Si pudiera recordara con precisión aquel momento de mi vida, te describiría cada uno de los días grises que sucedieron desde entonces. Lamentablemente, la mayoría se ha desvanecido en un abismo negro insalvable.
Él se distanció tanto que temí no poder recuperarlo. ¿Fui yo quien lo alejó? ¿O alguien más lo hizo? Hasta hoy, desconozco la respuesta.
Tenía la firme creencia de que las cosas se estaban arruinando, que él las estaba arruinando..
'Escúchame, ten cuidado, lo que está haciendo no está bien'.
Se refería a persona.
Tenía miedo de persona.
Yo amaba a persona. ¿Qué le ocurría para actuar así? Sentí que no lo conocía como creía.
'¿De nuevo con eso?'
Sentado en su sillón, movía las manos con nerviosismo, tirando de sus mangas y frotándose el rostro con ellas de por medio. Luego se detuvo y me miró con unos ojos desesperados, carentes del brillo habitual.
'Es malo y te está haciendo daño. ¿Por qué no lo entiendes?'
Estaba confundido por su actitud.
Él no sabía de lo que hablaba. ¿Por qué se entrometía en mi relación si estaba más feliz que nunca? Pensé. Además, persona era nuestro amigo. ¿Acaso no se supone que nadie debería hablar así de un amigo?
Patético.
'¿Para eso me llamaste? Te he dicho que por favor no te comportes así'.
Cuando estuve a punto de levantarme, tomó mi brazo y se aferró a él con fuerza.
'Por favor... ¿Qué no lo ves? Mírate, no eres tú, ya no eres tú'.
Fue cuando lo aparté y lo dejé llorar que me di cuenta de que había elegido a persona por sobre él. Incluso siendo quien me consoló aquella fría madrugada, yo tuve el descaro de darle la espalda y fingir que nada sucedía.
Indudablemente yo había cambiado, mental y físicamente.
Pensé que ese sería el fin de una amistad que creí que duraría para siempre, y me sentí mal por no haber intentado solucionarlo de mejor forma para mantenerlo en mi vida. Sin embargo, intentaba alejarme de alguien a quien amaba, y eso no estaba bien, ¿verdad?
Creo que no fue suficiente; me alejé de ellos, quienes también me advertían sobre lo que estaba pasando y yo no veía por mí mismo.
Me quedé solo y pensé que estaba bien; tenía a persona a mi lado, y dijo que era lo único que necesitaba.
¿Las cosas avanzaron rápido? Persona hablaba demasiado sobre el futuro, un futuro demasiado lejano considerando la edad que teníamos en ese entonces y el tiempo que llevábamos conviviendo juntos.
Lo que comenzó como una charla sobre mascotas se convirtió en mudanzas, matrimonio, hijos, nietos. Todo sobre compartir la vida misma.
Él estaba lejos; persona era feliz conmigo.
En ese momento,
cuando creí que
él era el villano,
me pregunté lo que nunca debí.
¿Valieron la pena todos esos meses? ¿Valió la pena haberle permitido reingresar a mi vida y meterse bajo mi piel una vez más? A veces me miraba en el espejo y lograba entender de lo que hablaba, pero era imposible; no podía ser. Eso no era culpa de persona, sino mía.
