¿Qué me está pasando? (Capítulo 19)

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Caminé rápidamente y abrí la puerta del baño.

—¡Eun Ji! ¡Tae Hyung! ¿Podrían al menos tener un poco de dignidad? no puedo creer que hayan...

—¿Chica? cálmate no grites. ¿Te sientes bien? —Eun Ji asomó su cabeza estando detrás de la cortina de la regadera, interrumpiéndome.

—Am, ¿no está Tae Hyung contigo?

—¿Por qué él estaría en la ducha conmigo? —frunció el ceño.

—Bueno,  es que, todo lo que acabo de ver en la habitación...

Eun Ji echó una carcajada, y yo la miré molesta.

—¿Qué te causa tanta gracia? ¡Eres un tonta¡ ¿Cómo pudiste acostarte con él y reír por eso?

—¿Qué? ¿Acostarme con él? —volvió a reírse más fuerte.

—De verdad no le encuentro la gracia. Sé que te gusta mucho y eso, ¿pero no crees que fue muy pronto? Ni si quiera son novios, ¿o si?

—Giselle, no me acosté con él, cálmate.

—¿No?

—No —me sonrió divertida—. Espera afuera, ya salgo.

Fruncí el ceño y salí a la habitación, sentándome en la cama. A los pocos minutos salió Eun Ji ya vestida y con la toalla envuelta en la cabeza.

—Explícame entonces qué paso anoche —la cuestioné apenas salió.

—Menos de lo que yo habría querido —dio un suspiro, mientras se ponía bálsamo labial.

—¿Qué? —fruncí el ceño.

—Te contaré. Después de que te fuiste comenzamos a charlar de cosas sin importancia, y al final nos terminamos confesando lo que sentimos el uno por el otro. Claro, nos besamos y todo eso, pero nada más. Y sí, por supuesto que me pidió ser su novia —sonrió enormemente.

—Cielos, ¡me alegro tanto por ti!

—Gracias —seguía sonriendo. 

—Pero, ¿y las copas y el vino?

—Estaban aquí en la habitación. Tae dijo que teníamos que brindar por nuestro noviazgo —se rió—. Pero al parecer no tolera mucho el alcohol. Con unos cuantos tragos se embriagó y se quedó completamente dormido —hizo una mueca como si estuviera decepcionada.

Menos mal...

—¿Y la ropa? ¿Por qué está tirada? —le cuestioné.

—Bueno, apenas y despertamos Tae se duchó y como todo chico, dejó la ropa tirada por todos lados. Los hombres realmente son como cavernícolas, o primates —bufó.

Solté una carcajada.

—Él salió desde temprano, dijo que iría a hacer unas compras con los demás chicos. Y pues como él se fue, no me importó dejar mis prendas regadas tampoco, lo siento si viste mis calzones —se echó a reír.

Me contagió la risa, y di un largo suspiro.

***

Tras haber pasado un tremendo susto, fui a tomar una ducha. Me alegraba que hubiese sido falsa alarma la situación sobre esos dos, y que Eun Ji no hubiera cuestionado sobre dónde dormí.

Salí y me puse mis mejores jeans, una sudadera color gris, y mis converse negros. Algo cómodo y simple. Cepillaba mi largo cabello y lo recogía como siempre.

Recargué mis manos sobre el buró, y me miré por unos momentos fijamente en el espejo.

"Tal vez deberías intentar lo que tu amiga dijo." Me habló mi subconsciente.

Una flor sin pétalosWhere stories live. Discover now