6.- Cumpleaños y pelirrojos.

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—No quiero música. —se quejó Nate apagando la radio que había empezado a sintonizar fluorescent adolescent de Arctic Monkeys. Yo gruñí y volví a prender la radio dedicándole una fúnebre mirada. A lo que él solo reaccionó riendo y alzando las manos en forma de paz.

—Oh that boy's a slag, the best you ever had. The best you ever had, is just a memory and those dreams. Not as daft as they seem, not as daft as they seem. My love when you dream them up... —canté haciendo el tonto fingiendo una horrible voz mientras Nate se tapaba los oídos y yo reía.

—Qué bien cantas Abs. —rio negando con la cabeza. Yo rodé los ojos y giré a la derecha para llenar el tanque de gasolina.

—Lo sé, debería presentarme a the x factor o the voice. Seguro que ganaría más fama que Susan Boyle o One Direction. —Él me miro y reí saliendo del auto.

En cuanto llené el tanque, entre al auto llevándome grata sorpresa. Nate había cambiado de estación y oía –y cantaba- con fervor Don't look back in anger de Oasis. Yo entré con una ceja alzada y maneje en silencio. El chico se había callado pero dejó la canción.

—No cantas mal, ¿sabes? —me encogí de hombros y seguí manejando.

¿Nate Collins sonrojado? Algo que no se veía todos los días.

Aunque siendo claros, a Nate Collins no lo veía todos los días.

Manejé saliendo un poco de la ciudad para llegar al club con comentarios al azar de parte de Nate como "¿a dónde me llevas?" "¿me vas a secuestrar?" y "¡Estamos saliendo de la ciudad!". Que me hacían pensar en sacarlo del auto con una patada.

—Hemos llegado. —salí del auto y chiflé al ver el lugar. Como había dicho, juegos inflables, en una esquina estaba Kyle junto a la barbacoa. Chloe iba de un lado a otro socializando con los –padres- invitados. Theo y Alai jugaban por ahí con sus amigos, y los abuelos comían cerca de Rose y Kyle. También habían muchas personas parecidas, así que supuse que eran de la familia.

—No puedo entrar. —susurró él retrocediendo y chocando su espalda con el auto. Yo giré a verlo.

—¿Por qué? Ya estamos aquí, tú...

—No lo entiendes Abby, tú no sabes la historia completa. Yo no sé como...

—Tienes razón, no sé la historia completa. Pero tú no vienes aquí a enfrentar a tu familia. Vienes a saludar a Theo. Tus hermanos estarán muy feliz de verte. Hazlo por ellos, ¿sí? —estiré la mano tratando de darle confianza. Él lo dudo unos segundos y luego suspiró tomando mi mano.

—Promete que no te alejaras de mí. —alcé una ceja— E-en la fiesta, digo —y luego asentí algo confundida.

—Bien, lo prometo.

Realmente no sabía como iba a funcionar, pero no podía dejar de pensar que mi mano sostenía la del insoportable chico que vivía en la habitación de al lado.

Entonces cuando dimos un paso hacia dentro, su mano sujetó la mía más fuerte con nerviosismo. Y lo fue más en cuanto Chloe nos vio.

Se tapó la boca y sonrió con emoción corriendo hacia nosotros. Su madre lo abrazó con fuerza.

—Me alegra mucho que hayas salido bebé, es increíble. —Nate no soltaba mi mano, entonces con cuidado hice que la mano que me sujetaba tocara la espalda de su madre y por último la abrazara sonriendo— Sé que no hablaras y lo respeto, pero me llena de emoción verte aquí. Te amo mi niño —sonrió tomando el rostro de su hijo y plasmando un sonoro beso en su frente. Para luego soltarlo y abrazarme a mí, yo miré a Nate confundida y el encogió los hombros— Y también gracias a ti. Ya te lo había dicho, pero de todos modos gracias. Llegaste a la casa en el momento justo y empiezo a cuestionar si eres algún tipo de ángel real. —Ella rio y beso mi mejilla— No les quito más tiempo, Theo y Alai están en la piscina de pelotas de colores. —sonrió y le dio un último beso a su hijo.

True ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora