El Rarito De Los Park

🎄Navidad pt.4🎄

-Debo volver a casa, quedé con mi abuela de preparar la cena y ver una película juntos.- explica a la familia, quienes le miran con ojitos sobrecargados de ternura a exepción de Hoseok, quién le observa perplejo pues jamás pensó que Youngjae tuviese esa faceta.

-¿Solo son tu abuela y tú?.- pregunta el señor Jung, señalandole divertidamente con el tenedor pues han comenzado a servir la cena.

Youngjae asiente, corriendo la sila y apoyando sus manos en el respaldar de estas.

-Cuido a mi abuela desde hace varios años. Mis padres no vienen mucho y tampoco les veo interés de venir a visitarle.

-¿Viven lejos de aquí? Hoseok puede llevarte en la camioneta.- ofrece YeJi con una sonrisa, señalando a su hijo.

El alfa niega con manos y cabeza, sintiendose apenado por la repentina  atención.

-De echo es casi su vecina. Vive a 6 casas de aquí.

-¡Oh no me digas! ¿Es la señora Lin?.- el alfa asiente.- ¡Es un amor de persona, invitala!

-¿En serio?.-pregunta incrédulo, pues desconocia completamente que su abuela conociese a los Jung.

-¡Por supuesto, le debemos tanto por SooIn! Tu abuela venía por la madrugada a verle cuando no podía respirar. Ella le colocaba sus medicamentos e inyecciones.- explica el señor Jung, dandole palmaditas a su hija y a el Alfa.

-E-entonces la traeré.

-¡Te esperamos para cenar!

🎉

-Tu abuela me salvo la vida mas veces de las que puedo recordar.

Youngjae y SooIn "escaparon" al patio trasero, dejando a los adultos en un ambiente agradable y hasta divertido.
Su plan fue caminar un poco por ahí, pues SooIn recalcaba necesitar algo de aire fresco.
Así que ahí estaban, sentados en los oxidados columpios de un color rojo desgastado.
Un bostezo por parte de la omega adornó el ambiente, sacandole una risita nostalgica al alfa que continuaba desprendiendo fermonas dulces por la felicidad del momento.

-Mi abuela es como un superheroe, ayudó a mucha gente en sus años de gloria. Incluso conoció al abuelo en el hospital.

-Eso es bonito, además me agrada mucho.

-Si... es genial.

Youngjae se había perdido un momento en los brillantes ojos de SooIn, los cuales reflejaban las estrellas del cielo.

-Ahora me siento mal, no te compré ningun regalo.- explica, viendolo a los ojos que extrañamente estan mas cerca de su rostro.

-No es necesario.

La distancia comienza a cortarse, tan cerca que sienten los latidos del otro retumbar en sus oídos. Las respiraciones herráticas y los suspiros curiosos abundan en el lugar, las sensaciones y el viento gélido les hace saber que el momento eata pasando, que estan ahí y que existen.
Las persinas cambias y los sentimientos se interponen, pero saben que no es el momento de dar ese "paso", que ninguno esta listo y que lo mejor es empezar despacio y por el principio.

Youngjae desvía sus ojos de los labios rojizos a la mejilla cálida, depositando un corto beso con sus belfos ligeramente humectados, y se separa en un brinco cuando la puerta trasera se abre con violencia.
Al pareser Hoseok habia estado espiandoles desde que abandonaron la sala principal, y que les haya interrumpido en ese momento exacto le hace pensar que estaba friamente calculado.