❀ treinta y cinco ❀

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Miré, asombrada, el enorme edificio que se alzaba ante nosotros. Después de un viaje en uno de aquellos coches que, a parte de poder ir por tierra, también iba por aire, Zayn había estacionado frente a un enorme edificio, tan alto que parecía perderse entre las nubes. Estaba completamente hecho de cristal y, a través de él, se veían a personas caminando de un lado a otro. Cuanto más alto estaba, más pequeñas parecían las personas. Hasta pasar desapercibidas como pequeñas hormiguitas. Jamás había podido imaginar que los humanos fueran capaces de construir algo tan alto, tan enorme, tan descomunal. Aunque, si habían podido erradicar enfermedades mortales, habían podido avanzar científica y tecnológicamente hablando de la manera en la que lo habían hecho a lo largo de los años, si habían sido capaces de usar los cerebros de la manera en la que lo habían hecho durante la historia, estaba claro que un simple edificio alto era una pequeñez.

Noté la rugosa mano de Zayn cerniéndose alrededor de la mía, enlazando nuestros dedos con fuerza. Me indicó, con la cabeza, que ya era hora de adentrarse en aquel edificio, que sería donde estaba el presidente. El gobierno del momento, era algo extraño, ya que supuestamente, mandaba el presidente, pero éste no tenía ningún valor sin ninguno de los magnates. Además, mandaba en todas y cada una de las regiones que habían sobrevivido a la inundación. Él no había sido escogido democráticamente, simplemente había heredado el cargo de su padre, y éste de el suyo, y así respectivamente hasta llegar al coronel que dirigió la última y definitiva batalla en la Tercera Guerra Mundial, y fue nombrado el primer presidente tras ésta. El Coronel Payne. Y en el despacho más alto de aquel edificio se encontraba su tátara nieto... o algo así.

Moví mi cabeza levemente, en símbolo de aceptación y nos pusimos a caminar juntos hacia delante. Las puertas de la entrada se abrieron solas y entramos en el edificio de cristal, donde todo estaba decorado en blanco, hasta dar incluso algo de miedo. Tragué con fuerza al sentir todas las miradas de los dominantes que había ahí centrándose en Zayn y en mí. Todo el jaleo y las voces que habían en la sala pasaron a murmullos que terminaron en un completo silencio. Sin embargo, Zayn ignoró ese hecho y solo siguió caminando. Miró hacia una chica que estaba detrás de una especie de mostrador, y ésta solo asintió con la cabeza. Entonces Zayn picó a un botón que había en la pared y unas enormes puertas de metal se abrieron.

— Venga, sube al ascensor – me susurró, empujándome suavemente hacia éste.

Me adentré en lo que él había denominado “ascensor” y esperé que hiciera lo mismo. Vi como picaba al botón “200” y, de un momento a otro, el lugar donde estábamos, empezaba a subir a gran velocidad hasta en, apenas un momento, dejarnos en la parte más alta del edificio. Me quedé boquiabierta ante el funcionamiento de éste, ya que jamás había siquiera sabido sobre la existencia de artefactos que te pudieran hacer ahorrarte las escaleras, aunque era realmente lógico tener uno de aquellos en un edificio de dos cientas plantas.

— B-buenos días, señor Malik – le saludó otra chica, también detrás del mostrador, bien vestida y peinada.
— Buenos días. Tengo una cita con el presidente Payne. ¿Sabe cuándo podrá recibirme?
— Sí, el presidente pidió que en cuanto llegaran, les dejáramos entrar en su despacho, así que si son tan amables de seguirme.

Zayn asintió levemente con la cabeza y la chica salió de detrás del mostrador para empezar a caminar por un pasillo. Zayn y yo le seguimos algo por detrás. Yo noté como empezaban a sudarme las manos. ¿Y si todo salía mal? ¿Y si todo aquello solo nos iba a meter en más líos? Estaba a punto de chillar histérica cuando Zayn me miró, tirando de mi mano levemente para llamar mi atención. Así que volví mi vista hacia él y me sonrió, con ese tipo de sonrisa que conseguía que me olvidara hasta de mi nombre. Una sonrisa que hizo que sus ojos se fruncieran y su lengua chocara contra sus dientes.

Freedom « z.m »Where stories live. Discover now