La poderosa bruja
camina descalza por el prado
y las bestias se apartan a su paso
con tal de dejarle espacio.
Exiliada, pero nunca sola,
un hechizo y una mirada
y ya no serás nada.
Su isla, un santuario a la feminidad,
con doncellas abandonadas y rechazadas
que aprendieron a clavar los dedos en la tierra
para hacer que su voz fuera escuchada
por sobre el estruendo de las olas y la guerra.
Ten cuidado, se astuto,
no querrás caer en su hechizo.
No querrás quedarte en Eea
cuando las sombras cubran las flores
y los leones rujan.
ESTÁS LEYENDO
Icor
PoetryAhora ellos son los que nos lloran por clemencia y ruegan por que los recordemos, porque ¿qué sentido tiene ser inmortal si nadie sabe tu nombre?
