En la ciudad de París, las historias oscuras se ocultan para no opacar el romance ni ahuyentar a los visitantes.
Adrián Agreste es el encargado de mantenér la identidad rosa de la ciudad pero una noche, él descubre que la París no es rosa sino rojo...
Manejaba a toda velocidad de regreso a la zona en desarrollo que había dejado atrás ante la duda de que carajo era Adrien.
Adrien se había desmayado y yo temblaba de coraje por lo que había hecho.
Estaba confundido pues, todo parecía coincidir con lo que Kagami me había descrito que ocurriria incluyendo el ataque del chico con una fuerza extrema pero, ¿que clase de monstruo correría a ayudarme después de haberme lanzado de esa forma? Porque, sí había corrido a ayudarme ¿no?. ,
Aunque de momento pensé que corría a atacarme, procesé que en realidad se había preocupado por mi pero lo entendí demasiado tarde.
-¡¡ADRIEN, DESPIERTA!!!
Mire al chico unos segundos despegando la vista del camino y al volver la mirada al frente, a unos metros me topé a la hija de perra mentirosa.
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Frenè de golpe y tomé mi escopeta para apuntarle en cuanto bajé .
No iba a dejar que lo masticara también.
- ¡¡¡MALDITA MENTIROSA !!!
Mi voz temblaba y trataba de no quebrarme a pesar de toda la situación y solté un disparo.
-¡¡¿PORQUE?!! ÉL NO ERA MALO, ¡¡¡¿PORQUE?!!!
Lentamente el enorme animal se acercaba a mí con algo atado al cuello pero, yo di un segundo disparo de advertencia.
- ¡¡DESGRACIADA!! ¡YO TE AYUDE E INCLUSO SENTÍ PENA POR TI Y LOS TUYOS PERO, TE MERECES TODO LO QUE LE PASÓ A TU GENTE! ¡ÉL NO ERA MALO Y... AÚN ASI HICISTE QUE YO ... YO....
Frente a mí la bestia se convirtió en la pequeña chica que rescaté y aquello que tenía atado al cuello era la camisa que le había prestado con la cual se vistió.
- ¿Me equivoqué? No, no comprendo. Estaba segura de que él había sido convertido.
Dijo con una cara de estupida que casi se la creo.
- ¡Puta desgraciada! ¡Aléjate!
La enana realmente parecía no entender lo ocurrido y se puso de rodillas con las manos en alto.
- ¡¡¡Plagga, lo lamento!!! Yo estaba segura de que él estaba convertido. No sé que ocurrió, ¡créeme!
Caminé hasta ella y le encañone la cabeza.
-¿y porque debería creerte?
- ¿porque puedo ayudarte a salvarlo? y... porque si me disparas siendo humana, puedes matarme como a cualquier persona así que no puedo atacarte estando así.
No sabía si creerle pero, no tenía muchas opciones.
