𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

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Pov Draco.

Si habia algo que odiaba era mentir, detestaba mentir porque sabia que las mentiras tienen patas cortas, prefería nadar en una laguna de agua clara a que hundirme en arenas movedizas, tan solo esperaba que Harry no se enterara de que hablaría con Cedric, estaba nervioso y cuando Harry se fue, a regañadientes porque queria que me suba a un bus de camino a mi casa para el irse a la suya pero le dije que como el dia aún estaba algo refrescante yo caminaría con Hermione y Ron.

Si, claro.

Por suerte Hermione entendió mi desesperación y convenció a Harry para que se fuera, cuando le conté lo que pasaba me sorprendió lo feliz que se hallaba, ella estaba muy emocionada que cuando vio a Cedric acercarse tan solo tomó a Ron de la mano y se lo llevó.

Me dejaron solo con Cedric y ahora estábamos caminando en un silencio tenso, me estaba arrepintiendo de esto, él no decía nada y me hacia caminar en silencio, llevábamos media hora caminando, por toda esta subida y en este horrible calor.

Queria desmayarme en alguna parte, mi garganta estaba seca y mis pulmones ya no daban más, miraba como los buses que me llevarían a casa pasaban vacíos, o tambien me quedaba mirando con desesperación las tiendas que pasábamos, pero como siempre, no le decía nada a él, no, primero muerto antes que rogarle para que detuviera y me dejara ir por una botella de agua, ya que tampoco tenia dinero suficiente para una, tan solo tenia para mi pasaje del bus.

Mal momento para dejar mi billetera en casa.

- ¿Me esperas un segundo? regreso enseguida - su voz me sacó de mi sufrimiento interno, porque si, estaba sufriendo por dentro y en silencio, retenía como podia los gemidos de frustración que amenazaban con salir.

- Claro, aquí te espero - murmuré mientras me sentaba en el bordillo que era demasiado grande, las personas que pasaban por esa acera se me quedaron viendo raro cuando solté un gemido de satisfacción por haberme sentado, obviamente me senté cuando Cedric desapareció de mi campo de vista.

Ya un poco más tranquilo noté que habían pasado mas de dos minutos, el pánico me invadió ante el pensamiento de que me habia dejado ahí, solo, los recuerdos terroríficos de la última vez que estuve solo me golpearon con fuerza, de repente el aire parecía ser escaso, no podia respirar con normalidad y mis manos comenzaban a sudar ante los recuerdos, estaba comenzando a hiperventilar.

Solté un grito cuando una mano se poso sobre mi hombro.

- ¡Hey, Draco, mírame! - negué ante aquello, cerré con más fuerzas los ojos - soy yo, todo esta bien, estas bien - sus brazos me rodearon y cuando su aroma invadió mi nariz logré respirar, un estornudo abandonó mi cuerpo cuando me relajé.

- ¡Joder! ¡Dijiste un segundo! -grité en un sollozo, odiaba sentirme así, odiaba esos recuerdos, odiaba verme solo, sin nadie que me hable o me haga compañía.

- Perdona, la tienda estaba algo alejada, me llevó más de un segundo, no pensé que te pondrías así, ya, por favor, deja de llorar - murmuró mientras sobaba mi espalda, tan solo tapé mi rostro con ambas manos deseando estar con mis padres o con Harry. - ten, bebe un poco, te ayudará en algo. - me extendió una botella de agua cuando bajé mis manos de mi rostro para verlo confundido.

- Me estas jodiendo si dices que me dejaste aquí para irme a comprar una maldita botella de agua - murmuré mientras tomaba de la botella.

- Pues, si, no te llevé porque te conozco y sé que hubiéramos tenido una pelea por ver quien pagaba, luego yo hubiera dicho que yo pagaba, te hubiera comprado la botella y tú habrías hecho de todo para devolverme el dinero - habló mientras yo tomaba un sorbo de la botella y me secaba las lagrimas que habia soltado, una risa débil abandonó mis labios y me lo quedé mirando con nostalgia.

𝑨𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍☆𝙃𝙖𝙧𝙘𝙤.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora