27.- Madonna mia.

908K 59.9K 31K
                                    

Manejé contando detalles sobre mi familia y Nate asentía callado, en cuanto llegamos a la cafetería, todo explotó.

—¡Topi! —alzó la voz. Con ustedes, la tía Valentina.

—Hola Valentina —reí estirando los brazos, ella se acercó y me presionó fuertemente para luego removerme haciendo que despegara ligeramente los pies del suelo.

—Oh, mi bebé. ¡Abril! —correspondí el abrazo con emoción. Valentina era de las tías escandalosas -aunque realmente todos en mi familia lo eran- que podía reír contigo por horas.

—Valentina, te presento a Nate. Es mi amigo, por si preguntas —aclaré en cuanto vi sus intenciones, ella río y abrazó a Nate también.

—¿Cómo estás, eh? ¿Conociste ya a Vini? —Nate rio por el ridículo apodo de mi padre y asintió.

—Es un poco... Protector.

—Mucho, no sé cómo Jay sigue con él. Es mi hermano y lo amo, pero no viviría con él —negó la cabeza horrorizada.

—Tampoco es para tanto —reí agitando la mano con desden.

—¿Ya te amenazó con mi homónima? —preguntó mi tía a Nate, él negó.

—Pero creo que tuvo intenciones.

—Ya valiste —chasqueó con la boca— si tienes alguna intención con topi vete olvidando.

—Valentina —alargué quejándose y ella sonrió abrazándome.

—No entiendo por qué se enojó tanto conmigo.

—Dijiste básicamente que los espaguetis con ketchup estaban deliciosos y casi le dices al abuelo que prefieres café americano antes que el italiano porque no es fuerte como el nuestro —entonces mi tía alternó miradas entre nosotros y empezó a reírse.

—Pues a mí me parece gracioso porque tu inocencia es real. Pero no vuelvas a comentar nada si no sabes realmente que responder, mi padre ha sido premiado con trofeos de oro por años en concursos de caza y pulso. Tiene mejor calibre que muchos de nosotros juntos, yo que tú no me arriesgo —dijo la tía alzando las manos y yo reí tomando el brazo de Nate.

—No le hagas caso, le gusta espantar a la gente. Iré a esa mesa para hablar con Nate, ¿sí?

—Claro, les enviaré con Franca algo de tomar —y se alejó mientras nosotros nos sentábamos en las mesas más alejadas del fondo.

—¿Segura que lo que dijo tu tía no es real?

—Nate, mi abuelo y tíos, practican la caza desde hace mucho tiempo. Tienen buena puntería y utilizan muy bien las escopetas, pero claro que no la usarían para matar personas. Lastimosamente si con animales, pero no te preocupes, no te pasará nada.

—Tu padre me intimida.

—A todos mis amigos los intimida. Por eso estudié en un colegio de mujeres. Como sea, pasar desapercibido no lo lograrás, porque vamos... Tu forma de vestir atrae a cualquiera, y sí, mi familia puede tener dinero pero eso no quita sus fieles costumbres. Así que no te asombres si hacen algún desastre en medio de la comida.

—Como tú siendo un toro en una cristalería —sonrió jugando con un pequeño muñeco que había sobre la mesa.

—Puede ser peor, Nate. Tienes que estar preparado para todo. Ya que vas a estar en casa por un par de días, sería genial que nos vayamos y se lleven una buena impresión. Así dejan de juzgar un poco a mis amigos.

—No te preocupes, tengo todo controlado —yo lo miré y me negué.

—No, Nate. No lo tienes.

True ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora