Capítulo 3. ~ Nathan.

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—¿Aún sin noticias de ella? 

Era un día lluvioso y nublado en Londres—típico—, y las gotas de lluvia se estrellaban contra las paredes y ventanas del hotel, hundiendo la atmósfera con un ruido estable y calmante. Afuera podía notar cómo poco a poco la luz matutina del Sol iba esclareciendo, dejando a su paso un gris que llenaba el vacío de la ciudad que brillaba con luces amarillas y rojas. Los taxis negros y los buses rojos inundaban las calles estrechas del centro de Londres, llevando a personas de vuelta a la comodidad de sus casas después de un arduo día de trabajo. 

Le di vueltas al anillo que reflejaba las luces de afuera en mi dedo. Despegué mi frente de la ventana y miré a quién me hablaba. Era Tom, tomando un mordisco a la manzana que había en su mano. 

—Aún nada. Creo que debería llamar a Roxanne. —dije, mi voz un intento de suspiro. 

—No es por ofender, hermano —Tom se sentó en el sofá y tomó el control de la televisión para prenderla. La pantalla se iluminó instantáneamente anunciando el final de temporada de Britain's Got Talent—, pero creo que quiere su espacio. Deberías dárselo. 

Aquello me causó un poco de risa interna, ya que pensé en varias cosas: a) ¿Espacio? ¿Por qué lo querría? Estoy al otro lado del mundo. b) Aunque ella quiera espacio, y me ruegue por él, no se lo daría, porque c) soy demasiado terco y dependiente. 

—No lo sé, Tom... No creo que sea por eso. 

Me levanté del marco de la ventana y fui al cuarto a buscar mi teléfono. Rápidamente marqué el número de Roxanne, rogué porque fuera una buena hora en Boston y puse mi mano en mi bolsillo. Respondió al cuarto tono. 

—¿Hola? ¿Nathan? 

—Sí, hola. 

—¡Qué sorpresa! —dijo, y pude escuchar la sonrisa en su voz. 

Traté de sonreír. —Sí, lo sé... 

Antes de que pudiera haber una pausa incómoda, Roxanne habló de nuevo. —Estás llamando por Ashley, ¿no?

Me alivié demasiado cuando supo que era por ella. Seguro sabía lo que había pasado y me iba a decir. —Sí, la verdad es que tengo días sin hablar con ella. No quiero ser atosigante ni nada, pero sabes lo mucho que me preocupa... 

—Eres tan protector —se rió por lo bajo—, pero sí, tienes todo el derecho de estar así. —Pausó—. Lo cierto es que yo tengo también días si verla. Quedamos ir a cenar hoy con Aubree y Josh, así que supongo que la veré hoy. Y otra cosa, escuché que en su facultad están en épocas de exámenes, así que es normal que se encierre a estudiar y solamente se concentre en eso. Tal vez por eso no ha llamado. 

Solté el aire que estaba oprimiendo mi pecho. —Vaya, gracias. Estaba comenzando a ponerme un tanto paranóico. 

—Está bien. Creo que todos ustedes son así. 

Después de eso hablamos un poco más sobre cómo estaban las cosas con Josh y me dijo que todo estaba bien. Me despedí de ella y me dejé caer en el sofá al lado de Tom. 

—¿Más tranquilo?

Sonreí un poco. —Sí, yo creo. 

Hopeless? ~ Tercera parte de Loverboy.Where stories live. Discover now