Adictos ❝Jaden Hossler ❞ ✔️

35|Aviso

Apartó a Payton de mi sin siquiera mirarle, mi vista esta fija en Jaden. Le miro a los ojos como pidiéndole, pidiéndole que no se vaya, que hay una explicación, que he sido estúpida e imprudente pero que no quería hacerlo, que solo le quiero a él. Que de verdad le quiero y que si aceptaría ser su chica.

Pero solo aparta la mirada, se que se va a ir, se que va a huir y que será difícil encontrarlo, así que hago lo que sea por evitarlo. Me levanto sin mirar atras, no me importa Payton, no me importa ninguno de los jugadores, no me importa Charli y Avani ni nadie más. Solo Jaden. Solo el me importa ahofa

Jaden niega con la cabeza y sin mirarme, se da la vuelta, comienzo a apartar a gente celebrando de mi camino para correr hacia el. Pero en un momento, le pierdo de vista.

Aún así no me doy por vencida, corro desesperadamente saliendo del estadio, lucho contra las lágrimas que salen de mis ojos y el dolor de todo mi cuerpo. Me siento mal. Siento que le he herido, que le he hecho daño. Es extraño. El y yo no eramos oficialmente nada, pero había algo.

Algo que me hacía pensar, que el era mi vendedor, y yo su cliente. Nada más.

No está. Salgo fuera del edificio y busco como loca su moto, pero no está. Se ha ido. Y le he perdido.

—Malena—me toman por los hombros para girarme—¿todo bien?

Josh me sujeta por los hombros y frunce su ceño mirándome con preocupación. Aprieto mis labios sintiendo como tiemblan, voy a llorar y no quiero hacerlo delante de Josh.

—Si yo eh... Me voy ya a casa—hablo rápidamente.

—¿Quieres que te lleve?—pregunta con suavidad.

—No, está bien Richards, mi casa está cerca—respondo sin mirarle a la cara.

—Malena, es de noche y las calles están casi vacías, mucha gente ha venido al partido. No me da buena espina que vayas sola por la calle, déjame acercarte a casa porfavor—habla con calma, y se que no me voy a poder negar.

—Bueno—me apartó de su agarre—Vale, puedes acercarme—lo pienso durante unos segundos—Pero no a mi casa.

—Oh—asiente—Vale, vamos.

Josh me ds una última mirada antes de comenzar a andar hasta su coche. Me cae bastante bien, es un buen tío y lo se porque lo he conocido emporrado. Confío en el para que me lleve a casa. Andamos con calma hasta el coche y mis ojos no dejan de arder. Quiero llorar, quiero estar sola y no dejar de hacerlo. Llegamos a su coche y me abre la puerta, me siento en el asiento de copiloto mientras Josh arranca el motor.

Nos sumergimos en un silencio, no es incómodo porque estoy mkrranod a la ventana, creo que entiende que no estoy bien, pero aún así habla

—Oye... ¿A donde quieres que te lleve?—pregunta casi en un susurro.