometí a mi misma no llorar delante de los demás a menos que me sintiera muy mal. Como aquel día con Selena.

Abrase la almohada de Justin tanto como pude, aferrándome con mis manos débiles que poca fuerza tenía, me sentía hirviendo y sin energía. Voltee poco a poco pero no podía, era inútil, mis movimientos disminuían, intente llamarlo, pero no lograba susurrar el nombre de Justin, ya tenia muy poca voz, y estoy mas que segura que no se escuchaba.

Rodee como pude aquella almohada y la apegue mas a mi mientras las lagrimas salían por mis mejillas, ya eran aproximadamente las 11 de la noche y me sentía hinchada, mis lagrimas espesas se deslizaban con facilidad, me sentía demasiado mal, ni siquiera gemía por tanto llanto. Estaba tirada en aquella cama, sintiéndome sola y desvanecer, cuando intentaba levantarme o hablar era inútil, no podía y caían las lágrimas recordándome lo débil que era.

La almohada era mi única compañía y segura que si moría Justin se enojaría al encontrarla mojada a causa de mis lagrimas. El llanto no paraba, seguía temblando, tenía escalofríos y una tensión horrible por todo el cuerpo, ya no podía mover mis manitas para prensar la cobija y cubrirme con ella, el frio que tenia no era muy normal. No parecía un resfriado y gustosamente dejaría morir mi orgullo solo porque alguien me ayudara.

Al escuchar la puerta abrirse suavemente sentía como si un alivio se apoderara de mi alma. Como si me venían a buscar.

¿YO?¿Casarme?¿con el?Where stories live. Discover now