El manifiesto del desastre.

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Alya

Las 12:00 sonaron en el campanario de la casa azul y como era de esperar, todas las líderes de los clanes estaban presentes, junto con algunos allegados o sus segundos.

Los bandos se habían dividido lado a lado de la mesa rectangular de roble negro y yo, por ser quien ofrecería la tercera opción, me sentaría en el medio a la vista de todas.

- A tiempo como siempre hermana Alkyla Puye.

Baba Yaga, representante de los gallos, estaba sentada sobre su mortero de hueso y mirandome con su único ojo mientras sus delgadas manos aplaudieron un par de veces mostrando el entusiasmo que sentía.

- Baba, es un gusto.

Dije cordialmente conforme tomaba asiento.

- un honor estar con todas ustedes hermanas.
Asumo que estamos las cabezas y/o últimas del cada clan, ¿es correcto?

- Salvo por Catarina, tu tataranieta, Aradia y mis hermanas Baba, pero, supongo que el interés no es el mismo que el de las presentes, así que estamos las que deben estar.

Respondió nuevamente la mujer de larga nariz quien se acomodaba haciendo a un lado sus artilugios.

- Yo me encargaré de Notificar de todo lo aquí discutido a Catarina y a mi nieta y tú , lo haras con tus hermanas y Aradia ¿de acuerdo?

- Cómo debe de ser.

- Entonces si nadie tiene impedimento iniciaré.
Admito qué para mí , fue una gran sorpresa enterarme de la decadencia que Marinette Dupaing Cheng venía padeciendo desde hace años, yo, a pesar de estar a su lado en temporales, desconocía esa situación y asumo que, me reservò esa información porque, de haberlo sabido, habría dejado a un lado todo, para resguardarla como era mi deber.

- ¡La Puye ya lo dijo, si ella, siendo la bruja mas poderosa, respetaba el deber de vida que tenía con Cheng, nosotras con mayor razón debemos honrar el pacto de rendirle a su portador elegido y no solicitar la ejecución.
Si la princesa vampiro, no hubiera querido que nosotras siguiéramos respetando el pacto, ella jamás habría buscado un portador!

Ormhäxan, la hermana serpiente, en una reacción exaltada se había levantado y me arrebató la palabra pero las demás le hicieron ver su falta de respeto guardando silencio a lo que ella agachó la cabeza y se sentó.

- Me disculpo hermana. Continúe.

- Entiendo sus sentimientos Yo misma me siento confundida respecto a ¿que es lo correcto en este momento? pero a diferencia de ustedes, mi deuda con Marinette era mayor pues, salvó mi cuerpo, mi razón y mi alma del terrible castigo que el rey Salomón me dictó y por esa razón, me inclino a seguirla en su cruce sin embargo...

- ¡¿Lo ven?!
¡Dígales hermana, Alya, dígales que lo correcto es seguirla a la muerte! .

Brown Jenkin la diminuta hermana representante de las ratas quien segundos antes había temblado de coraje ante la interrupción de serpiente, no pudo contenerse y dio su opinión también.
Aunque sin pedir permiso para ello.

- ¡¡Sin embargo....!

Dije como sutil advertencia a no interrumpir de ese modo.

- Cómo les dije hace unas horas, estoy dispuesta a arriesgar mi derecho divino a elegir mi bando, a cambio de la tercera posibilidad que... les vengo a ofrecer.

Saba, la reyna abeja amante de Salomón por seis meses y madre del hijo de este, me miró esquivamente y levantó la mano tomando la palabra.

BLOODY MARINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora