Shadows of the Night. Hogwarts.

Dumbledore

(Narración en tercera persona.)

Christine despertó, rapidamente se vistió. Al tomar su túnica para colocarsela escuchó que algo golpeó el piso de su habitación.

Su reloj. El reloj que había escrito que le daría el tiempo que le quedaba.

7 meses, 3 días, 8 horas, 24 minutos y 5 segundos.

- Carajo. - Dijo Christine con desespero.

Guardó su reloj y salió de su habitación directamente a clases. Era jueves.

Se dirigió a el Gran Comedor. Se sentó junto a su amigo Theodore Nott. Platicaron sobre cualquier cosas que se vieniera a la mente. Como todos los días su día empezó animado.

La campana sonó y los alumnos corrieron a sus clases, todos menos Christine.

Se escabulló entre un grupo de alumnos. Los profesores no lo notaron.

Se encontró con Fred y su gemelo George. La saludaron animadamente. Ella les devolvió el saludo.

Mágicamente aparecieron cigarrillos en la mochila de Christine. Los sacó y se los ofreció. Ellos asintieron diciendo que no tenían nada mejor que hacer.

Los tres adolescentes caminaron discretamente entre la congestión de alumnos. Llegaron a una parte del bosque prohibido. Se sentaron bajo un árbol y prendieron los cigarros.

Margoth no había pasado mucho tiempo con esos chicos. Quería conocerlos realmente.

Platicaron y rieron. La chica estaba realmente feliz.

(...)

Christine estaba triste, ya casi tenía que regresar a "casa". Los días pasaban rápidamente y ella no lo esperaba.

Su cumpleaños se acercaba cada vez más. Eso era emocionante.

Su relación con Draco Malfoy era bastante buena. Estaba llena de confianza y algo de toxicidad, cosa que a los dos les gustaba. Aún así habían más cosas buenas que malas.

Por otra parte su relación con Tom Riddle era graciosa y bromista. A la vez un poco pesada. Había toxicidad.

De la misma manera con Nick Le Roux. Ese chico era muy inteligente. Coincidía en sus pensamientos con Christine. Era atractivo, y llamaba la atención su forma de ser.

Cabe aclarar que Christine no estaba todo el tiempo con esos chicos. Conoció a muchos más. Hablo con ellos. Christine era deseada y no por su físico, su no por su forma de ser, comportarse y expresarse. No necesitaba vestir de color "rosado" para llamar la atención de los hombres por ser femenina. Era todo lo contrario.

Los conocidos de Draco Malfoy comenzaron a hablar con Christine, el chico siempre los terminaba amenazando. Del mismo modo con Tom Riddle y Nick Le Roux, solo que ellos dejaban que Margoth conociera a sus amigos. Ella no les coqueteaba, solo hablaba con ellos.

Durante lo que llevaba de estancia en Hogwarts, no había tenido una relación amorosa sería. Tal vez había besado a muchos hombres hasta perder la cuenta, pero nada serio.

Una que otra vez Margoth besó a Adrian Pucey, ese chico besaba bien. Nunca la presionó ni dijo nada al respecto. Seguían viéndose como "Amigos".

Las chicas hablaban mal de Christine pero a ella no me importaba. Se sentía alagada.

Cho Chang inventó un gran chisme sobre Christine. El profesor Snape tomó cartas en el asunto, castigó a Chang, junto con Lombrad. El profesor Flitwick estuvo de acuerdo. Una semana en detención para las dos chicas. A Christine no le importó ya que se le hacía muy fácil cada trabajo.
Chang y Lombrad no se dirigieron la palabra durante los primeros días, hasta que la chica de Ravenclaw rompió el orgullo, cosa que Christine no haría. Hablaron un poco sobre disculpas.

(...)

Ya había pasado una semana de su detención con Chang. Volvió a hablar con Cedric, algunas cosas volvieron a ser como antes, otras cambiaron.

(...)

Christine iba caminando distraída, sintió que golpeó a alguien.

- Oh... Perdón... - Levantó la mirada y se quedó quieta. La persona menos esperada.

- ¡Señorita Lombrad! - Saludó el profesor.

- Buen día profesor... Dumbledore. - Dijo nerviosa y sonrió.

- ¿Cómo ha estado? - Preguntó el profesor.

- Oh excelente. - Exclamó Christine.

- Eso me alegra. ¿A dónde va señorita?

- Me dirigía a la biblioteca. Iba a ver a Theo.

- Oh, claro... Pues... adelante. - Dijo el profesor.

Christine comenzó a caminar torpemente. Hasta que recordó algo.

- Disculpe profesor... ¿Usted conoce a J. K. Rowling?