Las entrañas de la bestia

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Plagga

A todas las unidades próximas a los campos elíseos, a la Eiffel y al puente Alejandro.
Se les informa de un posible acto terrorista en ejecución. Cualquier acto sospechoso apliquen la fuerza necesaria de contension.
Los civiles están siendo evacuados.
Procedan con precaución

- perfecto, ahora tengo que encontrarte sanguijuela.

Con algo de remordimiento y preocupación por haber dejado a Adrien con la nipona, tan lejos de la ciudad, me costó un poco enfocarme en lo que hacía pero solo me quedaba resar para que el rubio no terminara como carnaza.

- Si ya la apaleò una vez, podrá hacerlo de nuevo.

Recorría el caminó que aquel culto podía haber tomado para montar su escena y por suerte no fue difícil encontrarlos.

- Solo espero no estar haciendo una tontería de la que me pueda arrepentir

Por alguna razón, confiaba en las palabras de la pulgosa respecto a la resurrección de los vampiros, en especial porque, esa sería la única explicación lógica para el súbito aumento de peso de la caja que cargué .

- ¡ Jaja! Explicación lógica .
Aquí nada parece lógico .

Pero, también me hacía dudar sobre el actuar de la futura madre de mis hijos.

- se supone que ella es aliada de la Freack chupa sangre, si ella esta viva ¿porqué quemarla entonces?

Pisé el acelerador para darle alcance a la carabana y una llamada entró a mi movil.

- ¿Que pasó Stromp?
¿Ya lo tienes?

- cuatro garcas bien plantadas. El detonador es un móvil así que solo llama al número cuando quieras escuchar un boom.

- Bien, tu pago estará pronto.

- Descuida, se que siempre cumples.
Adios.

Enseguida llegó un mensaje con un número de movil , me cubrí el rostro y pisé al máximo el pedal para tratar de detener a la pelirroja y sus secuaces.

Hice sonar la bocina varias veces pero los motociclistas me rodearon y comenzaron a dispararme.

- ¡HIJOS DE PUTA!

Zigzagueando con el auto logré golpear a dos de ellos y nuevamente presioné a la camioneta y al auto que, seguro, sería usado en el show.

- ¡DETEN EL AUTO!

La pelirroja me miró y su cara de furia se dejó ver enseguida de reconocerme.
Estaba llamando por teléfono pero también parecia que, desesperadamente, se quitaba de encima, algo que yo no podía ver.

- ¡DETEN EL MALDITO AUTO!

Tratando de no perder el control, bajó el cristal de su ventanilla.

- ¿QUE MIERDA QUIERES AHORA?

- ¡LA CAJA! ¡REVISA LA CAJA!

Después de pintarme dedo, se quitó algo que se aferraba a su pelo y lo lanzó a mi parabrisas.
No pude ver que fue pero, tras el impacto con el criatal, lo que sea que lanzó, dejó una mancha de moco purputa, despues golpeó mi auto con su camioneta sacandome un instante del camino y tomando un poco de ventaja.
Otros dos motociclistas se acercaron y me apuntaro mientras me lanzaban una advertencia en idioma ingles pero inmediatamente les disparé y fue hasta ese momento en que me di cuenta que aquellos motociclistas no eran los mismos que estaban el aquella ceremonia.

BLOODY MARINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora