Capitulo 18

312 41 0
                                    

Capitulo 18:



Saya despertó cuando ya el sol se ocultaba en el horizonte, giro sobre si misma solo para encontrarse con que no estaba sola.

Poco a poco el recuerdo del día anterior fue regresando a su mente, entonces abrió los ojos y se encontró con los de Ezael que la miraba sonriendo, mientras Saya tenía una pierna sobre las piernas de él y el brazo rodeándole la cintura.

La chica se aparto con rapidez y salió de la cama más rápido aun, provocando la risa del muchacho.

―Lo siento, soy mal dormida― explico Saya acomodándose el cabello lo mejor que podía― no quería dormir en el sofá...es incomodo...yo...

Ezael comenzó a reír con más fuerza mientras Saya apretaba la mandíbula y desviaba la mirada mortificada, al menos en apariencia, solo para que el la viera de esa manera.

―Descuida, no me ha molestado para nada despertar con una bella mujer pegada a mi cuerpo...al contrario, no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí tan descansado― fue sincero.

Saya contuvo la réplica mordaz que quería escapar de sus labios, sonriendo en contraste complacida.

―Creo que... ¿entonces todo está bien verdad?― evadió estratégicamente su mirada― mira, siempre he estado sola, asi que no se cómo son las relaciones entre clanes de vampiros, yo soy como soy, no tenía intenciones de pasar mala noche en el sofá por eso me acosté en la cama, obviamente pretendía despertar antes de que te dieras cuenta pero como no ha sucedido asi te pido lo olvides.

Ezael elevo una ceja intrigado y luego asintió.

―Está bien, dejemos eso de lado.

―Gracias...y dime, ¿como estas de tus heridas?

―Perfectamente, todo a sanado correctamente y estoy a salvo gracias a ti.

"Ni me lo recuerdes"― pensó Saya sonriendo.

―No es nada― dijo en voz alta― allí te deje ropa y puedes darte una ducha si lo deseas, yo serviré algo de desayunar.

―Si eso sería genial, en verdad necesito un baño.

―Definitivamente, aun hueles a perro― le dijo Saya moviendo la nariz de manera significativa.

Ezael asintió riendo y se dirigió al baño.

―Ahora tú también hueles así.

― ¿Que?

―Es que estabas muy abrazada a mí y bueno es lógico que...

― ¡Ya vete a bañar!― ordeno Saya entre risas― después de ti, entrare yo.

―Podemos compartir la ducha si lo deseas― sugirió Ezael sin saber porque había dicho eso exactamente.

Saya sonrió de lado y se cruzo de brazos mirándolo de arriba hacia abajo.

―Suena tentador, créeme que en verdad suena muy tentador, pero resulta que tengo negocios que atender y bueno...

Ezael se encogió de hombros y asintió.

―Sera en otra ocasión entonces.

―Quizás― le dijo Saya sonriéndole con picardia mientras intentaba borrar de su mente la imagen de ese vampiro tan sensual bajo la ducha.

Markus espero con suma impaciencia en el callejón oscuro, mirando con sorna a los transeúntes nocturnos que pretendía hacerse pasar por personas peligrosas. Sonrió de costado cuando con el rabillo del ojo vio que un pequeño grupo de tres o cuatro hombres se reunía y hablaban sobre él y lo elegante de sus prendas.

¡Humanos!

No podía percibir que allí la una criatura peligrosa era él y que ellos eran nada más que ratones bajo sus pies, pero su cita estaba llegando tarde y se aburría, asi que jugaría un rato con los ratones.

Espero el movimiento inicial, les daría la ventaja, sino no tenía sentido jugar con ellos...saco el móvil del bolsillo cuando este vibro, leyó el mensaje de texto y su humor cambio por completo. Enfurecido, volvió a guardar el móvil en su chaqueta y giro hacia el primero que venía hacia él con un cuchillo en la mano.

Sus ojos brillaron peligrosamente en la noche y el delincuente se quedo petrificado cuando vio la furia asesina en esos ojos rojos que lo miraban ahora directamente.

Markus gruño, sus colmillos estuvieron listos en un instante y para cuando el delincuente se dio cuenta del grave error que había cometido ya era tarde, pues el vampiro lo tenía sujeto del cuello con una mano y lo estrellaba con fuerza contra la pared.

El hombre pateaba y gemía aterrorizado intentando liberarse sin poder lograrlo, miraba de reojo a sus compañeros que primeramente se quedaron igual de sorprendidos y estáticos en su sitio y luego como si reaccionasen decidieran atacar todos juntos a quien tenía prisionero a su compañero de faena.

Markus gruño más y apretó el cuello con un leve movimiento, el hombre abrió los ojos cuán grande eran y luego dejo caer la cabeza hacia un costado. El vampiro lanzo el cuerpo sin vida contra la otra pared girando sobre sí mismo y se enfrento con los que venían tras él.

Tres simples movimientos...

Con una velocidad asombrosa y una elegancia perfecta...

Un golpe certero y Markus se encontraba de pie rodeado de varios cuerpos sin vida, los miro con desprecio y salió de allí, no bebería de esos hombres, no había nada que calmara la sed que él, tenía en esos momentos, ya que no era sangre lo que deseaba.

Tenía sed de venganza y esos pobres infelices no podrían saciarla.

Salió del callejón acomodándose la ropa y se metió en su vehículo, buscaría la cena en otro lugar, además a él le gustaba más el platillo femenino que el masculino, el terror intensificaba el sabor de la sangre y ningún ser temía mas que una mujer cuando sabía que estaba acorralada...

Después de que le entregaran la dirección en la cual podrían encontrar a Saya, Luke no lo pensó dos veces. En cuanto se oculto el sol se dirigió hacia allí, estaba ansioso por verla, lo que sea que ella hubiese cambiado en el, los unía mas aun que el lazo de transformación.

Estaba seguro de que si su corazón latiera, en esos momentos estaría enloquecido en su pecho, ante la perspectiva de volver a verla.

Se quedo a una distancia prudencial de su edificio, estaba más que seguro de que si lo olía o presentía que estaba cerca, huiría de él, así que se mantuvo dentro del auto y observo el sitio.

Era un edificio común en una zona poco poblada, la fachada estaba algo derruida y le faltaba pintura pero era decente dentro de todo, algunos árboles, una parada de autobús a una cuadra, un sitio para esconderse.

Se preguntaba por qué razón no lograban dar con ella en la ciudad pero si la había localizado allí, era casi como si lo hubiese permitido, como si Saya hubiese planeado que así fuera...

Presto atención cuando la puerta se abrió pero no era Saya, solo unos hombres que salían riendo. Luke apretó los puños y se armo de paciencia, esperaría así tuviera que pasar la noche en el auto, tenía que dar con Saya si o si.

Al cabo de dos horas la puerta se abrió una vez más y Luke pudo al fin ver el largo y negro cabello de Saya, su mirada, sus labios, su sonrisa, llevo la mano a la puerta del auto, saldría e intentaría hablarle.

¿Que le diría?

No lo sabía pero al menos lo intentaría, la quería a su lado, la necesitaba.

Sin embargo su mano se cerró con furia sin llegar a abrir la puerta porque tras Saya salía Ezael...

Saga Blood and Death: Sed de Sangre (Libro I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora