𝓥𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

3K 304 97
                                    

Pov Draco.

Llegó el inició de semana, por suerte ya me encontraba bien y no habia sufrido ninguna recaída, una semana sin venir a clases, una semana postrado en la cama, una semana de vagancia donde tuve que rogar a mi padre para que fuera al instituto por mis deberes.

Si habia algo que me estresaba era que la tarea se acumule.

- ¡Draco! ¿Cómo estas? - preguntó Hermione mientras se lanzaba a mi en un abrazo para luego tomarme por el brazo, la miré confundido, ella hasta hace una semana parecía odiarme.

- ¿Estas bien? - la pregunta abandonó mis labios sin que yo pudiera detenerlos.

- Perdona si te he ignorado antes de la semana que no viniste, realmente me porté muy mal, pero no estoy molesta contigo Draco, nunca lo haría, eres mi mejor amigo.

- ¿Segura que estas bien? hasta donde sé, consideras mejor amigo a Harry.

- Pero él es alfa, tú eres mi mejor amigo omega.

- Esta bien - desvié la mirada y seguí caminando hacia el salón, fruncí el ceño al ver a muchos estudiantes entrando con cajas pasteleras o bandejas tapadas con servilletas. - ¿Herm?

- Dime.

- ¿Por qué todos están metiendo bandejas y cajas pasteleras?

- Dime que Harry te dijo que hoy es dia de venta de pasteles y que somos un equipo que quedó en que Harry te diría que tú tenias que hacer los postres para nuestro equipo. - me pidió con el pánico en su voz.

- Tú dime que esto no es por nota. - le pedí con el mismo tono lleno de pánico.

- ¡Mierda! ¡Pensé que lo sabias! - gritó exaltada.

- ¿Acaso no te diste cuenta que no traigo nada en las manos? ¿Cómo carajos pensabas que estaba metiendo postres?

- ¿En tu mochila? - la miré incrédulo, ¿en serio creía que traería postres en mi mochila llena de libros? - ¿ahora que haremos?

- ¡Hey! Draco, que bueno verte - Ron me regaló una diminuta sonrisa que no pude responder por lo que estaba pasando. - ¿Qué pasa?

- ¡Pasa que Draco no trajo nada para la venta, eso pasa! - gritó enfadada Hermione.

- ¡No es mi culpa!

- ¡Si lo es!

- ¡Yo no sabia nada, no me dijeron nada, es culpa de Harry por no decirme! ¡además! ¿por qué tendría que haberlo hecho yo si esta es mi primera clase despues de estar enfermo una semana? se nota que son considerados con el tema de mi salud.

- ¡Te pusimos en nuestro equipo!

- ¡¿Yo se los pedí?!

- Hermione, Draco tiene razón, lo pusimos en el equipo porque quisimos y no para que haga algo sin haberlo sabido, contrólate, te dije que era mala idea pedir que Draco haga los postres, ¿Qué hacíamos si él faltaba hoy más? - comentó Ron mirando a su pareja con el ceño fruncido.

- Pero, ¿Qué haremos ahora?

- Creo que ya no tienes que preocuparte, ahi viene Harry y mira lo que trae en manos. - murmuré mientras miraba a Harry entrar con una caja repostera en manos y una sonrisa en el rostro que desapareció al verme, seguramente notó lo molesto que me encontraba.

Hermione corrió hacia él con una sonrisa, como si no hubiera estado hace menos de un minuto gritándome como desquiciada por algo que no sabia que tenia que hacer.

Harry le entregó la caja a Hermione y caminó hacia mi, Ron tan solo se hizo a un lado y con una palmada en el hombro de Harry se acercó a Hermione para ver la caja.

- Draco, viniste, que bueno, ¿Cómo estas? - me preguntó con una sonrisa algo nerviosa.

- ¿Por que no me dijiste que tenia que hacer postres? - le pregunté de brazos cruzados.

- No me pareció justo que hornees siendo que estuviste enfermo, y con lo frío que hacia el viernes y que saliste no tan abrigado, cuando Hermione estuvo insiste e insiste en que deberías hacer los postres tú, preferí decir que yo te avisaría y hacer los postres yo mismo, pero pensé que no vendrías para decir que seguías enfermo.

- Harry, Hermione tuvo pensamientos asesinos conmigo, casi me mata por tu consideración.

- Lo siento, hablaré con ella.

- No, déjalo, en otra por favor dime no importa qué, para estar preparado antes de entrar en pánico.

- Esta bien, igual, queria pedirte disculpas por decir que lo que haces es algo sumamente fácil, apenas hice dos y me llevó toda la mañana, ¿Cómo haces para hornear más de veinte queques en toda una mañana?

- En primera, tengo repostería y trabajo en ella desde que tengo uso de razón, asi que me sé las recetas de memoria y asi tenga sueño mis manos saben que poner y ya, tú en cambio no trabajas vendiendo postres y pasteles, así que esa es la razón por la que tardaste tanto, y en segundo lugar ¿son comestibles? - le pregunté divertido, me miró ofendido mientras asentía.

- Claro que son comestibles, no hubiera traído algo que enfermara a los demás.

- Bueno, solo preguntaba, iré al salón, no estoy recuperado al cien y estar parado me esta matando.

- Perdona por no avisarte de esta feria de postres, te llevaré a casa despues de clases, traje mi auto.

- Claro, esta bien, es lo mínimo que puedes hacer por mi, despues de todo, traje mi mochila llena de libros y ahora veo que no pasaremos clases, ¡Merlín, que dolor! - exageré pero Harry tan solo soltó una risa y volvió hacia Hermione y Ron por su caja, seguramente irían a acomodarlo en algún lugar para la feria.

Cuando ingresé a mi salón nuevamente me sorprendieron con un abrazo.

- ¡Precioso! ¡dichosos los ojos que te ven mi amor! - el aroma a madera invadió mi sentido del olfato, intoxicándome de paso, arrugué la nariz mientras colocaba mis manos en su pecho para apartarlo de mi.

Pero no cedió.

- Tom, aléjate, me causaras alergia. - murmuré con la voz amortiguada por estar pegado a su pecho, ¡Merlín! odio ser bajito, mi cuerpo se tensó al sentir su nariz encajada entre la unión de mi cuello con mi hombro - ¿Qué estas haciendo? ¡Tom déjame! - murmuré con algo de pánico en mi voz, incluso podia sentir a mi lobo gruñir en señal de amenaza dentro de mi.

- Pera y rosas, ¿acaso ese es tu aroma? hueles delicioso - abrí los ojos en grande y me asusté aún más al sentir sus feromonas de exitación, empecé a removerme con mucha más fuerza para alejarme de él, no podia ser que este sintiendo mi aroma, no, él no podia hacer eso, tenia miedo de lo que me haria.

- ¡Aléjate! ¡Déjame! ¡Tom esto no es divertido! - grité pero su agarre se hacia más fuerte, queria llorar de pánico, queria que me dejara.

- ¡Aléjate! - un grito y luego caí de bruces al suelo por el impacto de otro cuerpo sobre Tom.

𝑨𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍☆𝙃𝙖𝙧𝙘𝙤.Where stories live. Discover now