Shadows of the Night. Hogwarts.

Shadows of the Night

La escuela estaba por acabar, para muchos era una gran noticia pero para mí era lo peor que me estaba pasando. No estaba disfrutando los últimos días que estaría ahí porque estaba pensando en mi regreso.

Las clases se volvieron un tanto aburridas, ya no hacíamos nada y cada quien estaba en su mundo.

Cómo ví que ya no había nada por hacer decidí organizar una fiesta en mi casa, pero solo con amigos.
Realmente las personas con las que más conviví.

Salimos de vacaciones y teníamos dos meses para volver a un nuevo civlo escolar.
Era el momento perfecto para hacer la fiesta:

25 de mayo de 1994
Mansión Lombrad.

La fiesta comenzaba a las 5:00 de la tarde, la mayoría llegó a las 5:30.

El primero en llegar fue Theo y Alexander Moreau, me ayudaron a "decorar" porque la temática era de los 70's.
Al poco tiempo llegó Tom vestido como quiso, no iba con la temática que habíamos quedado. No ayudó a nada solo se quedó sentando riéndose de nosotros.

Invitados:

Tom, Theo, Blaise, Alexander Moreau, Draco, Crabbe, Pansy, Tracey, Daphne, Adrian, Fred, George, Ginny, Seamus, Dean, Luna, Nick, Cedric y sus amigos y otras gentes más que no se sus nombres pero se colaron.

La mayoría iban vestidos como si estuvieran en los 70's y se veía atm, hermoso.

La fiesta empezó aburrida, pero Luna preparó brownies espaciales. Se sentía muy bien, parecía que nadabas y es que drogarte en el mundo mágico es otra onda.

Si se preguntan por mis papás no estaban, se habían ido de viaje o no se que pero no estaban ahí.

La música te hacía un buen de paro, ayudaba a la ambientación.

De la nada todos empezaron a correr hacia afuera y a saltar a la piscina, menos Tom y Luna.

Se sentía como una película, de verdad que esos brownies eran lo mejor.
Todos estaban como locos, me incluyo, cada uno se comía la cantidad de brownies que quería, parecía que eran infinitos.
Aunque no lo crean Luna entraba en ambiente y al bailar parecía que sacaba brillos porque destellos salían de su cabello.
Blaise no paraba de verla y sonreía mucho y Luna solo le sonreía de vuelta.

Podías hablar, gritar y decir lo que quisieras, nadie te escuchaba, te desahogabas si querías y a nadie le importaba porque cada quien estaba ocupado en su propio mundo imaginario.

La fiesta no tenía contexto. Parecía antro, solo música, bebida y brownies.

Ver a personajes que jamás esperé ver borrachos o drogados era impresionante, un claro ejemplo es Tom, quien ya había comido varios brownies y estaba sudando y pasándose la mano por la cara, sin mirar a nadie y solo bebiendo alcohol como si fuera agua.

No les puedo decir con exactitud todo lo que ocurrió y cada segundo porque estaba bajo los efectos de el alcohol y los brownies pero les aseguro que las primeras horas fueron las mejores. Era de mis primeras borracheras y aunque no me lo crean jamás me he emborrachado en esta realidad. Allá hice todo lo que no puedo hacer aquí.

Despues la gente empezó a desaparecer, cada quien se fue a su casa o a donde querían y solo quedamos los Slytherin.
Recuerdo que eran las 9:45 de la noche y yo regresaba a esta realidad a las 10:00 p. m. de ese mismo día.

Puse una canción que se quedó marcada en la memoria de todos y en la mía: "Shadows de Cannons". Todos bailando al ritmo de la canción hasta que Theo con la voz apenas entendible gritó:

– We are the shadows of the night!

Los gritos de los demás se hicieron presentes y en unísono comenzamos a gritar "Shadows of the Night".
Nos enumeramos y yo era la sombra número 5.

Ese poco tiempo que me quedaba lo disfruté como nunca. Me despedí de todos dándoles un abrazo fuerte.

– Parece una despedida, Lombrad. – Me dijo Tom.

– Tal vez lo sea, tal vez no. – Dije y me miró confundido.

Me puse sentimental, lo reconozco, casi lloro.

Claro que no podía faltar Runaway para decirle adiós a esa realidad.
Canté como nunca lo he hecho en mi vida. Sentí que la música salía de mí. Realmente me sentí parte de esa realidad y les puedo decir y afirmar que es una de las pocas experiencias realmente felices que he tenido en mi vida, era feliz y no me preocupaba por nadie que no fuera por las personas que de verdad querían pasar tiempo conmigo. Es y será mi lugar seguro por y para siempre.
Estaba vibrando tan alto y en sintonía de todos que se sentía como si fueramos una sola alma.
Estar ahí es otra onda, eres alguien diferente y no solo físicamente sino que mentalmente estás en otra posición.

Algo dentro de mí se movía y no quería irse de ahí, era como si el universo me estuviese despegando de esa realidad para traerme de vuelta a esta. Al final accedí porque ya era tiempo de regresar.

Recuerdo que todos estaban cansados viéndose unos a otros, tomando agua o lo que encontraran y que yo con una sonrisa tan enorme me despedí de ellos diciéndoles:

– I love you all for infinity.

Solo sentí como mi cuerpo cayó en unos brazos y empecé a escuchar gritos que poco a poco se fueron alejando y que al volver a abrir mis ojos ya estaba aquí, en mi habitación, en esta realidad, con mis brazos y piernas extendidas.
Reaccioné al instante y comencé a llorar mares. No podía parar. Sentía la necesidad de estar ahí de nuevo, en ese ambiente tan tranquilo y bello.
S

entía como yo no estaba completa, como si una parte de mí se hubiera quedado allá.
Ese día me la pasé triste, llorando, recordando y riendo. Ha sido y será una de las mejores experiencias que he tenido en mi viday no me voy a cansar de repetirlo. He podido ir tres veces y las tres veces han sido maravillosas.

Con este último capítulo me despido de ustedes y les agradezco que me hayan apoyado en leer esta historia. Me sentí muy bien contándoles mi experiencia y espero que ustedes logren ir. Les amo mucho y deseo lo mejor para ustedes.

Con mucho gusto les seguiría escribiendo mis otras experiencias en los otros años, solo díganme si así lo quieren.

¡Gracias, infinitas gracias a todxs!
Muuuaa.

- Magui.