Hopeless? ~ Tercera parte de Loverboy.

Capítulo 26. ~ Ashley.

 P.D.V de Ashley (Punto De Vista)

Todo parecía estar perfecto en ese momento, excepto claro, la parte de mí que aún no se había recuperado.

Estaba rodeada de mis amigos más cercanos, mi mamá había viajado desde el otro lado del océano para estar conmigo y Nathan estaba conmigo de nuevo. Todas estas cosas eran las mejores distracciones para parar el vacío que se esparcía en mi interior.

Abrí mis ojos y ya era de mañana, los rayos del sol iluminando la habitación que me rodeaba. Noté que estaba sola, lo que era un tanto extraño, ya que recuerdo que la noche anterior Nathan se había quedado dormido en la silla que está a mi lado. También noté que había un colosal arreglo de flores puesto en la mesa frente a la cama. Me extrañé un poco. Noté que había una nota soportada por un pequeño tubo transparente. Invadida por la curiosidad, me levanté de la cama para poder leerla.

El piso del hospital estaba frío, pero eso no parecía importarle a mis pies descalzos. Tomé la notá y la abrí. Con una letra descuidada y muy masculina, se podía leer lo siguiente:

Ashley:

Nos perdonamos por no poder estar allá. Nathan—como el cobarde que es—nos dijo que sólo se trataba de una emergencia familiar. Al final, nos tuvo que contar todo, y como ya te hemos fallado una vez este pasado verano, te hemos querido enviar un detalle. Queremos que sepas que ni Max ni yo (Tom) somos así de cursis y/o detallistas, pero Siva nos ha convencido de hacer esto, así que deberías sentirte muy especial. Estoy seguro de que Kelsey se pondría celosa.

Planeamos ir para allá lo más pronto posible; mientras tanto, esperamos que las personas que están contigo sean lo que más necesitas en este momento. Te prometemos que no estás sola en esto.

Con mucho cariño,

Max, Siva y Tom. (Y Nano y Kevin) (Y Jay y Nathan que se encargaron que esto llegara sano y salvo a la habitación) :-)

Terminé de leer la nota con una sonrisa incomparable en mi rostro, aunque un tanto melancólica ante la referencia de Tom de la muerte de mi padre el pasado verano. La última parte con los nombres de Jay y Nathan estaban escritos con un tipo diferente de letra. Estos chicos siempre sabían qué hacer para alegrarme el día. Puse la nota en el mismo lugar en donde la encontré y admiré el ramo frente a mí. Estaba constituido mayormente por rosas—más de una docena, quizás—, pero también habían otras flores como calas y baby´s breath; todo mezclado en una hermosa combinación de colores sutiles: rojo y blanco, contrastando con lo verde de las hojas de las distintas plantas. También noté que había una caja de chocolates para mí, y oh dios, me di cuenta que no había comido chocolates ni algún otro dulce que no fuera gelatina en las últimas semanas.

Agarré mi cabello en una cola de caballo y me dirigí al baño a cepillarme los dientes, siendo extremadamente cuidadosa de no verme a mí misma en el espejo. Más que una simple acción diaria se había convertido en una navaja de doble filo: si veía mi reflejo, comenzaba a ver al pasado, comenzaba a revivir cada uno de los cortes y cicatrices que estaban en mi cuerpo ahora después de vivir la experiencia. Y, obviamente era algo muy difícil, pero poco a poco mi técnica estaba mejorando.

Unos momentos después escuché que alguien tocaba la puerta, y como yo estaba cerca, la abrí yo misma. Nathan estaba parado afuera, sonrió cando me vio. Levanté una mano para indicarle que esperara un momento mientras iba al baño y escupía la espuma de la pasta dental y enjuagaba mi boca.

—¿Interrumpo algo? —preguntó él en broma.

—No en realidad.

—Así que, supongo que viste lo que enviaron los chicos. Al menos que estés ciega.