52.- Feliz navidad, Chispita.

780K 51.9K 45.7K
                                    

—Así que así te rompiste el brazo —asintió Theo mirándome.
—Que quede claro que no fue mi culpa —señaló Nate y yo rodé los ojos— Bueno, tal vez sí —se rascó la nuca y con una sonrisa tímida se echó para atrás.
—No es cierto, fue mi culpa —reí negando y acomodé a James junto a mí en el sillón— resulta que era un poco... Como un imán de golpes, como ya te conté. Ese día estábamos celebrando la llegada de Zoe y Etienne a casa, aunque claro, Mateo y Nate no estaban muy felices.
—Es gracioso porque ahora Etienne dirige la sede de su hotel en París —rio Theo y yo bufé.
—No Theo, no es gracioso. Si sigues interrumpiendo con hechos que ya sabemos te voy a golpear —lo amenacé frunciendo el entrecejo y el chico rio asintiendo.
—Okay, no dije nada.
—Como sea, Nate y Mateo estuvieron todo el camino molestando a Etienne...

-×××-

—¿Qué pasa franchuto? ¿Se te quedó en casa el cerebro? Los patines son para patinar, ¿sabes? —habló Mateo mientras daba vueltas alrededor de, al parecer, el inexperto Etienne.

—Mateo, deja a Eti tranquilo —se quejó mi hermana haciendo que me golpeara la frente. ¿Eti? ¿En serio?

—Ay Eti —griró Mateo de la manera menos varonil del mundo mientras hacía un pirouette en su sitio. Tal como una bailarina de ballet.

—Oigan, ¿por qué yo no tengo pareja? —habló Mateo al darse cuenta que estaba solo. Bien, no había pensado en eso. Luego de Luz no había visto a mi hermano con una novia seria.

—Oye Mateo, ¿te gusta aquella morena de espaldas de ahí? —pregunté rodeando el hombro de mi hermano y el sonrió.

—Sí.

—Pues es hombre —reí al ver que giraba y mi hermano me miró entrecerrando los ojos.

—¿Qué tal aquella pelirroja? —pregunté señalando a un chica que patinaba con su una niña totalmente igual a ella.

—Es linda.

—Pues a por ella —lo empujé y él asintió avanzando lentamente hacia ella.

—¿Haciendo de cupido sin tu socio? —preguntó Nate acercándose a mí.

—Lo siento socio, mi hermano estaba fastidiando mucho.

—Pues funcionó, mira por allá —señaló Nate y yo me fije en dirección a dónde se había ido Mateo, mi hermano patinaba con la niña y la chica sonreía yendo detrás de ellos.

Sonreí y tomé la mano de Nate para equilibrarme. Y luego empezar a patinar mientras él me seguía.

Giré a ver a Zoe, y al parecer Etienne se había caído y mi hermana le daba respiración boca a boca voluntaria, reí y me negué dando una vuelta.

—¿Sabes? No quiero que las vacaciones de invierno terminen.

—Yo tampoco, pero no podemos detenerla.

—Lo sé —ladeé el labio y Nate tomó mi mano— me gusta estar así, y ahora nos separaremos unos meses más.

—No necesariamente unos meses más —sonrió deteniéndose.

—¿Qué? —reí confundida parándome junto a él.

—Mamá firmó un contrato.

—¿De qué?

—Vendió la compañía de mi padre, mi padre le pidió que lo haga.

—¿Qué? ¿Por qué? —fruncí el ceño aún más confundida.

True ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora