42.- Galleta.

745K 55.4K 30.1K
                                    

—No estoy seguro de esto —habló el pelirrojo menor despeinándose y caminando por su habitación.

—Eres tonto. Liz es guapa, es inteligente, ha conocido a tu hermano y no ha salido corriendo y tú "¿no estás seguro de esto?" —bufé sentada en su cama mirando como daba vueltas, si seguía así haría un hueco en el piso. Fijo.

—Pero, ¿y si no resulta?

—¿Cómo lo sabes si no lo intentas?

—Pero, ¿y por qué a mí? Digo, Mark estaba ahí.

—La pregunta es, ¿y por qué no a ti? Deja de nombrar a tu hermano sobre tus inseguridades, ¿quieres? No todo está basado en la rara vida del otro pelirrojo. Todos sabemos que dice tener una novia pero no nunca ha tenido algo serio. Liz se interesó en ti, no en los gemelos Collins. En Ty, no en Mark, ¿bien? Así que peinate y baja que Liz está esperando abajo y Nate debe estar abrumado por tanta felicidad.

—Pero Abby...

—¿No me dijiste que esta chica te atrae?

—Sí —asintio cabizbajo.

—¿Entonces que te lo impide? Ty, Mark y tú en algún momento deben separarse, tener familias distintas e independizarse.

—Ya sé, pero no entiendo por qué me eligió a mí. Ni siquiera soy especialmente atractivo.

—Lo eres. Por un momento debes pensar solo en ti, es bueno ser condescendiente, pero nunca tanto. ¿Sabes? Estuve a punto de no irme a Inglaterra por no separarme de Nate, pero le agradezco ahora el que prácticamente me obligara a subir a ese avión. ¿A caso soy perfecta? Soy un imán de golpes, de situaciones raras y a veces, de personas raras también. ¿Y eso me detuvo? No. Te recuerdo que sé perfectamente que es tener un hermano gemelo. Así que déjate de tonterías y ve con Liz porque me encantaría verlos juntos —entonces Ty sonrió de lado y yo guiñé el ojo— Todo va a estar bien, solo sé tú mismo, ¿sí? —así que el asintió y estiré los brazos para que con un abrazo terminara mi discurso de superación personal.

—Espero que este abrazo sea por algunos de sus famosos discursos y no haya encontrado a mi primo abrazando a mi novia en un intento de engaño —habló Nate y giré a verlo, pero su rostro estaba lleno de burla.

—Por un momento pensé que era cierto, pobre de ti que pienses así de mí algún día, Collins —palmeé su pecho saliendo de la habitación— ¡Vamos rápido, se demoran mucho señoritas! —les grité bajando las escaleras.

—¿Se arrepintió? —dijo Liz levantándose en cuanto me vio.

—¿Qué? ¡Pero qué dices tonta! Solo está terminando de arreglarse.

—Si actúo raro me dices. Necesitamos una palabra clave, ¡galleta! —soltó de pronto alzando el dedo con emoción.

—¿Por qué actuarías raro, Liz?

—Porque he descubierto que me pongo muy tonta cuando un chico me gusta.

—O sea que vives gustando de chicos siempre —asentí y Liz me vio para luego golpearme con su pequeño bolso haciéndose la ofendida y yo solté una carcajada.

—Ya no te quiero.

—Claro que sí —sonreí presionando sus mejillas— ¿Quién es tierna? ¿Eh? ¿Quién es tierna, bebé? —presioné los labios mientras le jalaba las mejilla como si de un bebé se tratara.

—Abby, me avergüenzas, por favor detente —quitó mis manos de su cara y se quedó viendo la escalera haciendo un sonido extraño— ah, bueno.

True ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora