Freedom « z.m »

❀ veintiséis ❀

Respiré, exhausta. Llevaba horas bajo el sol, arreglando todas las plantas del jardín delantero de Middet. Mis manos estaban llenas de sangre y heridas, porque la mayoría de plantas que habían allí eran diferentes especies de cactus y no me dejó ningún tipo de herramienta, todo había tenido que hacerlo con mis manos. Caminé hacia la pensión de aquella casa, que era todavía más pequeña que la de Zayn, y fui al baño.

Primero puse mis manos bajo el agua para que las manchas de sangre desaparecieran. Luego me senté en el suelo y fui quitando uno a uno los pinchos que se habían quedado en mis manos. Cuando ya parecía no tener ninguno más, volví a poner las manos bajo el agua fría, intentando que se calmara un poco el dolor.

Al terminar con eso, fui hacia la cocina, donde servían algo de comida para los esclavos, pero nada más sentir el olor de comida, empecé a tener nauseas. Cada vez más fuertes. Así que corrí de vuelta a la pensión y entré en el baño, yendo directa hacia el retrete. Me tiré de rodillas sobre el suelo y empecé a vomitar. Cuando ya parecía no quedar nada más en mi cuerpo, me levanté y tiré de la cadena para luego ir a aclarar mi boca. Suspiré y, al ir a caminar fuera del baño, vi como una mujer de unos cuarenta años estaba ahí de pie, observándome.

— ¿Eres Emilie, la nueva, no?
— Eso parece – murmuré. 
— ¿Es cierto que vienes de los Malik? – preguntó suavemente, acercándose a mí – Por cierto, yo soy Bethany. 
— Sí, vengo de los Malik – susurré mientras ella tocaba mi frente. 
— ¿Zayn Malik abusó de ti?
— ¿Qué? Claro que no. Él no haría algo así. 
— No tienes fiebre, cielo. 
— ¿Y qué?
— ¿Estabas con algún chico en la otra casa?
— Uhm, sí, algo así, supongo...
— ¿Tuviste sexo con él?
— ¿A qué viene esto?
— Creo que podrías estar embarazada, Emilie. 
— ¿Embarazada? No...
— Es lo más probable, si tuviste sexo con él. No tienes fiebre, eso quiere decir que no es ninguna infección. Procura que Middet no lo note por ahora, podría meterte en problemas. 
— E-está bien.

Bethany salió del baño y yo apoyé mi espalda en la pared de éste, descendiendo lentamente hasta quedar sentada en el suelo, a la vez que empezaba a llorar. ¿Estaba embarazada de Zayn? Ni siquiera sabía cómo podía quedarme embarazada, así que no podía ni confirmar si eso era posible o no. Abracé mis piernas y me incliné hacia delante. Llevaba una semana trabajando en casa de Middet. Lo que suponía una semana sin saber nada de Zayn.

— Uhm sí, soy nuevo... Hola – exclamó una voz conocida, al otro lado de la pared.

Me levanté y corrí fuera. No pude sentirme más que inmensamente feliz de ver a Niall de pie en medio de la pensión, mirando a todos lados. Corrí hacia él y le abracé con fuerza, llorando más intensamente que antes.

— Shh, ya está, tranquila.. – susurró, abrazándome de vuelta – Malik me ha mandado aquí. Está moviendo cielo y tierra para encontrarte. 
— ¿En serio?
— No descansará hasta que estés de vuelta con él. 
— ¿Cómo ha sabido que estaba aquí?
— No lo ha sabido. Llevo visitadas como... cuatro casas diferentes ya. 
— Estoy tan contenta de que estés aquí conmigo... – susurré sin atreverme a dejarle. 
— Hey, te ves muy cansada. ¿Has dormido estos días?
— ¿Cómo iba a hacerlo?
— Ven conmigo, dormirás un rato. 
— ¿Cómo va a sacarnos Zayn de aquí?
— Te lo explicaré todo después de que duermas. 
— Niall...
— Tienes que descansar. 
— Está bien... – murmuré.

Niall me llevó hacia una esquina de la habitación y se sentó en el suelo. Me hizo sentarme sobre sus piernas y me abrazó, apoyándome sobre su torso. Cerré los ojos y me concentré en el movimiento de su mano de arriba a abajo por mi cabello. Ni siquiera sé cómo, pero creo que conseguí dormir por un rato.

Cuando abrí los ojos, todo seguía igual. Solo que ya era muy de noche y estaba muy oscuro. Niall estaba adormilado, apoyado en la pared, pero al notar como me movía, su mirada vino hacia mí.