Dos

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25 de diciembre 

10:30 a.m.

La mañana de navidad era fría y con nieve que cubría todas las calles.

No había ni un alma en las calles, todas las personas estaban acurrucadas en el calor de sus casas, recuperándose de una noche agitada por el comienzo de las fiestas de fin de año.

A pesar de la hora algunas personas seguían celebrando la navidad, celebrando con amigos o con la familia.

De nuevo Camila apagó la alarma, ya era parte de su rutina despertarse temprano.

-¡Mami!-

Al igual que Ethan la despierte con besos era parte de su rutina.

Camila sonrió y apretó su abrazo para apretujar más a su pequeño que amaba con todo su corazón, repartiendo varios besos por todo su rostro y haciendo cosquillas en sus costados porque amaba escuchar su risa.

Risa la cual la hacía acordar a ella, su mente volaba y los recuerdos volvían.

Su mente solo se perdía e imaginaba aquellos recuerdos, porque solo eran eso. Eran parte de su mente recordar recuerdos viejos que nunca volverían.

-¡Camila basta!- 

Camila hacía orejas sordas y seguía torturando a Lauren con "el monstruo de las cosquillas".

-¡Ca-Camila!- la pobre chica se estaba retorciendo en la cama, su risa se podía escuchar por toda la habitación, sus mejillas estaban rojas por la falta de oxígeno en sus pulmones, su panza dolía de tanto reír -¡Camila por favor!-

-No voy a detenerme hasta que digas que me amas- 

-¡Por favor, me voy a hacer pis!- habló intentado salir de las manos de Camila, pero ésta se colocó encima suyo y siguió con la tortura de las cosquillas.

-Dilo y te suelto- habló mientras seguía con las cosquillas.

Lauren no aguantaba más, las ganas de ir al baño aumentaba cada vez más.

-¡Te amo, te amo!- gritó y como por arte de magia las manos que estaban en su costado se detuvieron por completo.

-Yo también me amo- sonrió y besó los labios de su novia.

Lauren suspiró y tiró a Camila a un costado de la cama, se levantó rápido y fue corriendo al baño.

Camila solo rió entre dientes.

Amaba la risa de Lauren, la podía escuchar horas y horas.

-¿Mamá?- el pequeño Ethan miraba con preocupación a su madre, cada vez que hacían algo juntos su madre se quedaba mirando un punto fijo y no respondía, también quedaba en el mismo estado si estaba con sus hermanos o simplemente estaba haciendo algo, ella solo se desprendía de este universo y se iba a otro para revivir recuerdos.

El pequeño suspiró, no le gustaba que su mami no le preste atención, tampoco le gustaba que su mami actuara así.

Todo lo ponía triste, se sentía culpable porque por su culpa su mami estaba triste, por su culpa su mami lloraba en las noches, por su culpa su mami estaba enferma.

La cabeza de Camila aún seguía recordando, su corazón se volvía chiquito por aquellos recuerdos que nunca quería olvidar. 

Suspiró y agitó su cabeza para evitar entristecerse -¿Qué pasa amor?- acarició el largo cabello de su niño. Ethan estaba aferrado a su cintura, sus ojos estaban cerrados con fuerza, Camila se preocupó cuando escuchó un sollozo de su pequeño -¿Qué pasa bebé?- volvió a preguntar, suspiró cuando Ethan simplemente negó con la cabeza y apretó más fuerte sus brazos.

|| Christmas ||Where stories live. Discover now